COMERCIO INFORMAL

El contrabando arrecia de manera inclemente, beneficiando en apariencia a las familias paraguayas, en el corto tiempo y maquillan los números de las estadísticas, principalmente el control de precios, que nunca suben porque los productos introducidos a muy bajo costo hacen que nunca se tenga una gran inflación. Pero perjudicando a todo el país a lo largo, ya que las industrias no producen como consecuencia de lo imposible que resulta competir con los precios muy bajos que tienen estos productos ingresados de contrabando y que permeabiliza prácticamente todos los rubros que hacen a la canasta familiar. Además se vende sin ningún control en cualquier esquina de la capital y ahora ya también en todo el área central y las ciudades más importantes del interior.

Los industriales están desesperados y piden a las autoridades nacionales una pronta intervención para parar esta situación que pone en peligro la continuidad de la producción fabril en el país. Sin embargo todos los métodos ensayados por el gobierno nacional han tenido como final un único resultado, el fracaso, ni los controles en los puestos fronterizos combatiendo el contrabando hormiga que luego suman millones de quilos y es perjudicial aunque seguramente no tanto como el de los grandes contenedores o acoplados que también ingresa sin mucho miramiento por los puertos habilitados sin que los contrabandistas se ruboricen y sin que los fiscalizadores de aduanas hagan algo para impedir el  ingreso de estos productos.

También se intentó realizar controles en las zonas comerciales, revisando las documentaciones de las mercaderías lo que tampoco fue la solución, que difícilmente va a llegar mientras no exista la voluntad política requerida para cambiar de métodos. Muchos pragmáticos señalan que se trata exclusivamente de ventajas económicas y que ante esto no existen gritos chauvinistas o patrioteros que sirvan, ya que los componentes del pueblo al mirar un producto no le interesa de que  nacionalidad  es, sino cuánto cuesta y si es de buena calidad, si es bueno y de precio accesible claro que comprará el producto extranjero por mas amor a la patria que tenga.

Para eso precisamente está el estado para normar y darle formalidad al comercio, impidiendo que florezca el   ilegal, existen experiencias en otras latitudes que dieron buenos resultados para impedir el ingreso masivo de productos de países muy poderosos como nuestros vecinos que tienen un volumen infinitamente superior que hace que se produzca a menores costos. Además el sector privado debe buscar alternativa a la manera tradicional de producir tratando de superar la barrera hasta ahora infranqueable del contrabando se debe invertir en tecnología y capacitación para lograr productividad y calidad a menor costo, único método conocido para derrotar al contrabando.

Andrés Granje