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HA… CHE RETà PARAGUAY ✓

EL AUTORITARISMO QUIERE VOLVER

  • Andrés Granje.

Lo que paso en Honduras fue un globo sonda, los autoritarios ensayaron sustituir al presidente constitucional y dieron un golpe legislativo con atisbo de legalidad, la maniobra salió  perfecta porque la constitución Hondureña tiene lagunas increíbles, además los pueblos americanos se arrugaron y los Estados Unidos de Norteamérica jugo a favor de los golpistas. Ese fue el  primer toque de alarma para las democracias de este continente, en aquella ocasión solamente el Presidente y el gobierno Brasileño tuvo una postura valiente y sacó la cara por  los demás países, respaldando al derrocado Presidente Manuel Zelaya, obviamente ese solo apoyo no basto y el golpe se consumo, realizando al poco tiempo una nueva elección dejando de lado al mandatario desalojado del poder por medio del golpe legislativo.

Esta vez, el intento de golpe de estado  es en Ecuador, la segunda nación sudamericana con mas claro perfil socialista luego de Venezuela, sin embargo, la reacción de las naciones vecinas y regionales es fuerte y decidida la misma OEA, Organización de Estados Americanos, tiene una actitud distinta, no creemos que con esta reacción tan vigorosa ningún grupo insurgente a los mandatos constitucionales pueda persistir en su actitud, en esta ocasión creemos que tendría al mundo en su contra, las naciones del Orbe ya no quieren asonadas, ni golpes cuarteleros para cambiar la voluntad del pueblo por los candidatos surgidos de reuniones de poderosos entre gallos y medianoche.

 

Esta vez el golpe vino disfrazado de protesta policial militar, por modificaciones en las  asignaciones mensuales que perciben y en el tiempo más espaciado que debe transcurrir para sus ascensos. Sin embargo se cree que detrás de estas protestas están también partidos políticos de ultra derecha entre ellos partidarios del ex presidente Lucio Gutiérrez que estarían alentando el intento de golpe de estado. Sin embargo según las informaciones las fuerzas armadas de forma institucional no esta plegada al golpe, tampoco los poderes del estado, lo grave es que mantienen cautivo al Presidente en un Hospital Militar donde fue conducido luego de resultar con una descomposición a raíz de la inhalación en exceso de gases lacrimógenos, el hecho que este en manos de los sublevados en preocupante.

 

Creemos que como nunca la acción de los organismos supra regionales y regionales como la Organización de Estados Americanos, OEA, el UNUSUR, y las Naciones Unidas, deben hacer sentir su voz de censura ante este intento de interrumpir un proceso democrático, como el  del Presidente Rafael Correa en Ecuador,  imperfecto seguro, pero donde se respeta la carta magna, y en donde lo mas lógico es esperar las elecciones y derrotarlas en las urnas, si se cuenta con el respaldo popular y no por medio de las bayonetas o los tanques como quiere la Policía Ecuatoriana, que obviamente es solamente el brazo ejecutor de un proyecto golpista mucho mas solido y bien estructurado.

 

 

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Anónimo -

http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?boletim=1&cod=51437〈=ES
SÁBADO 2 DE OCTUBRE DE 2010

“LECCIONES” DEL GOLPE EN EL ECUADOR DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA
S. Herrera y A. Santillana para ¿Qué hacer?
Los acontecimientos

Hoy por la mañana nos encontramos con una protesta, por demás, contradictoria y extraña. Policías reclamando sus derechos laborales; tomados las oficinas y quemando llantas. Sus demandas respondían a los cambios en la Ley de Servicio Público, en la cual el presidente R. Correa intenta cambiar el sistema de bonificaciones y de méritos hacia un sistema de compensaciones y salarios similar al resto de servidores públicos. Tomados las calles bajo consignas como “el pueblo uniformado también es explotado” y "La tropa unida jamás será vencida", el resto de la población se preguntaba: ¿y ahora quiénes los van a reprimir?

Pero no fue un hecho simple y anecdótico, es una estructura de poder estatal que tiene en sus manos las armas de represión, que se insubordina a la estructura y que a lo largo del día se fue extendiendo hacia otros lugares. En un primer momento, la reacción imprudente del R. Correa fue llegar al lugar a controlar la situación, pero sus declaraciones y actitud de patrón terminaron por encender los ánimos de la tropa. Así, con los límites físicos del presidente recientemente operado de una rodilla, la reacción violenta de la policía y la debilidad de la escolta, no lograron mantener su seguridad. El presidente terminó en el hospital de la policía, y luego de eso, denunció que permanecía secuestrado y que había un intento de golpe.

Hasta ese momento ese proceso parece ser anecdótico, pero el desarrollo de los acontecimiento se extienden hacia otras zonas y sectores; miembros de la policía cercaron el Ministerio de Defensa, hicieron protestas en la Comisión de Transito, quemaron llantas en el sector de Carapungo, cerraron la Terminal Terrestre Quitumbe rechazando al gobierno y gritando que, “como en Cuba”, Correa es un dictador. Pero los policías reclamaban también los juguetes de sus hijos y las ocho horas laborables. Grupos de policías patrullaban las calles, robando celulares, golpeando personas y atemorizando a la población. Además se reportaron protestas de policías en Santo Domingo de los Colorados, Ibarra, Guayaquil, Ambato, Cuenca, Chone, Loja, Machala, Huaquillas, y otras varias ciudades.

Además, el aeropuerto de Quito suspendió sus operaciones hasta la tarde, debido a que estuvo tomado por militares de la Fuerza Aérea quienes con pancartas impresas sostenían que “las fuerzas militares no son de todos sino de los oficiales”, y reclamaban sus derechos, negándose a los “atropellos de las fuerzas militares”; y bajo las consigna de que “el pueblo uniformado también es explotado”, se tomaron la pista.

Activos de la Comisión de Transito del Guayas realizaron una marcha de apoyo a los uniformados

Paralelamente, se reportaron una ola de actos delincuenciales en otras ciudades, muchos comercios, los bancos cerraron sus operaciones y se limitó el transporte. Hubo reportes de acciones contra periodistas y los canales de televisión; hacia ya el final de la tarde un grupo de personas intentaron tomarse las instalaciones de Ecuador TV –encabezadas por Pablo Guerrero el abogado de Lucio Gutiérrez (ex militar y ex presidente)– y finalmente policías cortaron las señales del canal público. Pero el reporte de los acontecimientos se mantuvo en señal abierta gracias a Teleamazonas y Ecuavisa.

Dada la tensión en las calles y la magnitud de la insubordinación, el Ministerio de Educación suspendió oficialmente las clases. Al tiempo que la “estructura” de Estado (Ricardo Patiño, Canciller y Doris Solís, Subsecretaria de pueblos), convocaron a la población para defender y rescatar al presidente, aplicando la estrategia usada en otras coyunturas, hubo rumores de que se pidió a los tenientes políticos, juntas parroquiales, alcaldes y concejos provinciales del partido de gobierno que se movilizaran–.

A las calles salieron miles de personas entre ciudadanos y militantes el Partido Socialista, Alianza País, la Coordinadora Nacional Campesina y la Fenocin, se apostaron en el palacio de gobierno y las inmediaciones del hospital de la policía donde se encontraba el presidente. Además se dieron varias acciones en otras provincias y ciudades. Así, por la tarde se declaró el estado de excepción y se pidió el resguardo interno por parte de las Fuerzas Armadas, aunque estas no salieron a las calles.

