FLAGELO

El contrabando es el mas grande flagelo que tiene el Paraguay, últimamente se dio mucha difusión al contrabando de azúcar y luego le tocó el turno al del  queso. Los lugares donde se comercializan estos productos preferentemente son los Supermercados a estar por las denuncias, pero también se sabe que en todos los mercados al menudeo se venden, estamos hablando de artículos de primera necesidad que integran la canasta familiar,  se contrabandea  desde derivados lácteos, panificados, productos hortícolas, frutas,  sin contar   los artículos del hogar, muebles, ropas  productos electrónicos y demás donde el negocio sube de proporciones y el ingreso se hace si no totalmente de contrabando pagando menos los impuestos o subfacturando,  que es otra forma de corrupción contra el estado.

Lo malo es que nadie realmente combate con fuerzas y con la decisión política que se requiere para terminar con el ilícito, el negocio es tan floreciente y poderoso, que prácticamente no existe gobierno en la etapa democrática, ni tampoco en la dictadura que puede contra  este mal. Solamente que en época de la dictadura la mafia estaba mejor organizada, el coto de caza era solamente para algunos privilegiados, amigos del régimen a quienes se les permitía el ingreso de determinadas mercaderías, sin perjudicar otros rubros de otros beneficiados, lo que hizo que aquellos advenedizos  no tuviera espacio para introducir productos irregulares a menos que tuviera un padrino poderoso  y obtuviera el patente de corso necesario para realizar estos operativos destinados a privilegiados.

En la etapa democrática el negocio se liberó  bastante y quedo en mano de las grandes corporaciones y capitalistas que financian los operativos y hasta existe una encarnizada  lucha por ganar mercados  internos luego. Los padrinos se multiplicaron y los agentes aduaneros corruptos amasaron fortunas al amparo de un sistema  permeable  hecho a la medida para que la corrupción se enseñoree, trabando toda posibilidad de desarrollar el país sobre la base del crecimiento de la industria, que es el único camino de generar fuente de trabajo y mejorar la calidad de vida de nuestros conciudadanos, esto hizo que ante la pauperización de las condiciones laborales los jóvenes sin oportunidades laborales solamente piensen en el éxodo hacia otras naciones.

Por eso cuando arrecia las críticas por el masivo ingreso del contrabando en rubros específicos, como el de azúcar o el queso o porque se cierran industrias y los gremios perjudicados elevan sus protestas se dan las  pálidas reacciones  de control del contrabando, que nunca es sistemática ni perdura en el tiempo, sino una forma de acallar las protestas. Cuando las aguas vuelven a sus niveles habituales de nuevo se sigue con las mismas prácticas, esto en los productos que se fabrican en el país. En  cuanto a los productos que no se fabrican aquí la situación es peor ya que nadie se preocupa mucho cuanto pagan por el ingreso de estas mercaderías si se subfacturan  o directamente dejan de pagar impuestos como se presume con razón.

Andrés Granje