CUARTEL DE LA VICTORIA

Parece un acto nimio, insignificante, anecdótico, sin embargo refleja la falta de respeto a instituciones y valores que debiera ser muy  considerados en el país. La información señala que Cuatro personas encapuchadas y con armas de fuego asaltaron en la madrugada el sábado pasado el Cuartel de la Victoria, ubicado en San Lorenzo. Luego de tomar de rehén al militar de guardia, ingresaron a la sala de armería y robaron un fusil y dos aparatos de comunicación. El hecho ocurrió alrededor de las 01.00. Posteriormente, los asaltantes irrumpieron en la sala de armería y se llevaron un fusil de procedencia checa, sin cargador y dos  equipos de comunicación tipo wolki toki, indicó el suboficial Juan Carlos Ayala.

 

Obviamente no se puede pedir a delincuentes que respeten valores o símbolos patrios o lugares que deben ser venerados por la población, pues es lugar donde moran y viven los últimos años de sus vidas los héroes que debieran ser por siempre honrados y reverenciados, los pocos  defensores de la heredad nacional en la confrontación bélica con Bolivia, que siguen con vida. Pero lógicamente se puede  exigir que las autoridades policiales o militares que custodian este lugar en San Lorenzo, comprendan que se trata de un lugar sagrado donde están quizás las únicas personas que en vida deben ser motivo de tributos y privilegios en el Paraguay, permitir el atropello es una afrenta sin límites y aun  cuando los abuelitos no hayan sido molestado el solo atraco cometido es un ultraje imperdonable que debe ser castigado.

 

Sé que muchos no estarán de acuerdo con este comentario por considerar que damos más trascendencia de lo que tiene a un hecho quizás irrelevante, sin embargo consideramos que una sociedad respetuosa y orgullosa de su pasado y de los hombres que engrandecieron a la nación, debiera de cuidar estos lugares simbólicos que son albergue y depositarios de la veneración popular, en este caso el cuartel de la victoria, pero también los museos y monumentos que recuerdan gestas tan trascendentes de nuestra historia como “la fundición la Rosada”, en Ybycuí, “el Cuartel de Isla poí” en el chaco que fue sede del comanchaco, por citar solo algunos de los más emblemáticos que están tan abandonados y que suelen ser blancos de la rapiña inmisericorde de la gente.

 

Pues si como afirmamos estamos tan agradecidos al sacrificio y patriotismo de tantos grandes paraguayos que dieron sus sacrificios y hasta sus vidas por dejarnos una patria libre e independiente, entonces debemos ser consecuentes con esas afirmaciones y honrar manteniendo estos recintos dentro del orden y la limpieza correspondiente, pues en ellos deben estar encendidos la tea luminosa de nuestra eterna gratitud hacia esos prohombres y sus gestas sin igual. Lamentablemente repetimos no es ese el comportamiento que tienen nuestras autoridades nacionales y tampoco la ciudadanía en general, estos lugares parecen tapera abandonadas y desoladas y en el caso del hogar de los veteranos de la guerra del chaco inclusive forajidos inocuos son capaces de asaltar la guardia robando armas del cuartel.

 

Andrés Granje