LAS CARTAS QUE INSPIRARON UN GUIÓN
Acaso es cierto que todo tiene que ver con todo. La vida, la muerte, lo que uno hace con la vida después de una muerte. La vida misma, mordiéndose la cola como un perro loco. “Lo tengo escrito”, dice mientras apoya el libro de Paul Auster sobre la mesa y se da cuenta que lo reconocen pero nadie se le acerca a hablarle. Las Heras y Santa Fe no es una buena esquina para pasar inadvertido. “Ahora hay que ver cómo se produce”, añade a “lo tengo escrito”. Lo que tiene escrito es “Lectura según Justino”, el guión de una película. Ajá, Arnaldo André tiene una película en ciernes. Tal vez lo empezó a escribir cuando tenía 11 años y murió su padre. “Es duro. Muy duro crecer sin tu padre”, dice y no sorprende pero conmueve. “Eramos pobres y cuando murió mi padre, a mi madre le ofrecieron que yo fuera a trabajar al Correo y así empezó”. Il Postino, pero en Paraguay, donde nació.
¿Conocés el lago Ypacaraí?
El de la noche de plenilunio...
Ese.
Asiente y después instruye: “Bueno, alrededor hay tres pueblos, uno es San Bernardino”. ¿Y? “Nací ahí. San Bernardino fue fundada por suizos pero hay muchos ingleses y sobre todo alemanes. Cuando llevaba las cartas, apenas abrían la puerta y se dejaban ver, era como misterioso”, recuerda y añade que “cuando fui más grande y empecé a leer los diarios veía que hablaban de los nazis que había protegido Stroessner. Y cuando vine a la Argentina también hablaban de los nazis y empecé a pensar ‘¿alguno de aquellos no serían nazis?... ¿o víctimas de los nazis?’ Y así salió la historia”. Derrota de todos los prejuicios: Arnaldo André escribe sobre los nazis.
¿Vas seguido a San Bernardino?
Por lo menos una vez al año. Compré una casa, muy linda. Hay un árbol de mango, lo adoro. De chicos, todo se hacía a la sombra del mango. Y el sueño es retirarme allí pero creo que nunca me voy a retirar. Está eso de “morir en el escenario”, que no me gusta para nada, pero creo que voy a trabajar hasta que me sienta útil, no cuando me den un papel por generosidad.
Orgulloso, Arnaldo. Legítimamente. Trabajo no le falta. “Con mi socio Ignacio Echegoyen ganamos un concurso del INCAA para hacer una miniserie en la TV Pública digital”. No es poco. Hay más. “Estoy grabando la tira de Pol-Ka que sale en febrero. Se llama SDLqLos Unicos” y va ser bien Suar. Están Mariano Martínez, Griselda Siciliani, Nicolás Cabré, Eugenia Tobal”. Vaya proyecto. Tiene más. “Los fines de semana hacemos teatro en la costa, “Quedate a desayunar”, con Tobal. Es cansador, pero es enorme la gratificación por el contacto con el público”. Curioso, lo rodea mucha gente joven. “Ahora se trabaja mejor que antes porque hay otro nivel de producción. Además, estos chicos son respetuosos, responsables, llegan siempre a horario y le ponen unas ganas... esas que te dan gas de trabajar a vos” se entusiasma y diferencia: “Migré o Santa Cruz contaban el barrio. Hoy no se puede mirar solo el barrio”.
Se ríe. Dice que en los reportajes concede preguntas sobre sus célebres cachetadas sólo si además le hacen una pregunta inteligente. Toma el libro de Paul Auster, saluda amablemente y se va. No hay más preguntas.
Por DANIEL LAGARES
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