COMPRA DE AVIONES RUSOS
En las condiciones actuales, las fuerzas militares no pueden cumplir a cabalidad sus responsabilidades constitucionales. Con una organización y estructuras obsoletas, equipos de transporte y comunicación insuficientes y armamentos perimidos, los militares paraguayos están muy lejos de conformar una fuerza de acción rápida y eficaz en el combate al crimen organizado transnacional o a cualquier otra amenaza que se cierna sobre la República. Es preciso tomar nota de lo que ocurre en países del continente como México o Colombia en los cuales fuerzas militares mucho mejor equipadas se ven con frecuencia rebasadas por grupos irregulares o por mafiosos y narcotraficantes. Urge devolverle funcionalidad y capacidad operativa al Ejército paraguayo para que, en estricta sumisión a los poderes democráticos, tenga la posibilidad de ejecutar las tareas que las leyes le asignan. El deber primero en este sentido es el custodio de la integridad territorial.
Por eso, ante la tentación de considerar que las hipótesis de conflicto internacional están definitivamente descartadas en Latinoamérica, habrá que recordar los recientes acontecimientos ocurridos en la frontera entre Nicaragua y Costa Rica, donde un repentino desacuerdo en torno a un territorio de 150 kilómetros cuadrados amenaza todavía hoy con convertirse en una conflagración que podría involucrar a otros países.
Sin embargo, no es ciertamente la eventual e improbable defensa armada de territorio invadido la única labor de las fuerzas militares. La protección del Paraguay pasa también por la vigilancia de las fronteras, para que el país no sea usado por delincuentes y redes criminales como base de operaciones o puentes de tránsito de drogas, armas u otros contrabandos. No es un secreto para nadie que nuestro país posee extensas áreas despobladas desde donde podrían operar estas bandas o que nuestras fronteras son en estos momentos sumamente permeables al paso irregular de personas y mercancías de toda clase.
En este tipo de tareas tres elementos juegan un papel crucial: una fuerza aérea adecuadamente preparada y dotada de una flotilla de aeronaves modernas; el sustancial mejoramiento de la formación profesional de los oficiales y una apuesta decidida a la incorporación de nuevas tecnologías de defensa en las Fuerzas Armadas. Estas condiciones demandan naturalmente importantes inversiones, pero es evidente que ya es tiempo de una renovación y reestructuración que hagan posible la adaptación de las desfasadas fuerzas militares a los nuevos tiempos.
14 comentarios
frank -
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rnkacrs -
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Jorge -
Lisandro Benítez -
Me preocupan sobremanera los planes de las Fuerzas Aéreas de adquirir aviones rusos de 15 millones de dólares cada uno. Aunque solo sea uno, significa nada menos que 75 mil millones de guaraníes. Es cierto que nuestros aviones militares dan risa pero en medio de tanta pobreza, de tantas urgencias sociales que el Gobierno del cambio no atiende, es lisa y llanamente un insulto y una falta absoluta de patriotismo pensar en gastar tanto dinero en aviones que serán todo lo moderno que se quiera pero que desde el punto de vista que se mire no son para países pobres como el Paraguay.
Espero que al menos en este punto el comandante de las Fuerzas Armadas, Fernando Lugo, sea coherente con sus discursos de opción por los pobres y no autorice semejante despilfarro. Si ya llevamos décadas sin aviones de guerra, y no nos pasó absolutamente nada, no veo por qué ahora haya que apurarse en concretar algo tan descabellado como lo anunciado por el comandante de las Fuerzas Aéreas.