Blogia
HA… CHE RETà PARAGUAY ✓

JUICIOS POLÍTICOS A LA CARTA… PARA PERDER EL JUICIO.

Busca urgente abogados no chicaneros y libres de mañas:

  • Chester Swann*

Casi desde el inicio de su mandato, el presidente Lugo ha acumulado más pedidos de juicio político que pelos tiene en la lengua (Es que a veces sus silencios son más elocuentes que sus palabras).  Los que ahora fungen de opositores ―muchos de ellos integrando aún la alianza―, están pidiendo su cabeza, sin detenerse a pensar que Lugo no es el inventor de la corrupción, la inseguridad, el crimen, el desempleo y otras lacras heredadas de administraciones anteriores.  Tampoco inventó a los campesinos sin tierra, a los sin techos y a los maestros pedigüeños huelguistas, que eso ya le llegó con el paquete presidencial de problemas sociales no resueltos.

El ex obispo, carente de experiencia política como todo clérigo pueblerino, no atina a dar pie con bola y está rodeado de “consejeros” y sicofantes que comparten con él la Santa Mesa.  Pero tampoco son estadistas ni mucho menos; como Camacho, López P., Filizzola, Camilo, Congo y otros del llamado primer anillo que lo rodea con pinzas de seda aislándolo del pueblo y sus necesidades de larga data.

Además sus promesas de “cambios” quedaron olvidadas por el sinuoso camino de la campaña electoral y obstáculos patriaqueridistas, ajenos a sus ideas… si es que realmente tuvo algunas.  Y Lugo en lugar de abrir una brecha en esa boa constrictora del “primer anillo” para acercarse a la gente que lo votó, opta por hacer turismo de lujo… a costa del erario, o sea nuestra.  ¿Será mucho pedirle que actúe con coherencia y sinceridad?  Tal vez tenga alguna idea aproximada de lo que es ser presidente, en esta bolsa de gatos y partidos cada vez más partidos, llamada Paraguay.

Si yo estuviera en su lugar, no dudaría en tener un canal abierto por internet para comunicarme con el pueblo y fortalecer esa valiosa base política… aún contra la voluntad de los partidos y sus adversarios colorinches que le mueven el piso.  El partido Demócrata Cristiano, al cual se afilió para concursar en abril del 2008, no tiene base ni sustento.  El liberal tampoco, ya que está dividido en feudos familiares irreconciliables con luchas de clanes de por medio.  Y de los colorados ¡Ni hablar!

En una verdadera democracia el pueblo debe manifestarse, opinar, deliberar (Ver “El Contrato Social” de Jacques Rousseau) y elegir libremente.  Cuando por comodidad cede su derecho a participar, será estrangulado por esas organizaciones lícitas para delinquir que son los partidos políticos.  Es innegable que Lugo prometió cambios que el sistema político de partidocracia niega y se resiste a una consulta popular.  La cosa no está para un golpe al estilo Honduras, pero hay una fuerte presión para un juicio político con intenciones de destitución, y entronizamiento de un incapaz (pero liberal) como Federico Franco, quien buscará el sostenimiento del statu quo.  Es decir, el gatopardismo… o cambiar algo, para que todo siga igual.

Carta ciudadana desde el Paraguay  (258)

Luque, Paraguay, 27 de noviembre de 2009.

 

Escritor, ex periodista, ex cantautor, ex humorista, ex artesano y cultor empedernido de variadas maneras de perder el tiempo sin perecer en el intento.

3 comentarios

Anónimo -

EL JUEGO DE MODA EN PARAGUAY: DESTITUIR A FERNANDO LUGO


El presidente Fernando Lugo no encuentra la estabilidad tras más de un año de gobierno

Las Claves:

Pedro Fadul, presidente del partido Patria Querida: "(Lugo) merece un juicio político por llamar a la confrontación de clases".

Juan Carlos Galaverna (Partido Colorado): "no tenemos otra salida que el juicio, la buena suerte de la República necesita defenderse de Lugo".

El líder de Unace, Lino César Oviedo no está de acuerdo con la intención de impulsar un juicio político contra Lugo, pero indicó que el presidente debe "tirar la toalla ante de que se le saque".

