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HA… CHE RETà PARAGUAY ✓

SAFARI

Es increíble lo acontecido con los alumnos del Colegio Internacional que participaron del denominado Safari, actividad que  sin la intervención de las autoridades o la autorización del colegio realizan desde hace algunos años los alumnos de cursos superiores. Al conocerse el grado de irracionalidad criminal que contenía varias de las prendas o juegos que debían realizar estos alumnos, aunque solamente se llegara a un 10 por ciento del listado de cosas que debían hacer aparte de ser actos de vandalismo reprochable, era peligroso para los mismos participantes, la nomina de pruebas es larga y sería ocioso repetirlo en este comentario, ya que va desde tocarle el trasero a una dama hasta robar una cartera,  hurtar objetos de un supermercado, hasta gritar en el aeropuerto que se tenía una bomba cuando en verdad se tenía una ristra de chorizos por la cintura.

No somos ingenuo, quizás mucho de estos ítems fueron colocados  sabiendo que eran  de cumplimiento imposible, sin embargo mas allá de esto que puede ser discutible, existen denuncias concretas  de  tortura y  flagelación de que fueron víctimas los alumnos a los que se les obligaban de participar del juego que raya la insania y debe ser motivo de preocupación y reflexión de los padres y autoridades de este colegio, aparte del condigno castigo a los responsables de estos vejámenes, algunas madres de las víctimas de las agresiones mostraron fotografías  donde quedan signos evidentes de la excesiva rudeza de los castigos infligidos, suceso que debe ser investigado por la fiscalía, más allá de las  sanciones   que apliquen en la institución educativa, esto es lo menos que se espera haga el colegio privado.

Estas prácticas, de cofradías y clubes secretos que comenzaban en los colegios creíamos eran practicas ya erradicadas en este nuevo siglo, desde el momento en que ni siquiera los “bautismos” que se les dan a los nuevos egresados de las universidades hacen sus locos festejos donde también eran elementos infaltables la violencia y el vejamen a los participantes obligados, por parte de los estudiantes de mas años en la institución. En este caso pareciera que la  mayoría de los participantes dieron su  expreso consentimiento para participar de la diversión solamente no esperaban de la intensidad de los juegos ni que se iba desbordar hasta los limites denunciados, en este caso pareciera que el denominado safari solamente buscaba la diversión y la risa de los estudiantes de cursos superiores, todo lo cual resulta deplorable cuanto menos.

De cualquier forma este caso muestra el alto grado de decadencia de una sociedad y de su juventud, se podrá decir que en todas las épocas los jóvenes fueron traviesos, inconformistas, contestatarios, rebeldes, transgresores, iracundos y poco convencionales, pero lo acontecido en esta institución y en otro colegio privado en Luque, el Santa Teresita,  donde los alumnos se encargaron de destruir los bienes de la casa  donde están cursando sus estudios, muestra el desenfreno, la locura, la tendencia destructiva de jóvenes de familias  acomodadas y rica, no precisamente de muchachos de barrios marginales de quienes es mas fácil esperar que muestren conductas que demuestren sus frustraciones y resentimientos ante las asimetrías de esta sociedad injusta.

por Andrés Granje

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