A lo largo de la tarde grupos de simpatizantes del gobierno y organizaciones que si bien no apoyan al gobierno, estuvieron contra cualquier intento de golpe militar y policial –un manifestante contaba que estuvo enfrentando a la policía no “porque esté con el gobierno, sino que estos “chapas cabrones” (policías) nos obligan a defenderlo”–. Estos grupos y organizaciones se agolparon en torno al hospital, ahí se concentró el enfrentamiento a la policía insubordinada. Con piedras y escudos improvisados, la población enfrentó a los uniformados que llevaban, por su parte, banderas del Ecuador en su rostro, macanas y bombas lacrimógenas. En las calles, se vivió una verdadera lucha campal frente a una policía que reaccionaba violentamente contra camarógrafos y transeúntes creando un ambiente de persecución y terror. Al rededor de las 21 horas, los grupos especiales de la policía GIR y GOE y miembros del Ejército, iniciaron un gran operativo de rescate, enfrentándose a tiros y bombas lacrimógenas, sometiendo finalmente a los policías sublevados. Alrededor de las 21h30, en una silla de ruedas y máscara antigas, sacaron al presidente del tercer piso en el que estaba, mientras el enfrentamiento continuaba. Hasta el momento no se entiende y es sospechoso, cómo una reivindicación salarial terminó en un grupo de policías y francotiradores atrincherados en el hospital, enfrentados a tiros con los militares. ¿Fue ésto un proyecto planeado? ¿o fue tomando cuerpo con el pasar de las horas?

Las acciones y el desarrollo de los hechos fueron muy rápidos, no es posible cubrir todo lo acontecido y además adquirió una dimensión no esperada. Aquello que parecía una mala broma del “país de las maravillas”, hoy tiene un tufo a golpe de Estado, aunque luego de lo ocurrido hayan sectores que aún reduzcan estos acontecimientos a la acción irresponsable de un pequeño grupo de oficiales del Regimiento Quito. La jornada terminó con las declaraciones y discursos del presidente en el balcón del Palacio de Gobierno, en donde se concentró en la denuncia del complot que estaba tras los “mal informados” policías que fueron engañados por infiltrados del PSP (Ricardo Patiño contó que al interior del hospital habían algunos uniformados que coreaban por Lucio Gutiérrez y la mañana siguiente los medios mostraban tomas en donde policías gritaban “viva Lucio”). Según el presidente, estos policías habrían sido engañados porque las acciones de gobierno y los cambios en la ley lo que han hecho es dignificar la condiciones de trabajo y mejorar los salarios (según la información de gobierno los salarios de tropa se incrementaron en un 85%, pasaron de 355 dólares a 792).

Por otro lado, más allá de los riesgos y el peligro del enfrentamiento, en las calles cientos de simpatizantes del gobierno salieron a defender a su presidente y cientos de ciudadanos salieron a contener cualquier posible golpe. Pero, aunque en teoría una demanda por los derechos laborales es justa y en el marco de los derechos de los trabajadores, cualquier acción de apoyo debería ser bienvenida, también hubo movilizaciones y acciones de apoyo a los policías. Así, terminaron en un triste encuentro en las calles de policías y organizaciones de izquierda en contra de R. Correa.

Según el periódico El Comercio en su cuenta de Facebook: la Federación de Estudiantes Politécnicos se organizó para ocupar el redondel del Coliseo Rumiñahui. Mientras que el Frente Revolucionario de Izquierda se unió a la protesta de los policías.

Las instalaciones de la Gobernación de Cotopaxi fueron agredidas por integrantes del Frente Revolucionario de Izquierda Universitaria (Friu). El hecho sucedió a las 09:30. Según Ramiro Vela, jefe de la entidad, los estudiantes aprovecharon el paro de la Policía Nacional para ingresar a la fuerza.

Al mismo tiempo, en Quito, los estudiantes del Friu se apostaron cerca de la Universidad Central en apoyo a los policías y llamaban a la movilización contra R. Correa. El frente de trabajadores petroleros y algunos sindicatos de servidores públicos, se reunieron en el FETRAPEC a la espera de acciones conjuntas con otras organizaciones. Se reportó ahí que algunas organizaciones se tomaron instalaciones públicas y salieron las calles.

Simultáneamente, la misma página Facebook cuenta que, el Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC) se reunió en su sede en Latacunga. Según Dioselinda Iza, presidenta, se pidió el respeto a la democracia y los dirigentes se mantendrían en reuniones permanentes en espera de las resoluciones del Movimiento Pachakutik -el cual hizo emitió comunicados en respaldo de los uniformados y exigiendo la renuncia del presidente–. Lourdes Tiban, dirigente del movimiento y asambleísta de Pachakutik, también hizo declaraciones a favor de los uniformados y criticó fuertemente al gobierno.

La CONAIE, la Ecuarunari y varios movimientos y organizaciones sociales, no lograron consensos sino hasta las 2 pm de la tarde. Encontraron en la actitud beligerante del gobierno la responsabilidad de las manifestaciones populares y las demandas justas de la tropa, pero se negaron a apoyar cualquier intento de golpe y llamaron la atención a los peligros de ser usados por la derecha y oportunistas resaltando, la necesidad de reinstituir la democracia y Estado plurinacional.

No había en campo popular había una postura unificada y clara sobre lo que se estaba viviendo, aunque por el mismo dinamismo era difícil hacerlo. Al interior del Movimiento indígena las distintas posturas ideológicas, estratégicas y políticas, marcaron diferencia entre la dirigencia de sus organizaciones y el movimiento político. Se evidenció el débil debate e interpretación histórica, no solo coyuntural, que permita leer el momento político y ubicar las capacidades reales de las organizaciones para posicionar demandas, capitalizar el acumulado social y mantener una coherencia política.

Cerca a los movimientos sociales

Este fue un día de sorpresas, nadie en el país siquiera imaginó una acción de esta naturaleza. Para las organizaciones de izquierda y el movimiento indígena el saldo puede ser negativo dado el final triunfalista para el gobierno que reafirma su razón y forma de hacer política, pero también este momento podría significar una oportunidad para que el gobierno entienda la necesidad de radicalizar un proceso de transformación en diálogo y alianza con las organizaciones sociales.

En la coyuntura, el debate se realizó en dos tiempos. Primero, el espacio generado por la CONAIE: aunque demoró en lograr una posición adecuada, en medio de los sentimientos encontrados y las críticas al gobierno, reflexionó considerando el peligro de hacerle el juego a la derecha, repuso las posiciones democráticas (“ninguna posición favor de cualquier golpe de Estado”) y decidió mantener la crítica y responsabilidad del gobierno sobre lo sucedido. En ese sentido, la declaración de nunca más una dictadura en América latina emitida por la Ecuarunari, marca una mayor claridad política y estratégica con el momento que se vivió. Sus puntos centrales fueron: exigencia de mantener orden constitucional y vigencia del Estado plurinacional, oposición frontal al golpe de Estado, memoria sobre las dictaduras viejas y recientes que ha vivido el continente, llamado a coherencia política e identificación clara de quienes se beneficiarían con un golpe de Estado. Segundo, las organizaciones de izquierda: la bancada del MPD con el PK que se denomina Alianza Plurinacional de Izquierda, organizaciones del Frente Popular y Petroleros, presionaban por posiciones más radicales y a favor de la renuncia de R. Correa con la idea de que es “el momento de hacer retroceder en las calles y con la movilización popular, las posiciones reaccionarias y autoritarias del gobierno”, y que cualquier posición a favor de la democracia es una posición a favor del gobierno, el mismo que los ha enfrentado durante cuatro años. Ambas posiciones mostraron el resentimiento político con R. Correa. Y las acciones precipitadas de algunos dirigentes, las reacciones más intestinas. Olvidándose la profunda debilidad y dificultad de las organizaciones en este contexto para posicionar demandas, contenidos de leyes y enfoques; y esperando “extrañamente” que en un contexto de caos y con actores vinculados con sectores reaccionarios y de derecha del país, pescar a río revuelto hubiera permitido a las organizaciones populares conseguir la transformación.

El dinamismo del contexto no permitió una lectura adecuada de los procesos que están en juego, ni del tiempo que demoraría la insubordinación. El movimiento se negaba a ser usado y se encontró con el dilema de que, por el carácter descentrado y flexible de su organización, parte de sus bases (con una fuerte relación y dependencia con los proyectos de Estado), quieran o no, serían interpeladas a la movilización a favor del gobierno, con lo cual, sería difícil explicar luego: cómo es posible que sus posiciones o declaraciones sean anti-correistas, mientras sus bases están en las calles. Así, se decidió por una postura que no demanda la destitución del gobierno, pero si critica su manejo autoritario y antipopular. La defensa de la democracia y el llamado a estar alertas a la movilización, resuelve sus posiciones y contradicciones internas, además de que es un buen paso a restablecer su cercanía con la sociedad, hasta ahora fuertemente correista y liberal.