El primer beneficiado de una posible destitución de Fernando Lugo sería su vicepresidente y aliado, Federico Franco, líder del Partido Liberal.





(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez).-

Fernando Lugo atraviesa una nueva crisis de gobierno que puede degenerar en crisis institucional. Los principales partidos de la oposición quieren enjuiciar al presidente por presunta pasividad en el secuestro de un ganadero a manos de un grupo terrorista y por sus últimas declaraciones de corte populista.



El vicepresidente, Federico Franco, exige a Lugo que destituya a varios de sus hombres de confianza, entre ellos la eminencia gris del régimen, Miguel López Perito.



El deterioro político



El ambiente político se ha deteriorado en extremo los últimos días en Paraguay. Primero ha sido el secuestro del ganadero Fidel Zavala, ocurrido el 15 de octubre. Desde diferentes lugares se ha tratado de vincular a Fernando Lugo y algunos referentes del oficialismo con los secuestradores del Ejercito del Pueblo Paraguayo. El senador colorado Juan Carlos Galaverna incluso acusó a Lugo de estar comprometido con los delincuentes: "yo pienso que él (Lugo) está involucrado (en el secuestro)".



Galaverna recordó que Lugo, cuando era obispo de San Pedro, ofreció protección al grupo delincuentes que intentó robar el Banco Nacional de Fomento de San Pedro, visitó a los condenados por el secuestro de María Edith de Debernardi. Además, aludio a que los familiares de Cecilia Cubas, quien fuera secuestrada y asesinada siempre han mantenido que Lugo era sospechoso de contactar con secuestradores de su hija.



La oposición critica que el gobierno ha dado sensación de parálisis ante el secuestro e incluso los ganaderos han pedido la organización de grupos paramiliares para defenderse: "nosotros no vamos a permitir la justicia por mano propia ni la apología del delito ni mucho menos que particulares se abroguen competencias que son propias del Estado paraguayo", dijo el ministro de Interior, Rafael Filizzola.



Para amplios sectores las afirmaciones del ministro evidencian debilidad, como cuando aseguró: "hay una prioridad, tenemos que actuar con mucha prudencia. Ya habrá tiempo para opinar, cuestionar o para dar ideas. Ahora tiene que haber comprensión. Vamos a ser muy cautos con la información y con nuestras acciones. Nos abstenemos de toda acción que pueda significar un riesgo para la vida de Fidel Zavala".



A esto se ha unido las últimas declaraciones de Fernando Lugo de claro tinte populista, que han agravado la situación. El presidente criticó a quienes tienen "cuentas bancarias" de "resistirse al cambio": "son los que no salen cada día en las páginas de sociales de la prensa": "Los que quieren seguir mirando el pasado de sus privilegios y buen vivir, en defensa de sus cajas de ahorros en bancos internacionales, ellos no quieren cambiar".



El caso Teixeira







Además, "el caso Teixeira" ha empeorado aún más la situación. El presidente Lugo reconoció que había cometido un error al firmar la Carta Compromiso para la compra de la propiedad de Ulises Teixeira Rodrigues en el departamento de San Pedro. La aceptación del error se produjo dos semanas después de iniciadas las publicaciones en ABC Color donde se denunciaba que Estado paraguayo podía ser estafado a través de la compra de tierras para la reforma agraria.



El Partido Patria Querida, cuarta fuerza parlamentaria de Paraguay, denunció ante la Fiscalía una presunta sobrevaloración de un ente público en el proceso de compra de más de 21.000 hectáreas de tierras de un terrateniente brasileño.



El proceso de compra de las tierras salió a la luz pública luego de que el diario asunceño publicara la copia de una "carta de intención de acuerdo" refrendada en octubre de 2008, por Fernando Lugo, y Teixeira. El matutino denunció que esas negociaciones, todavía no concretadas se habrían realizado sobre un precio de venta casi tres veces mayor de lo que el terrateniente pagó por las propiedades en diciembre de 2007.



