SCRACHES

Está en curso una campaña ciudadana destinada a fastidiar a los empresarios transportistas donde más les duele, sus bolsillos, la propuesta es que todos los usuarios en ciertos días devuelvan sus boletos a los conductores con lo cual ellos pueden volver a vender, practica perseguida por los empresarios, quienes siempre afirman que son víctimas del robo descarado de sus choferes. En una cuestión hasta si se quiere digno de un estudio siquiátrico por la fijación enfermiza con que persiguen los hechos de hurto de parte de la recaudación a tal punto que si se los dejaran convertirían los habitáculos de los rodados en jaulas llenas de molinetes e inspectores que de hecho suben casi cada diez cuadras a realizar los controles de boletos que resulta cansador e inoportuno para los pasajeros.

 

Ahora bien no nos parece que esta campaña, mas allá que se puede considerar muy ingeniosa, sea ética y moralmente aceptable por la población, pues si bien es cierto repudiamos con todas nuestras fuerzas el proceder miserable, especulador y extorsivo de los transportistas, que siempre están queriendo tener ganancias desmedidas por el mal servicio que prestan, con amenazas y chantajes, en contra de  los que finalmente contribuyen para que ellos tengan un pasar envidiable, que son los pasajeros, creemos que no es válido tener que recurrir  a método que constituye un delito, para molestar o perjudicar a los transportistas pues de esta forma se recurriría  a los mismos recursos extorsivos que tanto se combate.

 

Existen métodos más eficaces y no tan torcidos para que la población le escrache a los empresarios del transporte público y le haga sentir su repudio por la manera cómo actúan de forma inmisericorde presionando para alzar el pasaje en cualquier ocasión posible con o sin motivos. Recibimos  complacido el deseo ciudadano de hacer sentir a estos señores  su animadversión por tan deleznable proceder, es más nos gustaría que se sigan acentuando las muestras en contra de estos personajes para lo cual nos parece evidente que de la indignación por las redes sociales que hoy prevalece, se debe recurrir a la presencia física, con movilizaciones que muestren a estos empresarios que aparte de los blogs, se está dispuesto a las marchas y protestas en plazas y lugares públicos para expresar el enojo e indignación que se siente.

 

por Andrés Granje