Para el bloque legislativo plurinacional y de izquierda, en especial al MPD, y luego para los sindicalistas (organizaciones con estructuras orgánicas, con marcos ideológicos de cohesión interna mucho más fuertes y que hacen de sus reivindicaciones corporativas conquistas sociales que les permiten reproducir el gremio), las organizaciones y los movimientos “no pueden renunciar a la movilización y a la lucha en las calles”, dado que su acción en las calles siempre los favorece, sea con votos o con negociaciones parciales de sus demandas. Con lo cual, centran su estrategia en la búsqueda de defensa del gremio y en las conquistas parciales, más que en la recomposición de los lazos con la sociedad, correista y liberal.

¿Qué hacer?

No es nuestro interés adoptar una actitud moral frente a una u otra posición frente tal contexto, sino, mostrar la complejidad a la que nos somete la coyuntura, en especial si consideramos las cosas que “estaban o están en juego”. Y además que, más allá de lo coyuntural, nos plantea preguntas que están presentes en los distintos ciclos de movilización del país. ¿por qué el campo popular tiene tanta dificultad para construir procesos menos coyunturales y con mayor capacidad de articulación y hegemonía? ¿Cuáles son estas condiciones de la contienda política que permite a los actores articularse?

Lo primero es saber si esta fue o no una acción de la “derecha”. Creo que en este sentido, la CONAIE ubicó un punto importante. La insubordinación de la policía es un claro indicador de que los cuatro años de gobierno, no han podido desmontar los instrumentos reales del poder, un trabajo que sería coherente con sus discursos de transformación. Aunque se puede aceptar que las demandas de las tropas son justas y es necesario solidarizarse con ellas, eso no justifica una acción que termina solidarizándose con la práctica concertada de varios sectores de la policía, las fuerzas armadas y la presencia de PSP. Así como no podemos olvidar que la Policía es una institución que ha sido el instrumento de represión de todos los gobiernos y que en sus procesos de formación y grupos de seguridad han mostrado relaciones con la CIA.

Lo segundo es pensar a quien favorece la movilización. Efectivamente, las movilizaciones de los 90 encabezadas y levantadas por el MIE (Movimiento Indígena Ecuatoriano) y las organizaciones populares, permitieron que su resistencia al neoliberalismo se tradujera en una creciente sensibilización social y posibilidad electoral que terminó con el éxito de una fracasada alianza de “izquierda” que llevó al poder a Lucio Gutiérrez. El problema es que esta coyuntura, está lejos de ser encabezada y levantada por las organizaciones populares, mucho menos recogen el descontento de la población frente al neoliberalismo, no olvidemos que la gestión de este gobierno, aunque no nos guste, tiene un alto grado de aceptación, de hecho, los cientos de personas en las calles, unos por el presidente y otros contra el golpe, lo muestran.

Tercero, ¿hacia donde pueden ir los resultados? En esta perspectiva, si aceptamos que esta insubordinación fue orquestada por la derecha, en un contexto de alta popularidad del gobierno y falta de oposición las fuerzas armadas, la insubordinación nos lleva a pensar dos cosas: en el caso de existir una hipotética derecha sólida con la capacidad de manejar las redes de poder, lo que estaban haciendo es medir proceso de la revolución ciudadana, su capacidad de movilización y la animadversión de la sociedad o la de los grupos organizados: los resultados muestran que el gobierno ha avanzado algo en los procesos de organización, la popularidad del gobierno no es un problema de cifras y que la capacidad de movilización de los grupos organizados es débil. Además, la Asamblea de Mujeres Populares y Diversas, ubicó otra reflexión a mi parecer central, la derecha o una parte de ella, probablemente la más retrógrada, estaba mostrando su capacidad de manejo de los instrumentos de poder y su intención fue la de disciplinar al gobierno y profundizar su tendencia hacia la derecha, “obligarlo a negociar con al derecha”.

Finalmente, la demora de la CONAIE, las diferentes posturas al interior de la izquierda y los movimientos, mostraron que la posibilidad de construir unos principios claros de unidad o, en términos gramscianos, la necesidad de lograr una hegemonía interna que permita la articulación orgánica del conjunto de fuerzas progresistas, es un proceso largo y a pensarse. Mientras que, en el contexto actual de debilidad interna de los movimientos, en un escenario con o sin Correa, civil o militar, no tienen la posibilidad de posicionar una figura y un discurso que permita recomponer la alianza con la sociedad.

El problema central sigue siendo la política de R. Correa. La reacción lenta y cauta de las organizaciones, la extensión insubordinación y su capacidad de seducir a varios sectores de la sociedad, no es sino el efecto de las formas de hacer política de este gobierno. Aunque, efectivamente la policía pudo ser infiltrada por fuerzas reaccionarias y algunas organizaciones de izquierda pueden equivocarse en sus lecturas sobre la coyuntura, su penoso papel en las calles en contra de quienes defendían a Correa y que estaban contra cualquier intento de golpe y las reacciones para no salir a defender este proceso son posibles porque hay una hostilidad al presidente y la Revolución Ciudadana, la acción política del gobierno, abren cancha para la acción tímida y el oportunismo de derecha. Pero son posibles también por la clara debilidad que tienen las organizaciones, y porque también opera una suerte de cálculo político y de expectativas poco posibles en un momento en donde no son las organizaciones sociales las que marcan la capacidad de radicalizar al gobierno, ni han logrado construir una propuesta programática desde la izquierda.

Luego de la Constitución, el proceso de reformas políticas y legales no tienen o no van por el consenso y diálogo popular, las reformas no avanzan en transformaciones profundas sino que mantienen los ejes de acumulación del capital que afectan a las organizaciones –un modelo extractivista, control privado del agua, la concentración de recursos productivos, concesión de recursos a transnacionales, etc.–, su acción política que no fortalece a las organizaciones populares existentes sino que termina criminalizándolas, carácter patronal del presidente reciente la vida pública, sus posiciones frente a los derechos sexuales ha sido conservadora, mantiene procesos judiciales a dirigentes populares acusándolos de terroristas.

Una opción es una interpretación adecuada de la debilidad y fortaleza del gobierno frente a la capacidad de la derecha, lo cual le permitiría reafirmar su agenda progresista y la constitución, de tal forma de encontrar una nueva alianza con las organizaciones populares. Pero su actitud triunfalista y su actitud patronal, así como su reforma y alianza con las fracciones de derecha, lejos está de ir por el fortalecimiento de las organizaciones populares. Así mismo queda aun mucho camino por recorrer para que la construcción de una hegemonía del campo popular pueda materializarse y no se preste a encuentros coyunturales y alejados del sentir de la población.

Fuentes de la cronología

http://www.elcomercio.com/ec-30septiembre/noticias/Home.html

http://www.facebook.com/Diarioelcomercio

http://twitter.com/Elcomerciocom

http://www.eluniverso.com/2010/09/30/1/1447/diez-horas-sin-vigilancia-policial.html?p=1354&m=1775

http://ecuador.indymedia.org


Anónimo -

Ecuador: Las mismas causas y otras lecciones

Jorge Gómez Barata (especial para ARGENPRESS.info)

El extravagante intento de Golpe de Estado en Ecuador es el primero entre los cientos que han tenido lugar en América Latina protagonizado por la policía. Sólo falta que en algún lugar lo intenten los bomberos. Lo trágico de la abortada asonada radica en que, al margen de excentricidades y de factores concurrentes, no se trata de una excepción, sino de una regularidad, no de un fenómeno coyuntural, sino estructural.

No hay en América Latina ningún líder por honrado, carismático o progresista que sea ni procesos políticos, incluso aquellos que por avanzados y justos disfrutan de estabilidad y cuentan con respaldo popular mayoritario, que estén a salvo de los excesos, los desmanes y la violencia proveniente de los poderes facticos y de donde menos cabria esperar: de las instituciones nacionales encargadas de preservar el ritmo institucional, hacer que se cumplan las leyes, se respete la voluntad popular y se mantenga el orden.