ABC Color, que señala al jefe de Gabinete, Miguel López Perito como gestor de la transacción, añadió que el empresario brasileño, que controla en el país grandes cultivos de soja, adquirió el inmueble por 11,1 millones de dólares e inicialmente había exigido al Gobierno sólo 22 millones de dólares.



Destacó, además, que el predio sería adquirido con parte de un préstamo de 100 millones de dólares otorgado al país por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el marco de un plan para combatir los efectos de la crisis financiera internacional.



El vicepresidente, líder opositor



El primer beneficiado de una posible destitución de Fernando Lugo sería su vicepresidente y aliado, Federico Franco. Este líder del Partido Liberal, reconocido admirador de José María Aznar, lleva meses criticando a Lugo y sobre todo a parte del entorno presidencial, en especial a Miguel López Perito.



El vicepresidente Franco dijo que Lugo "vive en una atmósfera que no se compadece con la realidad" y que está siendo permanentemente mal informado por sus asesores sobre la realidad del país y en lo que respecta a la gestión pública.







Franco niega estar dentro de una posible conspiración: "las personas que me acusaron de conspirador, están cayendo por su propio peso, jamás, nunca estuve en ninguna conspiración y ya les dije no una, ni dos, sino varias veces que en dos o tres ocasiones le he dicho al señor Presidente de la República que estaba haciendo mal las cosas".



De todas formas, Franco, que aseguró recientemente que "yo soy nada, pero puedo ser todo", reiteró que es sincero con el presidente: "este Vicepresidente, de frente, con honestidad, con transparencia, mirando a los ojos al Presidente de la República, le he dicho que se abstenga de firmar porque en caso contrario estaba expuesto a un Juicio Político".



Pero no es sólo el vicepresidente, otros aliados políticos piden fuertes cambios de rumbo. El senador liberal Alfredo Luis Jaeggli señaló tras una reunión mantenida con el presidente que le pidió la destitución del ministro de Hacienda Dionisio Borda y de Miguel Ángel López Perito: "pedí la cabeza de Borda y de López Perito. Borda ya no es el de antes, su presupuesto no demuestra avances y López Perito tiene mucho que ver en las negociaciones de Teixeira".



La oposición busca destituir a Lugo



El hombre que maneja los hilos de la posible destitución de Lugo es el senador colorado, Juan Carlos Galaverna. Galaverna ha asegurado que su bancada y varios senadores castiglionistas (disidentes del coloradismo y partidarios de Luis Alberto Castiglioni) mantienen su postura a favor de remover al presidente Fernando Lugo de su cargo, mediante el juicio político: "nuestra bancada tiene muy clara la película, no tenemos otra salida que el juicio, la buena suerte de la República necesita defenderse de Lugo en la Presidencia de la República".



Galaverna, además, ha arremetido contra lo que considera pasividad de Lugo en el secuestro de Zavala: "así que si les gusta pónganse nomas la banderita blanca y digan nomas que bueno es este señor Lugo que no movió nada para no poner en riesgo a Fidel Zavala".



Asimismo, tras afirmar Lugo que los individuos con deseos de ver un cambio en Paraguay "son los que no salen cada día en las páginas de sociales de la prensa", Pedro Fadul, presidente del partido Patria Querida, afirmó que el presidente "merece un juicio político por llamar a la confrontación de clases".



No toda la oposición secunda las ideas de destituir a Lugo. El líder de Unace, Lino César Oviedo expresó que no está de acuerdo con la intención de impulsar un juicio político contra el presidente Fernando Lugo. Dijo que hay que darle dos años de gracia al Gobierno y que en este momento no existen los elementos contra su gestión.



De todas formas, no hace ni una semana Oviedo calificó al mandatario de inepto, incapaz y zapatú (inútil). Incluso aseguró que el jefe de Estado estuvo, en dos ocasiones, a punto de dejar el cargo. Indicó que el presidente debe "tirar la toalla ante de que se le saque".



La izquierda se moviliza a favor de Lugo



Diferentes grupos de izquierda han empezado a movilizarse para apoyar a Fernando Lugo. Alrededor de 50 personas ingresaron el miércoles a la residencia presidencial, entre ellos referentes campesinos, del P-Mas y otros para una reunión con Lugo que duró dos horas.



