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HA… CHE RETà PARAGUAY ✓

El guaraní

Exabpruptos como el de Carmiña Masi son necesarios de vez en cuando. Sirven para poner negro sobre blanco temas que a veces se nos pasan o dejamos en el olvido sin reparar en el daño que nos hacemos como sociedad. Más allá de las actitudes indiferentes o de los patriotismos exacerbados, el tema del guaraní es esencial en la formación, consolidación y enriquecimiento de la cultura paraguaya. El poder de un idioma vivo, hablado por prácticamente toda la población -en mayor o menor medida- define el perfil de una NACION que se intercomunica e intracomunica con codigos exclusivos, de riqueza enorme, irrepetible y hasta complice en formas de alabar, condenar, explicar o definir cosas. Como no soy paraguayo nativo, el guaraní no fue mi idioma materno. Lo he adoptado a través de 57 años de vida en este país que me acogió, me dio una familia, una profesión y un hogar. Lamento no hablarlo con fluidez -más allá de algunas interjecciones, alabanzas y hasta algúno que otro insulto-, por eso cuando entrevisto a alguien en la radio o en el canal y que me habla en guaraní yo le pregunto en castellano, lo que resulta algo incómodo, pero que hago por respeto a un idioma que no domino aunque entiendo bastante bien y que deshonraría intentando hablarlo como Tarzán. Paraguay es un caso excepcional de bilinguismo en base a un idioma precolombino, pero un bilinguismo no testimonial sino vivo y en ejercicio. Muchos países de América mantienen sus idiomas originarios en uso pero no alcanzan la cobertura y, sobre todo, la capacidad expresiva y abarcante del guaraní. Y cierro con una anécdota. En los años '60 del siglo pasado, la Marina argentina andaba a la caza de submarinos no identificados que invadían las aguas territoriales argentinas. Las naves que participaban del operativo debían mantener una comunicación permanente y para evitar que el hipotético enemigo las interceptara, pidieron que la Armada paraguaya les enviara algunos hombres que hablaran guaraní para transmitir ordenes sin que los extraños invasores entendieran nada. Una historia que hace poco fue plasmada en la película "Códigos de guerra", con Nicolas Cage. Tal vez sea una leyenda de la epoca pero merecería ser cierta, ¿no les parece?

Cristian Nielsen Altuna

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