En muchos países, todavía los parlamentos son guaridas de camarillas corruptas, se practican abiertamente fraudes electorales, el ejército, el clero y los embajadores extranjeros se entrometan en la política y los medios privados sobrepasan su papel de información y propaganda para asumir un exagerado protagonismo político. Tales anomalías son expresiones del subdesarrollo y de profundas deformaciones estructurales.

Lo que como un mal endémico caracteriza la política latinoamericana es la debilidad y la irrelevancia de las instituciones civiles, especialmente de los poderes del Estado, cuya fragilidad las hace vulnerables y susceptibles de ser instrumentalizadas por demagogos, arribistas y conspiradores que, en unas y otras coyunturas, obedeciendo a fuerzas políticas internas o externas, tratan de apoderarse del poder por medios ilegales y violentos.

Las anomalías congénitas de los sistemas políticos, comunes a todas las repúblicas latinoamericanas, se originan por secuelas de siglos de conquista, colonización y dominación de las metrópolis; incluso en cierta medida emanan del carácter de las luchas por la independencia, guerras que a veces sirvieron de crisol donde, como fenómenos teratogénicos, se forjaron las élites pero también las satrapías criollas, las oligarquías, los caudillos y sus antediluvianas concepciones sobre el poder.

Aquellos y otros elementos, aliándose al capital extranjero, se apoderaron de las repúblicas como un botín y edificaron primitivas estructuras políticas que, en lugar de servir al desarrollo nacional, trabajaron en su propio beneficio.

Las desmesuradamente grandes, engreídas y políticamente protagónicas instituciones armadas y de seguridad características de Latinoamérica son parte del mismo sistema que generó las oligarquía nativas, excluyó a las mayorías populares, apartó como material de descarte a los pueblos originarios y es refractaria al Estado de Derecho y a la democracia.

Lo verdaderamente trágico de esas deformaciones y lo que impide que el progreso y el desarrollo político enderece las desviaciones y permita el funcionamiento razonablemente eficaz de las instituciones republicanas y la instalación de verdaderos estados de derecho, es que esos vicios parecen haberse integrados al ADN hasta formar parte de una cultura política que afecta a todos los actores políticos, infiltrándose incluso en la izquierda, que en ocasiones, extemporáneamente asume como opción métodos que debiera contribuir a erradicar.

Doscientos años después no hay ningún país latinoamericano que por razones circunstanciales, por enfoques partidistas o por influencias de liderazgos, no haya elaborado varias constituciones, cambiado una y otra vez las leyes electorales, derrocado gobiernos, disuelto parlamentos y anulado elecciones para regresar siempre a un punto en el cual todo está por hacer y hay incluso que refundar países. .

Las repúblicas latinoamericanas tienen como asignaturas pendientes una verdadera y profunda educación jurídica ciudadana, que permita a las masas y a los pueblos, dejar atrás el primitivismo, actuar siempre y no sólo a veces conforme a Derecho, aprender a usar el voto y otorgar la cuota de poder que corresponde a cada ciudadano a quien tenga meritos legítimos y no a cualquier demagogo.

De la experiencia histórica y de los hechos recientes, en varios países latinoamericanos resulta la certeza de que un cometido esencial de los procesos de cambio actualmente en marcha en América Latina y que afrontan tareas tan urgentes como son la lucha contra la pobreza y la exclusión, por el progreso, el desarrollo y la genuina independencia, es perfeccionar, sin improvisaciones ni experimentos, los modelos políticos democráticos y consolidar sistemas políticos modernos y viables.

Tal vez se trate de otra paradoja pero de hecho, entre las tareas más revolucionarias del momento en América Latina, figuran las de reforzar la institucionalidad, consolidar el Estado de Derecho, estabilizar el funcionamiento del sistema político y hacer irreversible los avances logrados, abandonando de una vez por todas la sensación de provisionalidad con que funcionan las instituciones estatales.

No se trata sólo de implantar la justicia social y lograr mayor equidad en la distribución de la riqueza común, de por si tareas inmensas, ni de conformarse con hacer posible que los procesos avanzados y sus líderes sobrevivan una temporada con la expectativa de que, cumplido un ciclo se retrocederá una vez más para luego volver a comenzar, sino que de consolidar lo alcanzado, romper el círculo vicioso, cesar la noria salvaje y hacer irreversibles los avances.

Me parece percibir esos matices en la amargura del presidente Correa. Tal vez el enfoque de la Revolución Ciudadana, ahora legitimado por sus más primitivos y enconados enemigos, sea una buena opción. Allá nos vemos.

Anónimo -

Ecuador bajo amenaza

Álvaro Cuadra (especial para ARGENPRESS.info)

Ecuador ha sido el escenario de una sublevación destinada a poner término al gobierno democrático de Rafael Correa. Nada nuevo en América Latina donde, a pesar de todos los mecanismos creados por organismos supranacionales, la peste golpista sigue presente entre nosotros.

Hace pocos meses asistimos atónitos al lamentable espectáculo protagonizado por los uniformados en Honduras que lograron deponer al legítimo presidente de aquella nación centroamericana. En pocas palabras, el peligro de golpes militares en nuestra América es una realidad histórica presente. La cuestión política que se plantea es clara: cómo conjurar la amenaza militar latente en muchos países de la región.

Muchos analistas coinciden en que este tipo de “eventos recurrentes” muestran un débil desarrollo de la institucionalidad democrática en los países latinoamericanos. Esta debilidad se manifiesta de diversos modos, una institucionalidad corrupta y controlada por narco-poderes como en México, o como una democracia de “seguridad nacional” como el caso prototípico de Chile que sigue bajo la misma constitución creada por Pinochet. Lo cierto es que la democracia en América Latina es más una cuestión formal que una realidad social tangible.

El hecho brutal de que los procesos democratizadores no incluyan a las propias fuerzas armadas y que nuestros países sigan embarcados en una insensata carrera armamentista muestra los límites de las democracias de la mayoría de los países de nuestra región. El riesgo de aventuras militares no ha sido extirpado de este continente en cuanto las elites económicas y sociales sientan que cualquier proceso democratizador pone en peligro sus privilegios. El riesgo de aventuras militares no será conjurado en nuestras sociedades mientras las mismas estructuras militares sigan impunes e intocadas en democracias de baja intensidad. Si bien es cierto que organismos regionales como Unasur han rechazado por completo la aventura golpista en Ecuador y Honduras, no es menos cierto que su peso político se relativiza a la hora de encontrar salidas a las crisis. De hecho, frente a los golpistas hondureños, el papel de la OEA fue, por decir lo menos, bochornoso.

El presidente ecuatoriano ha salido fortalecido de este triste episodio, su figura internacional es aquella de un mandatario democrático, patriota, digno y valiente, capaz de encarnar los anhelos mayoritarios de su pueblo. Sin embargo, es evidente que la democracia del Ecuador ha resultado damnificada. Es claro que la amenaza militar frente a su gobierno sigue latente y exige medidas políticas de corto y mediano plazo para salvaguardar el proceso democratizador en que está empeñado por voluntad de su pueblo. América Latina no necesita acumular mártires en nombre de la justicia social, lo que requiere con urgencia es realizar los reclamos y anhelos de dignidad de nuestros pueblos mestizos.

Anónimo -

‘EN ECUADOR YA NO SE ENTRA AL PODER POR LA VENTANA’
DULCE RAMOS
Ni un solo presidente ecuatoriano pudo terminar su mandato entre 1996 y 2005. El pasado jueves, la sombra de un golpe de Estado volvió a cernirse sobre este país que, en 14 años, ha visto pasar más de una decena de gobernantes.

Aquella mañana, el presidente Rafael Correa quedó retenido por la Policía Nacional, en un hospital de Quito. Más de 11 horas después, las Fuerzas Armadas lograron rescatarlo.

