INDEPENDENCIA Y LENGUA
- *Por Bartomeu Meliá.
Si los paraguayos y paraguayas de los días de la Independencia tenían el guaraní como lengua propia y casi única en suspueblos, en la casa y en la calle, ¿Por qué toda la documentación oficial de la época está en castellano? Somos lo que hablamos. ¿En qué lengua se tomó conciencia de la independencia en el Paraguay?.La independencia del Paraguay cuyo comienzo fijamos tradicionalmente en la noche del 14 al 15 de mayo de 1811, no se hizo en un día. En esa fecha se abrió más bien un proceso que a decir verdad se completó en 1842, cuando, ya en tiempos de Carlos Antonio López se resuelve que la República del Paraguay es de hecho y de derecho una nación libre e independiente y se da una Constitución en 1844.
A juzgar por la documentación conservada, la única lengua usada en el proceso de independencia fue el castellano.
En ella están las actas y resoluciones, que dan cuenta de ella, de hecho, los conceptos políticos y argumentaciones
son expresados en un castellano clásico y profesional, bien dominado y empleado con propiedad.
Por eso mismo siempre me intrigó saber en qué lengua o lenguas se vivió realmente el proceso y cómo fue seguido en la vida ordinaria durante tantos años. Era la independencia un movimiento exclusivo de criollos ya castellanizados, separado del pueblo que por lo común usaba el guaraní? ¿Desconocían la mayoría de los líderes de mayo y otros significados políticos de la primera mitad de siglo XIX la lengua guaraní? ¿No provenían, sin embargo, algunos de ellos del “interior” del país, como Fulgencio Yegros, de Quyquyhó, Vicente I. Iturbe de San Pedro de Ycuamandyyú, Mauricio José Troche de Curuguaty, Francisco Javier Bogarín, de Carapeguá, Fernando de la Mora, de Tapuá (Limpio), donde el guaraní era la lengua común?
¿Sería que la independencia, frente a España, se hacía reafirmando paradójicamente la primacía de la lengua castellana de España? La extraña y desconcertante paradoja se aclara en gran parte con una observación del padre jesuita José Cardiel, en 1758, cuando dice que los paraguayos, aun de las ciudades, “nunca escriben cosa alguna
en la lengua del indio, aun los que saben escribir, como ni nunca rezan en ella, sino en castellano”. En otros términos, el guaraní no era lengua “oficial” en el Paraguay criollo.
Documentos y proclamas
Sin embargo, hay otra realidad. En los pueblos guaraní jesuíticos y en los de los franciscanos, que representaban
el contingente mayor de población de la Provincia del Paraguay, la lengua usada al escribir era el guaraní. Los documentos producidos en esos pueblos, que se conservan todavía hoy en los Archivos de Buenos Aires, de Simancas y Madrid, de Londres y de Asunción atestiguan que el guaraní es la lengua escrita ordinariamente para dar cuenta de lo decidido en los Cabildos, para comunicarse con los gobernadores y entre ellos mismos. Del período inmediatamente anterior a la independencia, es decir, desde 1759 y hasta 1813 hemos recogido 49 documentos, todos ellos en guaraní y de carácter civil y político. Era, pues, en los pueblos lengua oficial.
A esos hay que añadir las 9 proclamas, en guaraní y castellano, que el general Belgrano envió a autoridades y pueblo paraguayo en 1810, con la convicción de que no había otra lengua más apropiada para hablar con el pueblo paraguayo. La historia del Paraguay no se puede hacer dejando de lado el guaraní, aunque nuestros historiadores
han persistido en ignorarlo.
*Meliá es sacerdote jesuíta. Antropólogo y linguista. Miembro del Comité de Asesores de la Comisión Nacional del Bicentenario.
**Publicado en la revista del Bicentenario de la República del Paraguay (www.bicentenarioparaguay.gov.py)
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