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HA… CHE RETà PARAGUAY ✓

AGUAS ENVENENADAS

Las autoridades de la ESSAP dieron la alerta, el servicio de agua corriente que  brinda a la población no es  apto para beber y los habitantes deben abstenerse de consumir el vital líquido que puede convertirse en mortal. La  aguatera estatal no tiene el equipamiento requerido para depurar el agua altamente contaminada con cianobacterias  del lago Ypacaray de donde se extrae el líquido, lo que pone en una condición crítica a la ciudadanía  de la villa veraniega, que debe tratar de conseguir agua potable por otras vías que no sean las contaminadas de la grifería de la estatal. Lo que significa un gasto adicional para estos vecinos, aparte del cuidado que se debe tener para que niños y desatentos no consuman las contaminadas aguas de la  ESSAP.

Esta situación indignante mueve a comentarios diversos en la población que antes que nada se pregunta cómo es posible que el ente estatal ESSAP, se declare insolvente para solucionar el problema que se genera a partir  del descubrimiento del problema del lago que ya desde hace varios años está contaminado, a tal punto que ni bañarse en sus aguas se permite a los veraneantes que acuden hasta el lugar turístico. La ESSAP tiene que brindar respuestas efectivas a la población y no la que indica que deberá abstenerse por lo menos por quince días de consumir el liquido hasta que adquieran los equipos que puedan purificar el agua, de cualquier forma el mal y el grave perjuicio económico están hecho y esperemos que no haya consecuencias de salud en la población.

Este tema sirve también para la reflexión, ya que tanto nos ufanamos y con razón de ser un país bendecido al contar con una naturaleza prodiga con la mayor reserva de agua potable de la región, lo cual entraña una ventaja comparativa muy grande con las otras naciones de la zona, sin embargo si no cuidamos y permitimos que las industrias sin conciencia social e irresponsables sigan al margen de lo que indican las leyes ambientales  arrojando sus residuos industriales tóxicos a los cursos que alimentan al lago de Ypacaray , al punto de una contaminación tan evidente y nociva, en vez de sacar provecho de la situación ventajosa lo que logramos es ir matando a la gallina de los huevos de oro, hasta convertir en sucios pantanos nuestros cursos hídricos.

No podemos obviamente culpar solamente a la ESSAP, sino debemos asumir todos nuestra cuota culpa en todo esto, la desidia, el desinterés y  hasta la suciedad de la población  contribuyó  para que se llegara a esta situación crítica que ahora pone en peligro hasta la salud de la población y abre incertidumbres llenas de malos augurios de lo que pueda acontecer en un futuro cercano si no ponemos coto a  la depredación ecológica que de forma sistemática se viene  haciendo desde hace tantos años  y que comienza a eclosionar  causando estragos en las poblaciones.  Hasta el momento la reacción es timorata, como siempre nos vamos en discutir formulas y proyectos de soluciones pero en la realidad ese es el camino para no hacer nada.

Andrés Granje

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