La violenta asonada contra Correa, disparada por un recorte en los beneficios salariales de los agentes, dejó cinco muertos y más de 190 heridos, pero también fracturó a la joven democracia. En un discurso encendido, Correa, responsabilizó de la sublevación al coronel en retiro Lucio Gutiérrez, presidente de Ecuador entre 2003 y 2005, y promotor de un golpe de Estado contra el ex mandatario Jamil Mahuad en 2000.

A pesar de la convulsión, la violencia y el temor social del jueves, el Embajador de Ecuador en México, Galo Galarza Dávila se considera orgulloso de lo que llama “el principal resultado”, y ese es que en Ecuador “el poder ya no se toma por la ventana”. Agradecido con los organismos latinoamericanos y conMéxico en particular por el apoyo del Gobierno de Felipe Calderón, Galarza cree que lo ocurrido el jueves es un hecho aislado que de ninguna manera revive las crisis de los noventa. Sin embargo, su visión de la oposición es maniquea y afirma que en ella, no se puede confiar.

Desde que inició el mandato de Rafael Correa en 2007, no había aparecido señal alguna de que pudiese volver a vivirse la inestabilidad de finales de los noventa y mucho menos un intento de golpe de Estado. La sublevación nos hace ver que no podemos confiar en ningún estamento de oposición. Pues de ahí vienen los intentos de desestabilizar de forma permanente el gobierno democrático. Por ello, en Ecuador debemos dormir con un ojo abierto. La democracia se ha fortalecido en los últimos años, pero debe seguir atenta a los grupos contrarios a la democracia.

-En una América Latina en que la mayoría de los países tiene una democracia en construcción o en camino a consolidarse ¿cuál es su visión de estas sediciones? -Pese a que la democracia ha avanzado en nuestro continente, hay fuerzas al interior que siguen manteniendo esa actitud negativa de querer boicotear los procesos democráticos que tanto han costado a nuestros pueblos. El Gobierno boliviano estuvo a punto de tener un enfrentamiento que intentó desestabilizar a EvoMorales. En Honduras se consumó un golpe que fue lamentable y triste y en Paraguay también ha habido intentos.

Todos reprobables. -¿Se podría decir que en Ecuador, de momento, la Policía tiene más poder que el Ejército? De ninguna manera. Las fuerzas armadas ecuatorianas son absolutamente profesionales y organizadas. Reaccionaron inmediatamente. El jefe del comando conjunto de las fuerzas armadas que ofreció su apoyo incondicional al presidente Correa y condenó la sublevación. Nosotros creíamos que la fuerza policial era un ente profesional, pero lamentablemente dentro de ella hay elementos que pusieron en riesgo la vida de la democracia. Son grupos aislados, pero no se les puede desestimar.

Produjeron un incidente que casi bloquea un proceso democrático en el continente. -¿Es una lección para México el hecho de que la Policía tenga tanto poder, tomando en cuenta que aquí se están promoviendo mandos únicos? -Cada país tiene su manera de organizarse y será la más apropiada. Nosotros consideramos que al tener una sola policía funcionaba en el Ecuador, pero cegados por una ambición, desconocieron las normas y pusieron en riesgo la democracia. Los sectores serán sancionados como la ley manda.

-El ex presidente Lucio Gutiérrez negó tener relación con lo ocurrido. ¿El Gobierno confía en esa declaración? -Para que nuestro mandatario y nuestro ministro de Defensa lo hayan dicho, es porque se tienen evidencias de que hubo una participación del ex presidente Gutiérrez.

Él ha azuzado a la Policía con intereses de volver al poder, pero que se han frustrado. Si quiere hacerlo deberá ser por la vía electoral, que es la única manera. En el Ecuador se acabaron ya las cortapisas para entrar al poder por la ventana.

-¿Qué viene para el Gobierno de Correa? Lo primero, es un proceso de normalización. Que las instituciones comiencen a trabajar.

Nosotros pasamos una década de pesadilla en la cual, ninguno de los presidentes electos terminaron su mandato.

Tuvimos una crisis social de enorme proporción que hizo salir a un millón de ecuatorianos e incluso perdimos nuestra soberanía monetaria.

Esperamos que nunca vuelva a ocurrir lo del jueves ni en Ecuador, ni en ninguno de nuestros países latinoamericanos

Anónimo -

A TODO EL PUEBLO, MUCHAS GRACIAS

Versión de las palabras del Presidente de Ecuador, Rafael Correa, durante su alocución al pueblo tras ser rescatado por los militares de las Fuerzas Armadas.
Por la infamia de los conspiradores de siempre y para al Presidente han caído hermanos ecuatorianos.

Es un día de profunda tristeza que jamás creí que iba a llegar en mi gobierno de paz, justicia, que solo busca ayudar, sobre todo, a los pobres, a la policía que ha sido manipulada.

Ustedes saben que no me asusto fácilmente, y si lo hago, controlo el temor; pero créanme que cuando fui liberado y me dijeron que por lo menos hay un policía caído se me salieron las lágrimas de tristeza, de cómo se ha derramado sangre ecuatoriana, sangre de hermanos, inútilmente.

Por nuestros caídos, que no sabemos cuántos son, hagamos un profundo y sentido minuto de silencio.

A todo el pueblo, muchas gracias. Que esto les sirva de ejemplo a los que quieren, no a través de las urnas, sino a través de la conspiración, detener a la Revolución Ciudadana. Un agradecimiento también a los miles de compañeros que fueron a verme, a rescatarme a la policía, al hospital y cobardemente los recibieron con gas pimienta, gases lacrimógenos, con piedras. ¿Cómo coño van a ser policías los que se comportaron de esa manera?

Muchas gracias a quienes se han movilizado en apoyo al Gobierno Nacional, a la Revolución Ciudadana, a la democracia en nuestra patria. Gracias a esos héroes que me acompañaron, a mi Guardia Personal que fue maltratada, pateada. Pese al peligro, empezaron a llegar ministros, funcionarios del gobierno, asambleístas a la puerta del hospital, a morir si fuera necesario. Con ese valor y lealtad nada ni nadie nos podrá vencer.

También un agradecimiento al inmenso apoyo a todos los estamentos del Estado ecuatoriano. Jamás cedimos, jamás aceptamos nada bajo presión. Un agradecimiento a casi todos los Presidentes de América Latina y el mundo, podría decir, como el Presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, a la OEA, Chile, Argentina, Perú, Colombia, Venezuela, Bolivia, México; de hecho, UNASUR en estos momentos se está reuniendo para analizar la situación del país.

Es increíble, impresionante que se subleve, no toda la fuerza policial, una parte, no para luchar contra un gobierno tiránico; se sublevan para buscar supuestas remuneraciones que serán quitadas, lo cual no es cierto. ¿Cómo pueden jugar por algo tan banal con el futuro de la patria?

Fuimos esta mañana cuando me informaron que había problemas en algunos cuarteles en Quito, fuimos a dialogar para explicarles qué es lo que queríamos hacer. Nadie ha apoyado tanto a la policía como este gobierno, nadie ha mejorado tanto los sueldos. Cuando vi tanta agresividad y ofensa me sentí profundamente triste, como con una puñalada en la espalda. ¿Cómo después de lo que habíamos hecho nos hacían eso?

Después nos dimos cuenta qué era. Cuándo preguntábamos quien había hecho más por la policía que este gobierno, me gritaron, mentira, fue Lucio. Ahí está la gente de Lucio, infiltrados, azuzando, incitando a la violencia. ¡Cuánta irresponsabilidad!

Cuando vi que no se podía dialogar – el pretexto son bonificaciones con condecoraciones – y quisimos retirarnos, agredieron al Presidente, nos tiraron bombas lacrimógenas directo a nuestro rostro, me tuvieron que llevar al Hospital, me secuestraron, nos llenaron de amenazas. Supuestos policías avergüenzan a la Institución Nacional.

Lo más triste de todo, cuando me estaba atendiendo en el hospital,…, recibí tres delegaciones que cortésmente intentaron hablar conmigo. Les preguntaba ¿han estado mejor? y me decían: no, su gobierno nos ha ayudado más que nadie. La segunda pregunta que les hice, ¿es que ustedes han leído la ley por la que reclaman? Les doy mi palabra de honor hablé con cerca de 15 policías y ni uno había leído la ley, todos se habían dejado llevar por los rumores de los vendepatrias y conspiradores y por eso se han dejado engañar.

