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PARAGUAY: ESPERANZA PROLONGADA

 

  • POR GUSTAVO TORRES GONZÁLEZ

Fernando Lugo comienza a ser criticado por organizaciones sociales y de izquierda

APE.

A poco de cumplirse la mitad del mandato de cinco años, la gestión del presidente Fernando Lugo Méndez -de enorme expectativa al asumir el mando en agosto de 2008 tras romper 61 años de hegemonía del Partido Colorado- empieza a tener fuertes críticas por parte de los sectores que siempre le han brindado apoyo: los grupos de organizaciones sociales y de izquierda.

El incumplimiento de las principales promesas electorales y el desplazamiento de su gobierno hacia una política más conservadora son los puntos más cuestionados por estos sectores. El retiro del apoyo del Partido Comunista Paraguayo y los cuestionamientos dentro del espacio progresista hacia el gobierno que apoya son una muestra de un posicionamiento más crítico respecto del rumbo que ha ido tomando el gobierno de Fernando Lugo en temas relacionados con la reforma agraria y la seguridad interna.

 

Considerado esto último como un retroceso ante el recrudecimiento de las represiones al movimiento popular y la criminalización de las protestas sociales. Según datos de las organizaciones campesinas, en la era Lugo fueron asesinados ocho dirigentes campesinos en diferentes circunstancias.

 

“Al amparo de la desesperación y el descontento general, las fuerzas represivas del Estado se han visto sobrepasadas en su capacidad de reacción a través del Plan Colombia y la Ley Antiterrorista, que ya entraron en vigencia, con la justificación que significa la existencia de un supuesto grupo armado que se pasea por el monte como un fantasma”, destaca la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (CONAMURI) en el último número del informativo Ñe’ê Roky (en guaraní, palabra que brota), para referirse al autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).

 

Esta situación es utilizada por el gobierno, a través del Ministerio del Interior, “para cometer abuso como torturas y arrestos arbitrarios perpetrados en su mayoría por la Policía en los últimos dos años en el marco de la búsqueda de supuestos miembros de la guerrilla”, según denunció recientemente la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

 

Asimismo, cabe mencionar que las organizaciones campesinas denunciaron una vez más nuevos casos de intoxicación masiva por agrotóxicos en una comunidad rural, rodeado de sojales, denominado Yeruti, en el distrito de Curuguaty, en el departamento de Canindeyú, donde recientemente falleció el agricultor Rubén Portillo Cáceres y una diez personas presentaron síntomas de intoxicación causados por inhalación de productos agroquímicos.

 

Los documentos secretos del Departamento de Estado de EEUU filtrados por WikiLeaks dejó al descubierto a su vez la política de seguridad del gobierno al revelar los contactos entre Asunción y Washington, a través de la Embajada de Estados Unidos en Paraguay, para la concesión del sofisticado equipo de escuchas telefónicas para controlar el 90 % de las comunicaciones producidas entre líneas de celulares. El alegato del ministro del Interior, Rafael Filizzola, ante los emisarios de Washington refiere a que los equipos servirían especialmente para espiar los movimientos del EPP, para adelantarse a sus acciones y los sofisticados equipos no tendrían otro fin.

 

Los pasos en falso y la defensa del proceso

 

“Defender el proceso de cambio es denunciar el incumplimiento del programa de cambio”, sostiene el Partido Comunista en un comunicado reciente tras anunciar el retiro del apoyo a la gestión del presidente Lugo. En ese criterio se están instalando las críticas a la gestión gubernamental y los pasos que ha dado hacia una política de privatizaciones relacionadas con las concesiones de carreteras y dragados de ríos (solicitados por empresarios fluviales, sojeros e importadores), cuya ejecución destruirá gran parte de la biodiversidad de los dos ríos más importante, según todos los pronósticos de los ambientalistas.

 

Además, el otro puntal de críticas refiere a las concesiones de aeropuertos, que el Poder Ejecutivo envió al Congreso para su estudio y fue aprobado en primera instancia en la Cámara de Senadores. Los partidos políticos de izquierda que acompañan a Fernando Lugo se oponen a la iniciativa del ministro liberal de Obras Públicas y Comunicaciones, Efraín Alegre, para la aprobación de la Ley de Concesión de Terminales Aéreas, anunciando manifestaciones cuando se tratase en la Cámara de Diputados.

 

Los referentes de los partidos progresistas, agrupados en el Frente Guasu, consideran a esta legislación como una “entrega del patrimonio estatal a los capitales extranjeros” y sostienen a su vez que en la actualidad es rentable en manos del Estado, por lo que no amerita ninguna concesión.

 

Asimismo, el descuido en el que se encuentran los pueblos originarios al carecer el gobierno de un plan de mayor inclusión (habiendo siendo este uno de los ejes de la campaña), así como la no recuperación de las tierras y los bienes mal habidos durante la larga dictadura de Stroessner son puntos de reclamos hacia el Ejecutivo para que rectifique el rumbo en los años que le restan del mandato. Más allá de esta crítica de un sector de sus aliados, alegan los referentes del espacio socialista que la defensa del proceso de cambio que se inició con la elección de Lugo “se llevará adelante con Lugo, sin Lugo y aun contra Lugo”.

