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HA… CHE RETà PARAGUAY ✓

CORRUPCIÓN JUDICIAL

El juez de la Niñez y la Adolescencia, Guillermo Pereira Saguier, presentó renuncia al cargo este lunes ante la Corte Suprema de Justicia. El magistrado fue denunciado por acoso sexual la semana pasada, por la modelo Gabriela Wolscham. Quien  presentó  una denuncia contra el  juez de la Niñez y la Adolescencia. La mujer presentó pruebas que demuestran la actitud que tuvo el magistrado a través de fotografías y mensajes de texto. En el juzgado de Pereira Saguier se estaba llevando un caso que la modelo mantiene con el padre de su hijo, por un régimen de visitas. La mujer denunció que desde hacía meses el magistrado la acosaba con mensajes de texto y llamadas. Inclusive algunas de las fotos exhibidas atentan contra el decoro que debe mostrar un hombre público.

Otro caso escandaloso aunque en esta no con tinte sexual o pasional, es  él que involucra al  fiscal Rubén Villalba, quien  presentó este lunes una recusación contra su colega Luis Piñánez por parentesco con uno de sus abogados. El agente del Ministerio Público es investigado tras ser sorprendido cobrando coima. Un caso también muy comentado y en donde el fiscal Villalba  quien llegó al cargo por poderosos padrinos políticos, entre los que se cuenta el senador Juan Carlos Galaverna al mejor estilo de los políticos que ni ante la avalancha de evidencias tienen el decoro de reconocer la verdad de los hechos y renunciar,  seguirá peleando y embarrando la cancha, esperando que el favor político de vuelta lo deposite en el cargo que mancilló con su conducta.

No es que estemos prejuzgando ni condenando con anticipación a nadie, pero los antecedentes y los comentarios surgidos con anterioridad por el proceder de este agente fiscal y los ardites jurídicos que comienza a utilizar en el incipiente caso, ya da una idea de lo que podemos esperar, el primer paso es nombrar a un pariente del fiscal interviniente Luís Piñanez para recusarlo luego, una de las chicanerias mas utilizadas en los tribunales paraguayos ante la pasividad de los jueces y la corte Suprema de Justicia que debiera castigar estos excesos procesales. Si hasta la ciudadanía que  mucho no entiende de estas tretas está indignada ante tanta osadía utilizada para  no dejar que la justicia investigue la denuncia concreta.

Esto demuestra dos hechos contundentes, primero, la gran corrupción reinante en el Poder Judicial, inaceptable para una sociedad que quiere tener la garantía que los órganos de la justicia esta  para  velar y hacer cumplir las leyes vigentes en la republica y segundo que  la población paraguaya está indignada y perdió el miedo a denunciar los graves casos de corrupción. Las autoridades del Poder Judicial deben tomar nota de lo hastiada que está la gente, tomando las medidas pertinentes, aplicando los castigos penales correspondientes. Es la misma lectura que debe hacer la clase política, de otra forma la  ira popular  pudiera recorrer otros caminos no deseados por la ciudadanía y que podemos lamentar luego.

por Andrés Granje.

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