Qué hemos hecho, para que tengan certeza de cómo actúa este gobierno. Es una ley para evitar abusos, atropellos evitar bonos espirituales, sobresueldos cada tres meses, esas canastas con plata de todos ustedes, prohibimos todo aquello.

¿Saben cuánto ganaba un policía como gran premio tras 5 años de servicio? 800 dólares y por eso han arriesgado la vida sus hermanos. Hoy el policía que menos gana, gana 700 dólares. ¿Cómo es posible que se permitan hacer estas barbaridades?

Dicen que no tomamos en cuenta sus condiciones especiales de trabajo, por contrario, por primera vez se les toma en cuenta y se ha establecido el artículo 115 donde se dice que se reconocerá para las Fuerzas Armadas, la policía, los bomberos; las horas extras, jornadas especiales y remuneraciones. Ni siquiera habían leído la ley por la que se han subordinado y han traicionado en su patria.

La gran culpa de esto la tienen los conspiradores de siempre para ver si por ese medio pueden lograr lo que no logran en las urnas. Ayer miserables de esa oposición le decían a la Corte Legislativa que no apoyaran la ley porque rebajaba los bonos. A unirnos para vencer a estos vendepatrias y sacar la patria adelante.

Hoy el Presidente no ha claudicado como hicieron tantos otros cobardes. Cuando me exigían revocar la ley, que además no lo podía hacer, le corresponde a la Asamblea, para dejarme salir, les decía no pierdan tiempo, o salgo como Presidente de una nación digna o salgo como cadáver pero no pierdo mi dignidad. Salimos con la frente en alto.

Gracias a todos los que arriesgaron la vida por el Presidente. Gracias hermanos y hermanos del Movimiento País, con ustedes nos sentimos seguros.

Las Fuerza Pública obligada a mantener el orden, secuestra a su Comandante en Jefe y ataca a sus ciudadanos. Hoy es un día triste. Atentos. Hoy apoyar más que nunca a esas decenas de miles de buenos elementos de la Policía Nacional. Fueron unos cuantos que serán sancionados. No habrá perdón ni olvido aquí y por supuesto la ley no será revocada. Por el diálogo todo, por la fuerza nada.

A ustedes, mirar al futuro. Nos ha tocado una prueba dura. El Hospital está destrozado, muchos enfermos han sufrido por culpa de irresponsables. Ahora a mirar adelante y con muchas más ganas, con mucho más valor hacer, que a nuestras Revolución Ciudadana no la para nadie ni nada.



Rafael Correa

Anónimo -

Embajador ecuatoriano en Paraguay denuncia fuerzas desestabilizadoras

El embajador ecuatoriano en Paraguay, Julio César Prado, denunció hoy la existencia de fuerzas que intentan romper y desestabilizar el orden democrático en su país, después del levantamiento de sectores policiales contra el gobierno de Rafael Correa.

Ese grupo pequeño de policías "no tiene fuerza para trastornar a todo el país para sus fines", declaró el diplomático al diario ABC Color en su versión electrónica.

"Eso lleva a pensar -dijo- que tras de ellos hay una fuerza que intenta romper y desestabilizar el régimen democrático".

Prado apuntó que los policías maltrataron el jefe de Estado, que había sido sometido a una operación (en la rodilla), y pese a eso, señaló, le tiraron "dos bombas lacrimógenas", poniendo en riesgo su salud.

El presidente paraguayo, Fernando Lugo, expresó este jueves en un comunicado su más enérgico rechazo a la sublevación de sectores armados en el Ecuador y manifestó su solidaridad con el presidente Rafael Correa.

Lugo valoró el gesto de patriotismo del pueblo ecuatoriano, "que a estas horas se moviliza para defender la institucionalidad agredida y aguarda que se actúe con la mayor severidad para que la democracia recobre su integridad herida a consecuencia de este brutal alzamiento".

Paraguay ratifica su postura inflexible por el respeto a la soberanía popular y el rechazo automático de toda forma de barbarie -provenga de donde provenga- que pretenda destruir las instituciones que -con tanto esfuerzo y sacrificio- la democratización de los pueblos de la región han conquistado, subrayó. "Fuerza Presidente Correa y coraje al pueblo ecuatoriano ante estas circunstancias", finalizó el texto firmado por el presidente.

Anónimo -

FRACASÓ LA TENTATIVA DE GOLPE EN ECUADOR

El presidente de Ecuador Rafael Correa fue acogido como un héroe por la multitud al salir al balcón del Palacio del Gobierno en Quito, tras ser rescatado del hospital en el que había sido secuestrado durante doce horas por los policías amotinados. En Buenos Aires la cumbre de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) publicó una declaración de apoyo al presidente ecuatoriano y en defensa de la democracia.

El presidente Rafael Correa denunció esta tentativa de golpe de estado, y dirigiéndose a la multitud declaró: “Hoy el presidente no ha claudicado, como hicieron otros cobardes… Jamás aceptamos negociar bajo presión. Por el diálogo todo… O salgo como presidente de una nación digna o salgo como un cadáver”. Con gritos de “¡Lucio asesino!” respondió la multitud aludiendo al ex presidente y ex militar golpista Lucio Gutiérrez, derrocado en 2005 y que es, según Correa, el instigador de esta sublevación.

Dos muertos y 37 heridos fue el trágico saldo del operativo militar que rescató en la noche de este jueves al presidente Rafael Correa. Un tiroteo enfrentó a los policías insubordinados con el comando militar fiel al presidente que tomó parte en la operación. El poder ejecutivo decretó el estado de excepción para que los militares asuman las tareas de los policías rebeldes. Tras ser liberado Rafael Correa denunció la tentativa de golpe de estado de la oposición y de sectores de las fuerzas armadas y de la policía, allegados al coronel retirado Lucio Gutiérrez. El comandante de la policía ecuatoriana Freddy Martínez renunció a su cargo tras fracasar la sublevación.

El levantamiento de los policías empezó el jueves por la mañana con la toma de varios cuarteles en Quito, Guayaquil y Cuenca. El presidente Correa acudió a uno de los cuarteles de Quito para discutir con los amotinados. “Si quieren matar al presidente, mátenlo…” afirmó. Atacado por los sublevados al salir del cuartel, Correa fue internado en camilla en un hospital de la capital, pues acaba de ser operado de una rodilla. Militares golpistas ocuparon así mismo el parlamento y bloquearon el aeropuerto de Quito.

UNASUR CONDENA EL GOLPE Y DEFIENDE LA DEMOCRACIA

El llamado de Rafael Correa calificando de “golpe de estado” tuvo eco en el seno mismo de las fuerzas armadas fieles al presidente y en la reunión de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), a la que asistieron los presidentes Cristina Kirchner de Argentina, Evo Morales de Bolivia, Alan Gracia de Perú y José Mujica de Uruguay. La cumbre se desplazará en la tarde de este viernes a Quito para dar su apoyo al presidente ecuatoriano.

La cumbre de presidentes de Unasur publicó esta madrugada una resolución de apoyo a Correa. “La situación se encuentra bajo control y podemos celebrar el hecho de que Correa ha sido liberado” declaró Cristina Kirchner anfitriona de la cumbre. El peruano Alan García añadió “No se descarta ninguna acción para defender la democracia en Ecuador”. “Defender la democracia en Ecuador es defender la democracia en América Latina… Es lamentable que haya todavía golpistas en el siglo XXI” declaró por su parte el presidente boliviano Evo Morales.
“Toda América está unida para defender la democracia” declaró el presidente colombiano Juan Manuel Santos. Unasur reúne a los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Uruguay, Surinam y Venezuela. La reunión, tuvo lugar en el Palacio San Martín en Buenos Aires, y la plaza San Martín fue invadida por cientos de manifestantes que enarbolaban pancartas de apoyo a Correa, y de condena al golpe de estado.