 

Entre la gobernabilidad y la opción progresista

 

Si bien los resultados de las pasadas elecciones municipales demostraron que el bipartidismo tradicional sigue siendo muy fuerte, la coalición Frente Guasu se constituyó en un tercer sector como alternativa electoral para 2013 frente al bipartidismo Colorado y Liberal, donde el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) buscará encabezar la chapa presidencial ante la imposibilidad de la reelección de Lugo para competir contra los Colorados.

 

En este escenario se dirimen el debate sobre el modelo de gestión del Ejecutivo a mitad de su mandato, donde empiezan a aparecer nombres y candidatos para suceder a Fernando Lugo desde el interior del “luguismo”, que triunfó en las presidenciales en abril de 2008. “Formamos parte de la lucha del movimiento popular paraguayo, del Paraguay profundo, con reforma agraria, cambios estructurales en materia de distribución de la riqueza, el combate a la pobreza, puntos que hoy están quedando en los papeles, en los discursos.

 

La realidad es que hay un proceso de derechización en todos los órdenes”, asevera a Comunicaciones Aliadas, Marcos Ibáñez, secretario de Comunicación del Partido Tekojoja. “Somos una de las organizaciones de izquierda junto al partido Comunista y Convergencia Popular Socialista, así como varias organizaciones sociales quizás más criticas con la falta de profundidad y la escasa vocación de cambio del gobierno de Lugo, que está quedando prisionero de los sectores tradicionales conservadores.

 

Tekojoja apuesta al proceso de cambio y no a la persona, pasado el tiempo, los cambios no llegan, y hay un desencanto generalizado que se está viviendo en el campo y en la ciudad. Hoy como partido estamos asumiendo una postura de hacer avanzar el proceso cueste lo que cueste, acompañamos las esperanzas de cambio pero no el status quo”, refiere el dirigente del partido Tekojoja.

 

La incongruencia del histórico crecimiento económico

 

Según el Banco Central del Paraguay (BCP), la economía paraguaya creció un 14,5% en 2010. Es la tasa de crecimiento más elevada que se ha registrado en el país desde hace casi 60 años. El 53% de esta expansión corresponde al sector agropecuario, un 11% al sector industrial, un 30% a los servicios, y un 6% al aumento de los ingresos públicos. Sin embargo, este inédito crecimiento económico no será muy prolongado, sostiene el economista de la no gubernamental BaseIS, Luis Rojas Villagra, dadas las estimaciones del propio BCP que ya prevé un modesto crecimiento del 4% del PIB para 2011. “Este crecimiento no impactará significativamente en la mayoría de la población, la que está en situación de pobreza, la que trabaja en la informalidad y la precariedad, y que en su conjunto representa a más de la mitad de los habitantes del Paraguay”, sostiene Rojas Villagra.

 

“El crecimiento del PIB es el crecimiento de aquellos que en nuestro país concentran de forma excluyente la mayor parte de los recursos productivos (tierra, agua, capital y créditos productivos). La mayoría de la población no sentirá, o sentirá efímeramente esta bonanza, para después verse en la misma situación de hace tantos años”, afirma el economista.

 

La esperanza prolongada y sus desafíos

 

La elección de Fernando Lugo como presidente de la República representó una enorme significación política, económica, de gestión pública y cultural, considerando que el país es el que más tarde se sumó al proceso democrático en la región. Es en ese aspecto que los sectores populares señalan sus críticas y piden al gobierno que reoriente su gestión hacia la profundización del proceso de cambio, empezando por defender y recuperar ciertos elementos de autoridad Estatal, necesarios para la profundización de la democracia y los derechos humanos, amenazados por un sistema mercantilista corporativo, donde el poder privado impone límites estrechos a las acciones del gobierno y ejerce un gran control sobre la economía, los sistemas políticos y la vida social y cultural.

 

El cierre del año 2010 fue menos tenso para el presidente Lugo en términos personales y algunos puntos de la gestión gubernamental tras lograr algunos acuerdos con la oposición y alejar el debate sobre un potencial juicio político hacia su persona, teniendo en cuenta por un lado la recuperación de su salud tras someterse a un tratamiento de cáncer linfático, la bonanza del crecimiento macroeconómico y de haber llegado a un acuerdo parlamentario para cubrir cargos vacantes en la Contraloría General de la República, la Corte Suprema de Justicia y algunas embajadas consideradas clave para el gobierno como Argentina y Uruguay.

 

Sin embargo, la representación diplomática ante el gobierno de Brasil y Bolivia sigue sin contar con embajadores y lo convenido para ocupar un cargo en la Fiscalía General de la República, dependerá de cómo seguirá la alianza en 2011 entre el Partido UNACE, del ex general golpista Lino Oviedo, y el Partido Liberal (PLRA) para dar los acuerdos previos compromisos de negociar espacios de poder.

 

Finalmente, la gestión del presidente Lugo, en el año que se conmemora el Bicentenario del país, en el aspecto económico y social tendrá un duro desafío al no contar con un instrumento recaudador como el Impuesto a la Renta Personal (IRP), rechazado por la oposición parlamentaria hasta el año 2013, fin del mandato presidencial. Analistas económicos coinciden que con la aplicación del IRP se transparentaría gran parte de la economía paraguaya al tiempo de formalizar y ayudar a distribuir mejor la carga tributaria.

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