CONTROLES

El titular del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semilla (Senave), Francisco Mereles, brindó declaraciones a la prensa  con relación a la  imposibilidad que tienen de controlar el uso de agroquímicos en 45.000 cultivos de soja en los próximos 120 días. Afirmó que los productores también tienen responsabilidades a ser cumplidas. Esto patentiza de manera cruda la ausencia del estado hasta en estos lugares que no son inhóspitos o alejados de núcleos urbanos, ya que las comunidades sojeras son prosperas y en la mayoría de los casos están en áreas donde existen caminos de todo tiempo, por lo que estas declaraciones son patéticas y muestra las grandes falencias del  estado paraguayo que nos parece serán difíciles de subsanar en corto tiempo.

 

No estamos hablando ni tan siquiera de prohibir el uso de agroquímicos, solamente que el estado pueda controlar el uso racional de un producto que bien aplicado puede servir para mejorar la producción pero usada  de forma indiscriminada puede ser un arma mortal para el medio ambiente y para las poblaciones  aledañas de las grandes extensiones de cultivo . Por eso espanta el sincericidio del titular del  Senave, al afirmar que  solo cuenta con una camioneta por departamento, con dos a tres técnicos agrónomos, por lo que resulta imposible cubrir todos los sitios. "Si puntualmente los lugares donde hay conflicto y denuncias". Esto es condenar a las poblaciones rurales aledañas a que estén en permanente peligro.

 

Como justificación el titular del SENAVE, señaló que su institución no es la única  responsable del control, en ese sentido señaló que cada finca rural que se dedica al cultivo de la soja y que tiene más de 200 hectáreas deben contar con sus propios técnicos los que tienen que tener los cuidados correspondientes para no excederse y perjudicar a las poblaciones. Sin embargo todos sabemos que esto suena más a una declamación lirica que a la realidad, primero es probable que muchas fincas hasta de mas extensiones no tengan técnicos que puedan asesorarlos en cuanto al manejo de los agrotóxicos y aun que muchos de estos técnicos tengan la conciencia profesional y la ética de ponerles limites a sus clientes.

 

Si en estas áreas tan sensible para el medio ambiente y la salud de la población el gobierno está ausente y el director de uno de los entes que debe velar para evitar que se cometan delitos ambientales se muestra entregado y reconoce públicamente la imposibilidad de cumplir con su rol de contralor, que puede esperar la población de otras obligaciones en regiones mas abandonadas o alejadas del territorio nacional y en donde de manera evidente se siente la ausencia del estado. Mucho todavía debemos avanzar como país para poder contar con instituciones serias que cumplen su rol, de otra forma seguiremos teniendo esta democracia de baja intensidad que tanto mal y atraso  brinda  a nuestro pueblo.

 

Andrés Granje.