Los presidentes de Unasur reclamaron así mismo que sean juzgados y condenados los responsables del intento de golpe de estado en Ecuador. En Quito el fiscal general anunció ya duras sanciones contra los policías insubordinados. “Iniciamos acciones legales en contra de los que promovieron esos actos de sublevación tipificados como delitos” afirmó.

Anónimo -

Correa denuncia intento de golpe de Estado

Momentos de tensión del Presidente Rafael Correa

(Eduardo Tamayo G. – ALAI AMERICALATINA) El presidente Rafael Correa denunció que el Ecuador vive un intento de golpe de Estado por parte de la oposición. Correa, que se encuentra en un hospital de la policía en Quito, recuperándose de una agresión de los policías, denunció que algunos elementos policiales tratan de introducirse a su habitación, por lo que les responsabilizó de lo que le pueda pasar.

Los ciudadanos se movilizaron hacia el centro de Quito para respaldar al Presidente Correa, en donde el canciller Ricardo Patiño llamó a rescatar al Presidente del hospital de la policía.

El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Ernesto González, declaró su apoyo a Correa y aseguró que los militares se encuentran subordinados a la autoridad.

Momentos de fuerte tensión vive Ecuador a raíz de que policías del Regimiento de Quito y de otras unidades policiales de provincias se sublevaron esta mañana, reclamando que no se les quite las condecoraciones, bonos y todo tipo de beneficios, luego de que la Asamblea Nacional aprobó anoche una Ley de Servidores Públicos.

El gobierno sostiene que los policías han recibido sustanciales incrementos salariales y que los bonos que aparentemente se les quita serán compensados en sus sueldos.

Lo que aparentemente era una manifestación reivindicativa derivó en hechos graves cuando el presidente Rafael Correa fue agredido con bombas lacrimógenas por policías luego de que se hizo presente, a las 9:30 hs, en el Regimiento Quito para intentar dialogar con los manifestantes. Correa, que se encuentra convaleciente de una operación de rodilla, se dirigió a los policías, señalándoles: “Si me quieren matar, mantenme”. Luego de esto, los policías lanzaron bombas lacrimógenas por lo que se le dobló la rodilla y a hombros tuvo que ingresar al hospital de la policía, donde se encuentra (12h3) recuperándose, según señaló el propio Correa.

Los policías tomaron la sede de la Asamblea Nacional y agredieron a los asambleístas y a una periodista de Teleamazonas. La asambleísta agredida es Linda Machuca, según denunció Radio La Luna. El asambleísta de Alianza País, Paco Velasco, señaló que se trata de una conspiración evidenciada en la agresión a asambleístas.

Los policías suspendieron sus actividades dejando desguarnecidas las calles, bancos, aeropuertos y otras instalaciones. En la provincia del Guayas los policías se tomaron el puente que permite el acceso vehicular a la ciudad de Guayaquil. Los policías salieron a las calles de Guayaquil y quemaron llantas interrumpiendo el tránsito. Los delincuentes aprovechan la falta de resguardo policial para cometer asaltos y robos tanto en Guayaquil como en Cuenca.

Orlando Pérez, dirigente del movimiento oficialista Alianza País, dijo que detrás de esta conspiración se encuentra el ex – presidente Lucio Gutiérrez y sus coidearios del Partido Sociedad Patriótica.

El asambleísta Cléver Jiménez, Jefe de Bloque del Movimiento Pachakutik, a nombre del movimiento Pachakutik, pidió la renuncia al presidente Correa y llamó a los movimientos sociales conformar un solo frente nacional.

Grupos de ciudadanos se movilizan por las calles de la ciudad de Quito concentrándose en la Plaza de la Independencia, frente al Palacio de Gobierno. Luego de esto, los ciudadanos se movilizan hacia el hospital de la Policía ubicada al nor-occidente de Quito para intentar rescatar al presidente Correa. Grupos de policías, en las inmediaciones del Regimiento Quito y en otros lugares, agredieron a ciudadanos que se manifestaban a favor del presidente Correa.

El ex Presidente de la Asamblea Nacional, Alberto Acosta, señaló a la Radio Pública que es el momento de rechazar este intento de golpe de Estado venga de donde venga y que hay que sancionar a quienes han llegado a este abuso de poder, pueden tener razón los policía, pero la vía no es la adecuada, señaló. La ciudadanía debe movilizarse para defender la democracia y por supuesto la vida del Presidente de la República, agregó

Anónimo -

Referencia: S-14
30 de septiembre de 2010


Resolución del Consejo Permanente de la OEA sobre la situación en la República del Ecuador

EL CONSEJO PERMANENTE DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS,

HABIENDO escuchado la presentación de la Representante Permanente del Ecuador sobre la situación imperante en el país, que atenta contra el orden democrático, la institucionalidad y el estado del derecho en el Ecuador;

RESALTANDO lo dispuesto por la Carta de la Organización de los Estados Americanos y por la Carta Democrática Interamericana en cuanto al fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática;

PREOCUPADO por los actos de violencia contra la integridad y autoridad del Presidente Constitucional de la República del Ecuador, Rafael Correa;

CONSCIENTE del compromiso del sistema interamericano de velar permanentemente por la estabilidad de las instituciones democráticas de sus Estados Miembros y por el pleno respeto de los derechos humanos en el Hemisferio; y

REAFIRMANDO que el fortalecimiento y la preservación del orden democrático, la institucionalidad y el estado del derecho en los Estados Miembros es un propósito esencial de la Organización que reclama la solidaridad hemisférica,

RESUELVE:

1. Repudiar cualquier intento de alterar la institucionalidad democrática en el Ecuador.

2. Respaldar decididamente al gobierno constitucional del Presidente, Rafael Correa de la República del Ecuador en su deber de preservar el orden institucional, democrático y el estado del derecho.

3. Hacer un enérgico llamado a la fuerza pública del Ecuador y a los sectores políticos y sociales a evitar todo acto de violencia que pueda exacerbar una situación de inestabilidad política, atentando contra el orden democrático instituido, la paz social y la seguridad pública.

4. Solicitar al Gobierno del Ecuador que continúe informando sobre el desarrollo de los acontecimientos en ese país a fin de tomar las acciones apropiadas para fortalecer y preservar la institucionalidad democrática.

5. Pedir al Secretario General que brinde toda la cooperación de la Organización a solicitud del Gobierno del Ecuador para preservar la institucionalidad democrática en ese país.

Anónimo -

RAPIDA REACCION INTERNACIONAL

Luego de rechazar cualquier tipo de negociación con sus secuestradores, Rafael Correa fue liberado
por el Ejército leal

Desde la Casa de Gobierno y frente a una multitud, Correa afirmó que fue "es un día de profunda tristeza" para Ecuador. Lamentó que se hubiera derramado sangre de "nuestros hermanos" por un grupo de "desquiciados, que avergüenzan a la policía nacional". Brindó detalles acerca de su cautiverio, luego de haberse acercado voluntariamente a dialogar con los uniformados descontentos y defendió la nueva Ley de servicio público, "que nos permitirá terminar con las prebendas" de un sector privilegiado de la población. Acusó "a los conspiradores de siempre, que han tergiversado todo para obtener por la fuerza lo que no consiguen por las urnas". "Pero el Presidente no ha claudicado, y cuando me extorsionaban les contesté que no perdieran el tiempo, que saldría del Hospital como presidente de una República digna o como cadáver." Más adelante agradeció la solidaridad de todos los presidentes latinoamericanos y de sus colaboradores y afirmó que "la ley no será revocada". Por último exhortó a defender "nuestra revolución ciudadana con más convicción". Los presidentes de los países que integran la Unasur, mientras tanto, se reunieron esta noche en Buenos Aires. El presidente boliviano Evo Morales, al llegar a la Argentina, calificó el alzamiento como "un golpe a toda Latinoamérica" y adelantó que le propondrá a sus pares de la Unasur viajar mañana a Quito para respaldar al gobierno constitucional.