Entre los dirigentes que llegaron estuvieron Belarmino Balbuena y Luis Aguayo, de la MCNOC (Mesa Coordinadora de Organizaciones Campesinas), los senadores Carlos Filizzola y Sixto Pereira; el ministro Camilo Soares y la concejala Rocío Casco, ambos del P-Mas quien indicó que "el proceso iniciado por Lugo no puede tener interrupciones ni retrocesos. Los representantes de las distintas organizaciones coincidimos en la necesidad de fortalecer el proceso".


Anónimo -

ABSURDO ENFRENTAMIENTO

LUGO, FRANCO Y LA “BENDITA” LAPICERA.

Como si no hubieran problemas suficientes esta mañana de nuevo el enfoque de las preguntas que hizo parte de la prensa en Palacio de López al presidente, Fernando Lugo, estuvo en torno a mover aun más el ya convulsionado avispero político y, claro esta, la palabra “conspiración” salto al tapete. Esta vez la dirección apunto hacia Federico Franco, el vicepresidente quién a tener en cuenta por sus declaraciones se muestra más del lado de la oposición que de su propio gobierno. Lugo dijo que “no quiere creer” que su compañero de formula este buscando despojarlo del cargo pero indicó que tampoco “descarta nada”.



Para entender el contexto de este crispado ambiente, hay que aclarar en primer lugar que por el cargo que ocupa, Franco es el referente más influyente del Partido Liberal, que ayer en una conflictiva sesión en Senadores decidió a pedido del legislador Alfredo Jaeggli, de ese mismo partido, que hoy no se firme un acuerdo democrático entre los tres poderes del Estado en la sede del Congreso Nacional.



Ese pacto democrático hubiese significado un “oxigeno” para un agitado presidente que escucha cada vez más fuerte el sonar de las campanas de un juicio político, sobre todo, por el último escándalo que hacen relación a la intensión de compra de tierras donde se lo acusa de haber inflado los montos y querido blanquear a un influyente terrateniente brasileño que tiene problemas con la justicia.



Si bien, el mandatario aseguró que por el cargo que ocupa y la situación que vive el país no puede descartar nada, él, a titulo personal primero señalo “no creo”, pero acto seguido vacilo con un “no quisiera creer”. Al dar su argumento expuso que sencillamente sería inconcebible que alguien que forma parte del gobierno pueda conspirar contra sí mismo.



Posteriormente señaló que el 20 de abril (fecha en que gano las elecciones en el 2008) realmente ha sido un gesta ciudadana e histórica en la vida política del Paraguay por lo que “no creemos que haya gente desde dentro que quiera minar este proceso”.



Desde que inicio este gobierno el 15 de agosto de 2008, la relación entre Lugo y Franco nunca anduvo en un 100%, la última fuerte declaración que hizo el jefe de Estado y que molestó mucho al vicepresidente fue cuando respondió que “el es quién tiene la lapicera” hasta que concluya su gobierno en el 2013.



Por: Samuel Acosta

Fuente: jakueke.com

Anónimo -

UN BELLO SUEÑO SE TORNA UNA ANGUSTIOSA PESADILLA


Fernando Lugo está tramando una conspiración contra el orden constitucional y contra el Estado de Derecho, por lo cual el Presidente del Paraguay puede y debe ser acusado del delito de alta traición.

Por José Leopoldo Decamilli





Fernando Lugo, el antiguo obispo de San Pedro, una de las regiones más paupérrimas del Paraguay, penetró en la política del país como una estrella luminosa con una aureola de esperanza.



Hartos de decenios de gobiernos ineficaces y corruptos, los parias, la gente humilde que arrastraba el pesado yugo de la miseria y del hambre, se volcaron hacia él, como figura central de un haz de fuerzas políticas que prometían la superación de un pasado tenebroso.



Si al año de su gestión política se hace un balance hay que comprobar que el saldo es indudablemente negativo: sus logros son magros, sus yerros en cambio de mucho volumen.



El Sr. Lugo nunca atinó –ni antes ni después de subir al poder- a presentar un programa concreto de gobierno, serio, bien fundado, con etapas y plazos claramente definidos. En lugar de eso recurre a fórmulas demagógicas y a globos de aire multicolores.



