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LA POBREZA NO ES EXCUSAPARA ALENTAR EL CULTIVOILEGAL DE LA MARIHUANA

Las manifestaciones de protesta de pobladores que se dedican a la producción ilegal de marihuana en la zona de San Pedro, exigiendo al Gobierno que cesen los operativos de destrucción de cultivos, es una peligrosa reivindicación del delito que no debe ser permitida. Es más grave aún que autoridades como el gobernador del departamento les otorguen un implícito respaldo. La pobreza no debe ser justificación para tolerar abiertas prácticas al margen de la ley.

Mientras aún no se disipa la sorpresa causada por una insólita manifes– tación de pobladores campesinos de San Pedro, reivindicando el cultivo y la producción ilegal de la marihuana, se suman las polémicas declaraciones del propio gobernador del segundo departamento, José Pakova Ledesma, apoyando la liberalización del tráfico de la droga.

La protesta se realizó el pasado jueves 27 de enero, en la localidad de San José del Norte, más conocida como la compañía Kamba Rembe, en el distrito de General Resquín, y en la oportunidad los productores exigieron públicamente que se detengan los operativos gubernamentales de destruc– ción de cultivos ilegales de Cannabis, bajo el pretexto de que es el único rubro que les permite sobrevivir ante la pobreza y el abandono por parte del Estado.

 

Aunque algunos fiscales y jueces anunciaron que iban a tomar medidas ante tan abierta y flagrante reivindicación de una práctica delictiva, hasta ahora nada sucedió. Por el contrario, varios parlamentarios formularon declaraciones a favor de una presunta liberalización del tráfico de la droga, respaldando implícitamente la reivindicación de los productores marihua– neros, y más recientemente el mismo gobernador de San Pedro se mostró a favor de la legalización del cultivo, la comercialización y el consumo del estupefaciente.

 

La postura asumida por el gobernador Ledesma, quien es además uno de los dirigentes políticos de izquierda más cercanos al presidente de la Repú– blica, Fernando Lugo, al igual que la de los otros parlamentarios que pre– conizan la liberalización del tráfico de la marihuana, constituyen una actitud populista censurable, que justifica y estimula una actividad ilegal penada por las Leyes de la República, así como por varios acuerdos y trata– dos internacionales suscritos por el Paraguay en la lucha antidrogas.

 

Nuestro país es considerado el principal productor ilegal de marihuana en Sudamérica, desde donde se contrabandean diariamente grandes canti– dades de la droga a mercados de otros países, especialmente Brasil y Ar– gentina, lo cual ha llevado a la instalación dentro de nuestro territorio de organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico, como el Primer Co– mando Capital (PCC), de São Paulo, y el Comando Vermelho (CV), de Río de Janeiro, con una compleja red de operaciones delictivas que hasta ahora ha ocasionado numerosos casos de violencia, asaltos, robos, secuestros y asesinatos, extendiendo tentáculos de corrupción que llegan hasta las insti– tuciones del Estado paraguayo.

 

Si bien es cierto que existen situaciones críticas de mucha pobreza y necesidad en amplios sectores de la población paraguaya, ello no puede ser un justificativo para defender o alentar la vigencia de territorios liberados para el cultivo ilegal de la droga. Lo que cabe es exigir al Estado una mayor presencia y asistencia a rubros agrícolas productivos, que permitan mejorar la economía y la calidad de vida de los pobladores. De lo contrario, esta– ríamos consagrando la abierta legalización del crimen.

http://www.ultimahora.com/notas/401443-La-pobreza-no-es-excusapara-alentar-el-cultivoilegal-de-la-marihuana

2 comentarios

Anónimo -

DESPENALIZAR LA PRODUCCIÓN DE MARIHUANA


Andrés Granje.
En el primer mes del año las fuerzas de seguridad y en especial los agentes de la SENAD, Secretaria Nacional anti Drogas, realizaron una intensa campaña de destrucción de cultivos de Marihuana en el Segundo Departamento de San Pedro, que dio como resultado la eliminación de cientos de hectáreas del cultivo y la detención de muchos labriegos que se dedican a esta actividad ilícita. Los campesinos enojados organizaron una jornada de protesta, pues señalaron que ante la falta de ayuda e incentivos para la producción de cultivos de renta por parte de los organismos del estado, la única actividad que les queda para mantener a sus familias, es dedicarse a sembrar marihuana aun sabiendo que está prohibido.