La sublevación de unos dos mil policías ecuatorianos y algunos efectivos militares provocaron el caos en Ecuador, donde el presidente Rafael Correa, se declaró "secuestrado" por los insurrectos en el Hospital Policial de Quito, y los instó a deponer su actitud para poder negociar. A las 20,30 (22,30 de Argentina) Correa seguía dentro del hospital, donde estuvo "secuestrado" por los sublevados, según sus propias palabras, y se esperaba que de un momento a otro saliera para dirigirse al Palacio Carondelet, donde lo aguarda una multitud.

Los policías se amotinaron desde la mañana en el Regimiento de Quito, el principal cuartel del país, en protesta por la Ley de Servicio Cívico, sancionada ayer, por la que se modifican algunos beneficios salariales de esa y otras fuerzas armadas. La actitud policial se expandió a otras dependencias del país, y generó igual reacción en algunos miembros de tropas regulares, entre ellos de la Fuerza Aérea, que en principio tomaron la pista del aeropuerto de Quito.

El amotinamiento provocó que los bancos y comercios cerraran sus puertas ante eventuales saqueos, mientras se suspendieron los vuelos locales e internacionales y las clases en las escuelas. El Poder Ejecutivo declaró el estado de sitio en todo el territorio por el término de una semana, y delegó el control de la seguridad en las Fuerzas Armadas.

Poco después de ser informado del motín, Correa acudió al Regimiento Quito para intentar dialogar con los sediciosos pero fue agredido por los policías con gases lacrimógenos, según relató el propio mandatario, desde el hospital policial, hacia donde fue trasladado luego del ataque.

Antes, desde una ventana del Regimiento, Correa se quitó la corbata y se abrió la camisa para mostrar que no llevaba protección antibalas, y dijo que no dará marcha atrás en la Ley de Servicio Público. Ya desde el hospital, el mandatario declaró a Radio Nacional que la actitud de la policía "va más allá de un simple reclamo", y atribuyó la rebelión a "un intento de golpe de Estado de la oposición", producto de "una conspiración que se viene preparando desde hace tiempo".

Lo mismo declaró por la noche, cuando seguía en el hospital, ya que un cerco de policías sublevados impedía su salida, por lo que el mandatario se consideró "secuestrado". Correa informó entonces que recibió por la tarde a tres comisiones de los policías insurrectos, a las que les manifestó que "no negociará absolutamente nada" mientras no depongan su actitud. El mandatario aclaró que de los 42 mil efectivos que tiene la Policía Nacional sólo unos dos mil están involucrados en la sublevación, actitud que calificó como "desquiciada, irracional y absurda". cusó a "la prensa corrupta" de distorsionar la información acerca de la Ley de Servicio Civil aprobada ayer y atribuyó a esas distorsiones la reacción de un grupo de policías, a los que consideró mal informados acerca de la norma.

Correa informó, además, que "el operativo de rescate" de la crisis generada por la insurrección de los policías "está listo hace rato", pero que no dio aún la orden de inicio "para permitir que estos insensatos recapaciten". No obstante, advirtió que "los cabecillas de esta traición serán sancionados", y abogó por que este episodio "nunca más vuelva a ocurrir en esta república".

El apoyo a Correa y a mantener la continuidad del estado de derecho se manifestó de inmediato tanto por parte de la ciudadanía, que se congregó en las inmediaciones del hospital, como del resto de las instituciones democráticas y de la comunidad internacional. Los manifestantes, que intentaban llegar hasta el lugar donde estaba Correa, fueron atacados por los policías sublevados con gases lacrimógenos, enfrentamiento que causó al menos un muerto y un número indeterminado de heridos, según informó en conferencia de prensa el ministro de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Miguel Carvajal.

La cúpula militar, a través de un comunicado, leído por el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Ernesto González, emitieron a poco de iniciado el motín policial un comunicado en el que manifestaron su "respeto al estado de derecho" y llamaron a la policía nacional a deponer su actitud de insubordinación. La misma actitud adoptaron casi de inmediato la Corte Nacional de Justicia, Asamblea Nacional, Consejo de Participación Ciudadana, Tribunal Contencioso Electoral, Fiscalía, Contraloría y Procuraduría, principales instituciones democráticas de Ecuador, manifestaron su apoyo al presidente y llamaron a los policías insubordinados a "deponer actitudes" a través del diálogo por los "canales democráticos".

La crisis motivó una convocatoria urgente a una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), que en una resolución condenó el intento de golpe de Estado y manifestó su preocupación por la insubordinación policial. La Unión Suramericana de Naciones (Unasur) también convocó a una reunión de presidentes de los países del bloque en Buenos Aires, hacia donde esta noche viajaban los mandatarios para celebrar mañana el encuentro. La solidaridad llegó vía comunicados, declaraciones de voceros oficiales y llamados telefónicos a Correa, desde todos los países de América latina, la Unión Europea, Estados Unidos y las Naciones Unidas.

El vicecanciller ecuatoriano, Kintto Lucas, destacó la preocupación mundial por la crisis y aseguró que su gobierno acudirá a todas las instancias internacionales para evitar que se consume un golpe de Estado. Lucas señaló que han recibido el pronunciamiento "de todos los presidentes de América latina prácticamente", así como de naciones europeas y de grupos como la OEA y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en respaldo a la democracia.

En declaraciones a Radio Nacional, realizadas desde el hospital, Correa sugirió que detrás de la sublevación hay opositores, y se consideró "traicionado" por esos policías, "que no son todos los de la fuerza". "Es un intento de golpe de Estado de la oposición y son ciertos grupos enquistados en Fuerzas Armadas y la Policía que siempre estuvieron, básicamente grupos de la Sociedad Patriótica (el partido de Lucio Gutiérrez)", acusó Correa. "Es clarísimo de dónde viene este intento desestabilizador", añadió el mandatario.

Anónimo -

Consejo Permanente de la OEA repudia hechos en Ecuador y respalda al gobierno del Presidente Correa

El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) manfestó hoy su “repudio a cualquier intento de alterar la institucionalidad democrática” en Ecuador, y expresó su “decidido” respaldo al gobierno constitucional del Presidente Rafael Correa.

En una sesión extraordinaria convocada a petición de la Representación Permanente de Ecuador ante la OEA, el Consejo Permanente aprobó por aclamación una resolución en la que se hace “un enérgico llamado a la fuerza pública y a los sectores políticos y sociales a evitar todo acto de violencia que pueda exacerbar una situación de inestabilidad política, atentando contra el orden democrática instituido, la paz social y la seguridad pública”.

La resolución también insta al gobierno de Ecuador a seguir informando sobre los acontecimientos en el país y pide al Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, que “brinde toda la cooperación de la Organización a solicitud del Gobierno de Ecuador para preservar la institucionalidad democrática”.

El Secretario General Insulza hizo un llamamiento a los gobiernos e instituciones multilaterales de la región para “evitar que el golpe de Estado se consume” y los instó a actuar “de manera unánime”. “Es muy importante que se vea a todos los países de América unidos contra esto”, afirmó el Secretario General Insulza, que anunció su inmediata disposición a viajar a Ecuador y a toda reunión de presidentes o cancilleres que se convoque para tratar el tema.

La Representante Permanente de Ecuador, María Isabel Salvador, mostró su satisfacción por la resolución aprobada y expresó su reconocimiento a la OEA y a los representantes permanentes de los Estados Miembros “por ratificar su compromiso con la democracia en la región”.

Al inicio de la sesión, la Representante de Ecuador expuso al Consejo Permanente un detalle de los acontecimientos ocurridos hoy en su país, que calificó como “un intento claro de alterar la institucionalidad democrática”. La Embajadora Salvador informó que su gobierno declaró el “estado de excepción” y que encargó a las Fuerzas Armadas de asumir el control del orden público y garantizar la seguridad del Jefe del Estado.

Seguidamente, tomaron la palabra los Representantes Permanentes ante la OEA que, en nombre de sus países y de los grupos regionales, mostraron su rechazo explícito a los incidentes en Ecuador y su pleno apoyo al gobierno del Presidente Correa.

La galería de fotos de este evento estará disponible pronto aquí

Para más información, visite la Web de la OEA en www.oas.org