EL ENREDO DETRÁS DEL NIÑO
JUAN ITURBE: EL ENREDO DETRÁS DEL NIÑO
Negocio precoz: A los 17 años, la rompe en el Sudamericano de Perú mientras empresarios, clubes y dirigentes se pelean por el crack que nació acá, se formó en Paraguay y tiene un futuro europeo y millonario.
A principios del año pasado, Gerardo Martino lo hizo debutar con la selección paraguaya.
La idea es bastante vaga: si Messi es el nuevo Maradona, Juan Manuel Iturbe es el nuevo Messi. A ese ritmo viajan algunas mentes de la prensa futbolera. No hay tiempo para la creatividad. ¿Cuánto faltará para que aparezca el nuevo Iturbe? A Juan Manuel Iturbe lo llaman el Messi guaraní: por su talento y porque vivió en Paraguay durante diez años, aunque nació en Buenos Aires hace 17. La vida de este chico todavía es una maraña de asuntos legales. Su futuro –al margen de todas las negociaciones- se encuentra en un cajón frío de Lausana, la ciudad suiza donde tiene su sede el Tribunal Arbitral del Deporte.
Por Alejandro Wall
Negocio precoz. Juan Manuel Iturbe, de 17 años, la rompe en el Sudamericano de Perú mientras empresarios, clubes y dirigentes se pelean por el crack que nació acá, se formó en Paraguay y tiene un futuro europeo y millonario.
La idea es bastante vaga: si Messi es el nuevo Maradona, Juan Manuel Iturbe es el nuevo Messi. A ese ritmo viajan algunas mentes de la prensa futbolera. No hay tiempo para la creatividad. ¿Cuánto faltará para que aparezca el nuevo Iturbe? A Juan Manuel Iturbe lo llaman el Messi guaraní: por su talento y porque vivió en Paraguay durante diez años, aunque nació en Buenos Aires hace 17. La vida de este chico todavía es una maraña de asuntos legales. Su futuro –al margen de todas las negociaciones- se encuentra en un cajón frío de Lausana, la ciudad suiza donde tiene su sede el Tribunal Arbitral del Deporte.
La estrellita argentina, que el domingo echó sus gambetas en la cancha peruana para el gol del triunfo ante Brasil, aún no sabe dónde jugará sus próximos días. Aunque parece que su destino está en Porto, lo más probable es que transite esta primera mitad del año en Quilmes, el club donde se entrenó los últimos meses del año pasado, antes de viajar al Sudamericano Sub 20.
Pero la historia de Iturbe es un poco más sinuosa. Nació el 4 de junio de 1993 del matrimonio de los paraguayos Juan del Carmen Iturbe y Miriam Mabel Arévalos. Cuando el niño tenía siete años, la pareja regresó a Asunción. Allí lo criaron. Y allí creció como jugador: Juan Manuel hizo todas las inferiores en Cerro Porteño. Pedro Troglio, el técnico, lo mandó a la cancha ante Libertad cuando tenía sólo 16.
A principios del año pasado, Gerardo Martino lo hizo debutar con la selección paraguaya. Ya había jugado un torneo para la juvenil. Cuando el DVD con su zurda –y sus 169 centímetros de talento– comenzó a llamar la atención de los señores más poderosos del mundo, Cerro Porteño quiso firmar un contrato para asegurarse derechos de formación. El padre del pibe lo rechazó. Cerro, entonces, congeló a Iturbe: lo separó del plantel. No podría entrenarse hasta no poner el gancho. Y, de ese modo, comenzaron los tironeos.
El chico, asesorado por José Luis Chilavert, viajó a la Argentina. Un día alguien dijo que lo vio trotando con el plantel de Vélez. En Liniers lo negaron. Otro día apareció en Ezeiza. Sergio Batista, con buenos reflejos, le abrió las puertas de la Selección, en un movimiento parecido –y aquí sí vale la comparación– al que José Pekerman ensayó cuando atrapó en un amistoso a Messi, codiciado por los españoles para que vistiera la camiseta roja. Así, Iturbe viajó al Mundial de Sudáfrica como sparring.
Pero los enredos continuaban. Dos empresarios argentinos se lo disputaban: Marcelo Betnaza, por un lado; Gustavo Mascardi, por el otro. Ganó Mascardi. Iturbe cerró el año como jugador de Quilmes. En enero, sin embargo, el empresario comenzó a negociar su pase con el Porto. Cerro Porteño protestó ante el Tribunal Arbitral del Deporte en reclamo de los derechos de formación.
“El tema todavía está en el TAS”, le confirmó ayer a Tiempo Argentino el presidente de Quilmes, José Luis Meiszner. Pero, aunque no se hizo oficial, el acuerdo con Cerro Porteño es un hecho. De ser así, el jugador continuará en Quilmes hasta junio de este año, cuando viaje a Portugal para jugar allí en los próximos cinco años. Ayer, sin embargo, surgió una variante en la prensa británica: que de Porto salte a Manchester United. Ambos clubes tienen buenas relaciones. Y Alex Ferguson tiene una obsesión: se llama Juan Manuel Iturbe. Pero Ferguson no lo compara con Messi. Para él, Iturbe es el futuro Ryan Giggs. Y nadie se lo saca de la cabeza.
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