PRECARIEDADES

Los médicos de los hospitales públicos anuncian paros por las precariedades existentes en los nosocomios de todo el país. Aparte quieren un reajuste salarial a los que están ganando actualmente. Lo que llama poderosamente la atención es que en una actitud muy responsable sean los galenos quienes denuncien las carencias existentes en los centros de atención lo que habla de un sentido de responsabilidad muy alto, porque cuentan al pueblo las difíciles circunstancias en que deben desarrollar su profesión y cuán difícil es salvar vida cuando el estado no satisface las mínimas exigencias requeridas para desarrollar esta delicada misión. Esperemos que el pueblo se solidarice con la posición de los vestidos de blanco y exijan igualmente que se pueda mejorar las prestaciones de saludad a la población.
En puridad de verdad la salud no siempre  ha sido una asignatura aprobada en el Paraguay, el déficit de cobertura siempre a sido muy alto y se puede decir que en ciertas regiones del país hasta un artículo de lujo, por eso que muchas veces nuestros compatriotas pobres en los ambientes rurales acudían y confiaban ciegamente en los médicos naturalistas y en chapuceros de toda marca que señalando poseer hasta dotes sobrenaturales para curar, se mofaban y lucraban miserablemente abusando de la ignorancia y la ingenuidad que da la miseria. Pero en esta época en que la ciencia ilumina todos los rincones del orbe y ya no se concibe una sociedad sin una buena cobertura de salud es penoso ver como sufren la gente desvalida en los sanatorios públicos de la republica al punto que los fronterizos cruzan las fronteras para recibir asistencia a países vecinos.
Algo  y rápido tiene que hacer el gobierno para solucionar el vaciamiento angustioso de las farmacias  de los hospitales  y  la mentada gratuidad de la salud es un mito  ante esta dolorosa realidad, pero los médicos también señalan que no solamente medicamentos son los que escasean sino insumos básicos como guantes de látex, gasas y otros elementos imprescindibles para cualquier intervención por mas minúscula que fuera.  Obviamente que en estas condiciones por mas buena voluntad que se tenga es difícil que se pueda ofrecer una atención de calidad o por lo menos aceptables en estos lugares, hasta el momento desde el sector oficial y en especial desde la secretaria de salud el mutismo es la respuesta a todos los requerimientos y quejas de los sectores afectados, lo que indigna a la población.

La situación es muy penosa para cualquier persona que tenga un familiar enfermo, todo es tan caro, la adquisición de medicinas en las farmacias comerciales, como la misma atención medica,  es casi usual que todas las personas enfermas tengan que recurrir a la solidaridad y caridad de vecinos y amigos para sobrellevar  esta situación,  realizando rifas o chorizadas para juntar fondos y solventar los gastos de algún familiar  enfermo porque es difícil que una familia pobre aunque trabajadora pueda hacer frente a los gastos. Ni que decir cuando tenga que soportar los rigores de procesos  de alta complejidad medica que casi siempre son prohibitivos para la gente de escasos recursos, lo que indefectiblemente condena a una muerte segura a las pacientes.

 

Andrés Granje