PARA CUANDO LAS OBRAS

Tanto se habló que con la llegada de Horacio Cartes a la Presidencia se daría un boom de la economía, se iba a continuar las obras publicas y generar nuevas actividades productivas que iban a ocupar ingentes manos de obras, lo  que no se vio hasta el momento. A pesar de condiciones favorables para que ello acontezca. La información señala que mas de 10 mil obreros de la construcción siguen aun sin poder reintegrarse a sus tareas porque las obras están paradas como consecuencia de controles burocráticos, cuando lo que se precisa es poner de vuelta en marcha el aparato productivo generando empleos, para ver si se puede reducir igualmente los altos índices de inseguridad que se vive en el país.

La misma FEPRINCO, la entidad madre del empresariado nacional cuestionó la inactividad del gobierno señalando que no se puede parar todo, por sospechas o por supuestos hechos de corrupción perpetrados por el gobierno anterior. Se puede comparar al gobierno con las modelos rubias, de no poder cruzar la calle y mascar chicle al mismo tiempo. El gobierno debiera poder realizar las obras viales y realizar los controles y en caso de encontrar culpables o actos de malversación de la cosa publica recurrir a la justicia ordinaria pidiendo la sanción de los culpables, nadie apaña la irregularidad o la corrupción, lo que no se puede es seguir esperando para reactivar la economía nacional.

Si todo sabemos que la construcción es uno de los motores que mueven la economía de cualquier país no se explica porque el gobierno no comienza a activar este sector que es multiplicador en cuanto a la elaboración de empleos. La situación es grave teniendo en cuenta la cantidad de personas desempleadas que existe en momento en que se acerca el fin de año y la ciudadanía necesita tener una fuente que le genere los recursos suficientes para encarar los compromisos que se tienen en esta época del año. Aparte toda la dificultad que genera las obras a medio hacer paradas, la necesidad de contar con esos accesos viales, la vía crucis  para los conductores y transeúntes en general generándose embotellamientos colosales a raíz de todo esto.

Pasaron los primeros 100 días y se esperaba más del gobierno de Cartes, al menos en un campo que creíamos sería lo más fácil para un empresario habituado a generar empleos, buscar  y aprovechar las oportunidades que la coyuntura le presenta, así lo demostró en sus empresas privadas y de alguna manera eso quería que repicara en la función publica la ciudadanía en general. No queremos ser lapidarios, sabemos que el tiempo transcurrido es apenas el preludio de un periodo que dura cinco años, pero como al pueblo en general nos gustaría ver ya el cambio de actitud, que junto a la investigación y el castigo con la cárcel a los autores de los saqueos deleznable cometidos en contra del estado, también se vea el dinamismo del nuevo rumbo reflejado con obras y realizaciones fecundas para la patria.

Andrés Granje