Esta posición, estaría respaldada por autoridades regionales, como intendentes y hasta el mismo gobernador del departamento, José Ledesma, quien off de record, manifestó a un periodista que habría que despenalizar la marihuana o en contrario brindar asistencia para que puedan sembrar cultivos alternativos que les asegure un ingreso económico digno, es que los políticos ven con preocupación como el desanimo y el desaliento crece por la incursión represiva de las fuerzas de seguridad en la zona. Existe toda una corriente de pensamiento a nivel Latinoamericano que se muestra favorable a la despenalización y libre comercio de la hierba, opiniones calificadas como las de los ex presidentes Fernando Henrique Cardozo, del Brasil, Ernesto Zedillo de México y Cesar Gaviria de Colombia.
En Paraguay también muchos grupos, no solamente productores o consumidores de la hierba, están a favor de este cambio, dicen y creemos que con razón, se pondrá fin a la marginalidad y criminalidad que rodea a este negocio, sacándolo el rotulo de prohibido y clandestino, desaparecerá también todos los carteles que hoy vehiculizan su consumo, al tornarse transparente y permitido su precio se reducirá de forma drástica, pues no se tendrá que pagar los cuantiosos montos que hoy se paga para transportar la mercancía, inclusive las coimas elevadas que se reparten a funcionarios para permitir su comercialización ilegal. Obviamente acabaría igualmente con la corrupción en filas policiales y judiciales.
Ahora bien, basta saber si el país está preparado para administrar la comercialización de una droga toxica cuyo consumo indiscriminado puede ser mortal o también como los derivados del tabaco los empresarios impondrá una ley híper flexible buscando una mayor venta a cambio de la salud de la gente. Además creemos que nuestro país no puede por si solo adoptar esta legislación, sin contar con el apoyo de las demás naciones del Mercosur como mínimo, no creemos que nuestros vecinos Argentina y Brasil permitan que inundemos sus ciudades con la hierba nacional, cuando ellos sigan teniendo legislaciones muy duras que reprimen este comercio, ni hablar de las trabas que tendremos en los Estados Unidos de Norteamérica y la Comunidad Europea, traducidas en fin de la ayuda internacional y duras sanciones económicas al comercio internacional desde nuestro país. Por eso es un tema para el debate y la discusión amplia y sin cortapisas.

Ilde Silvero -

Se nos viene la plaga blanca


Desde México hasta Tierra del Fuego, el continente latinoamericano se está convirtiendo en escenario de guerra entre las fuerzas políticas y los cárteles de narcotraficantes. Esto no es muy evidente a simple vista, pero un análisis serio de la situación concluiría que la presencia del EPP y el cultivo intensivo de marihuana en la zona de San Pedro no son hechos casuales, sino que están conectados al ajedrez geopolítico regional.

Que los sectores económicamente poderosos tengan influencia en la vida política no resulta extraño. Los nexos del dinero y del poder siempre han sido fluidos por los grandes negociados que benefician tanto a políticos corruptos como a avivados empresarios. Pero esta vez, las cosas van mucho más allá que la corrupción en la administración pública.

México es el ejemplo más patético y preocupante de la presencia y la acción criminal de los cárteles de narcotraficantes que controlan “zonas liberadas” y asesinan a gobernantes regionales que les molestan. Cada mes mueren centenares de personas en esta guerra sucia y el gobierno central es impotente en la práctica para frenar la fuerza letal creciente de estas mafias de la delincuencia.

Igualmente conocemos la difícil situación de Colombia en donde extensos territorios están bajo el control de las FARC, lugares en donde se produce en forma intensiva la cocaína que se exporta a varios países. Bolivia también experimenta el fenómeno de las regiones controladas por los cultivadores de coca, sector del que originalmente proviene el propio Presidente de la República. Aquí la alianza poder político-traficantes de estupefacientes es mucho más notoria.

En Brasil los cárteles de la droga y de otros negocios ilícitos han logrado ocupar espacios de poder de importancia en las más grandes ciudades del país. Aunque el Gobierno está combatiendo con fuerza a los narcotraficantes, la lucha apenas ha comenzado y es difícil predecir qué rumbos va a tomar.

En Paraguay el doble problema es que, por un lado, somos una escala muy utilizada para el tránsito de la cocaína hacia países europeos y, por otra parte, somos el principal productor de marihuana en América Latina. En los departamentos de San Pedro, Concepción, Amambay y Canindeyú se producen toneladas de dicha planta cuyas hojas son compactadas y enviadas clandestinamente al exterior.

¿Por qué debería preocuparnos tanto esta situación? Por una cuestión social grave: el consumo de estupefacientes se va extendiendo entre nuestros jóvenes y hasta niños y adolescentes, con las consecuencias negativas que conocemos. Por otra parte, los grupos delictivos que controlan este negocio maldito van acumulando fortunas incalculables y entonces, acorde a lo que decíamos al principio, quien tiene mucho dinero también quiere tener poder político.

En consecuencia, en nuestra sufrida América, de a poco, los grupos narcotraficantes se van metiendo en política, comprando descaradamente intendencias, gobernaciones, butacas parlamentarias, jefaturas de los partidos y ahora hasta quieren sillones presidenciales de los países.

El polvo blanco se va adueñando de nuestras naciones. Los políticos venden sus adhesiones sin importarles el origen del dinero sucio. Tenemos que tomar conciencia de esta grave amenaza y hacer frente a estos traficantes de la muerte blanca.