¿Es esta política fruto de una incapacidad política o más bien humareda que oculta propósitos precisos? Me inclino a pensar que es lo último. Detrás de la indefinición el Gobierno va tejiendo, tanto en el plano internacional como interno, una densa malla de alianzas con poderes, grupos y personas que se identifican con la izquierda más reaccionaria y brutal.



Siguiendo el modelo de organización del Estado y de la vida social inventado para América por Fidel Castro e imitado por Chávez en Venezuela, Lugo deja entrever la necesidad de modificar la Constitución, entre otras razones porque ésta impide la reelección presidencial y él desea- ¡si el pueblo lo pide!- aposentarse en el poder, como su colega boliviano Evo Morales, por lo menos por 500 años, para construir sosegadamente el socialismo. Es decir, mutatis mutandi, como lo pedían los partidarios del dictador paraguayo Alfredo Stroessner, después de Stroessner, otro Stroessner, o algo parecido.



Lugo rechaza las endebles estructuras de la democracia paraguaya, carcomida por vicios-concedido- que arrastra desde hace decenios, y quiera sustituirla por una democracia real, directa, participativa. Por eso rehúsa firmar un “compromiso democrático” con las fuerzas políticas actuales.



Para Lugo democracia real, auténtica, significa imitar a Cuba. Cuba –así lo expuso en última visita a la bella isla antillana- es modelo de desarrollo. Lo cual significa que el Presidente quiere que el Paraguay sea más pobre aún de lo que hoy es, porque en Hispanoamérica sólo Haití supera en pobreza a Cuba.



Conforme al modelo cubano y chavista, Fernando Lugo trata de transformar los órganos políticos autónomos que aseguran el equilibrio de la vida democrática y la vigencia del Estado de Derecho en instituciones obedientes al Poder Ejecutivo, o sea, se esfuerza por establecer un poder tiránico. Para conseguir esto organiza una campaña de descrédito del poder judicial y del poder legislativo. Y los partidos políticos que le apoyaron y permitieron que ascendiera al poder son, ahora, repentinamente agrupaciones burguesas carcamales. Se halla también abocado a la tarea de descabezar al ejército nacional, eliminando a los jefes militares que puedan constituir un obstáculo para sus planes.



Democracia directa significa para él permitir la representación exclusiva de las agrupaciones políticas de extrema izquierda y de las organizaciones sociales violentas que sueñan aún con reconstituir el santo imperio totalitario del comunismo.



En tanto que el Presidente y su camarilla –apoyados solícitamente por ciertas embajadas- concentran todos sus esfuerzos en desmantelar el orden constitucional vigente y en promover la agitación insurreccional, la atención a los problemas sociales y económicos del país ha sido enteramente marginada.



El sistema educacional, tan esencial para el desarrollo del país, continúa siendo lamentable. Los problemas estructurales del campo y de la industria han sido objeto de artificios demagógicos. En lugar de promover una reforma agraria equilibrada y respetuosa del derecho de propiedad, se toleran y amparan las incursiones armadas de grupos anárquicos y de bandas criminales que saquean campos y haciendas. El desempleo se mantiene intacto. El crimen, el robo y la inseguridad azotan la vida cotidiana. La pobreza se combate con óbolos de clara intención proselitista.



¡Hay que detener este proceso de aniquilación de la paz social y de la soberanía nacional antes de que sea tarde! Dejando de lado rencillas personales y querellas pueblerinas, las agrupaciones políticas de orientación realmente democrática deben unir sus fuerzas para contener la conspiración totalitaria cubano-chavista. El primer paso, el más inmediato y urgente es impedir que el Poder Ejecutivo se apodere del Ejército Nacional, porque eso haría imposible toda resistencia civil (así ha ocurrido en Cuba, en Venezuela y en Bolivia, y a eso tienden Ecuador y Nicaragua).



Con esta política, Fernando Lugo está tramando una conspiración contra el orden constitucional y contra el Estado de Derecho, por lo cual el Presidente del Paraguay puede y debe ser acusado del delito de alta traición.



Más información www.politicaydesarrollo.com.ar