EN EL FACEBOOK UN GRUPO PARAGUAYO DEBATE SOBRE LA REALIDAD INDÍGENA
“Por una vida digna para los indígenas del Paraguay” es un grupo creado en la red social Facebook, para reflexionar sobre la realidad que viven los nativos, de las diversas etnias que habitan el territorio paraguayo. “Es una iniciativa que surgió de la profunda indignación que sentí el 15 de febrero pasado, cuando me tocó cubrir un caso lamentable: Bomberos voluntarios y funcionarios de Codeni rescataron de la calle a un niñito Mbya de sólo 4 años, que estaba abandonado con un severo cuadro de desnutrición”, indicó Sofía Masi, una joven periodista del Diario última Hora, de la corresponsalía de Ciudad del Este, quien motivó a amigos para sumarse a la iniciativa.
El caso de este niño fue como la gota que colmó el vaso. Desde que Sofía trabaja en el diario, acompaña la realidad de los indígenas que viven en campamentos urbanos cerca de la terminal de ómnibus de Ciudad del Este. “Viven en la extrema pobreza, con problemas de droga, explotación sexual, desnutrición y nunca hubo una respuesta eficiente del Estado. Esta es sólo la realidad más cercana, visible y tangible, porque en las comunidades del interior del Alto Paraná, la situación no es muy diferente”, lamenta.
“El día que cubrí esa triste noticia, pensé que escribir ya no era suficiente, que necesitaba hacer algo más. Entonces creé este grupo en el Facebook. Agregué a varios amigos y conocidos, y de a poco otras personas se fueron sumando”.
Las redes sociales se constituyeron en un espacio para compartir informaciones e intercambiar ideas respecto a la realidad de los indígenas en Paraguay. Se van posteando artículos que se publican en diarios digitales del país o informaciones encontradas en páginas web, tanto positivas como negativas sobre el mundo indígena.
“La idea es que de a poco, aumentemos nuestros conocimientos sobre los primitivos habitantes de nuestro país, y de alguna manera, comprometernos en la solución de los problemas que enfrentan.
Una de las acciones concretas que surgió del grupo fue brindar a los indígenas la oportunidad de hacer llegar sus reclamos a la diputada Olga Ferreira de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso Nacional. Uno de los miembros, visitó a los Mbya y los invitó a una audiencia pública con la diputada. En esa oportunidad, la parlamentaria se comprometió a intervenir para ayudarlos. Los Mbya siguen esperando…”, expresó Sofía Masi.
Para finalizar, la comunicadora dijo que este grupo “no fue creado para cultivar el asistencialismo, sino para sensibilizar sobre la situación en la que viven los indígenas en nuestro país”. Esperan asimismo que, con el tiempo, el grupo se vaya fortaleciendo y “sea protagonista de acciones que desemboquen en una vida digna para ellos”.
Contacto:
Por Sofía Masi
Corresponsal del Diario Última Hora
Ciudad del Este-Paraguay
Por una vida digna para los indígenas del Paraguay
3 comentarios
Roberto Ramírez Cardozo -
Anónimo -
Por Juan Carlos Díaz Guerrero
Asunción, 18 mar (PL) Más de mil indígenas de Argentina, Brasil y Paraguay asistirán aquí al II Encuentro de la Nación Guaraní, a celebrarse del 24 al 26 de marzo en la comunidad Jaguatí del norteño departamento de Amambay.
La cita se enmarca en el programa conmemorativo del Bicentenario de la Independencia y en el vigésimo aniversario del Tratado de Asunción (26 de marzo), que dio origen al Mercado Común del Sur (Mercosur), informaron hoy fuentes oficiales en conferencia de prensa.
El ministro de Cultura, Ticio Escobar, señaló que se pensó en Paraguay para este segundo encuentro como territorio ancestral y con marcada presencia de la nación guaraní.
Los temas fundamentales del encuentro sesionarán en base a los paneles Territorialidad y Libre tránsito de la nación guaraní dentro del Mercosur, además del respecto a las diferencias culturales y la posibilidad de asegurar esa instancia de diálogo.
Escobar manifestó que aún no están confirmadas las visitas de los presidentes, Evo Morales, de Bolivia, y José Mujica, de Uruguay.
Este programa se cruza con los cuatros ejes fundamentales para las celebraciones de los 200 años de independencia en Paraguay.
Ellos son, dijo, patrimonio y cultura tradicional, la construcción de ciudadanía, memoria y proyecto, y la constitución de colectivos y diálogos interétnicos a nivel regional.
El titular de Cultura comentó que con este evento comienzan prácticamente las grandes actividades del Bicentenario, y "viene a ser como una síntesis de todos los programas" de la celebración.
La indígena Alba Duarte, del pueblo Aché, agradeció a la Secretaría de Cultura por la gestión del evento y al presiente paraguayo, Fernando Lugo, "por abrirnos esa ventana" y la oportunidad de expresar "lo que sentimos".
El encuentro de pueblos guaraní de América del Sur forma parte del proyecto Mercosur Cultural, cuyos ministros del ramo acordaron en junio del pasado año en Buenos Aires celebrar la segunda cita en este país.
Paraná, Brasil, acogió en febrero del pasado año el I Encuentro y allí los más de mil participantes presentaron a los titulares de Cultura la creación de una Secretaría Especial de Representación del Pueblo Guaraní vinculada al Mercosur.
Anónimo -
II Encuentro de la Nación Guaraní
La Secretaría Nacional de Cultura de la Presidencia de la Republica organiza el
II Encuentro de la Nación Guaraní, que desde el 24 al 26 de marzo reunirá, en la
comunidad Jaguatí, Departamento de Amambay ,a cerca de mil líderes indígenas
de nuestro país y de Argentina, Bolivia y Brasil.
El encuentro forma parte del programa conmemorativo del Bicentenario patrio
y coincide con el vigésimo aniversario del Tratado de Asunción. A iniciativa
de Paraguay, su concreción fue decidida por los Ministros de Cultura del
Mercosur, que, reunidos en Buenos Aires, Argentina, en su xxx reunión oficial,
consideraron oportuno subrayar con eventos específicos, la importancia que ha
cobrado la integración cultural entre las naciones que conforman el mercado regional a veinte años de su institucionalización. De ahí que hayan dado su apoyo
a este II Encuentro que cuenta con los auspicios de Itaipu Binacional.
Antecedentes
Este Aty Guasu de la Nación Guaraní tiene como antecedente el I Encuentro de
Pueblos Guaraní de América del Sur cumplido en Paraná, Brasil y otras reuniones
entre pueblos Guaraní de Sudamérica; todos ellos estructurados en base del
respeto a la autoderminación de los pueblos, garantizado legalmente a nivel regional e internacional.
El ejercicio de este derecho se ha manifestado, entre otros aspectos, en el hecho
de que los representantes de los primeros pueblos que habitaron estas tierras
han tenido y tienen a su cargo la elección del lugar, la infraestructura del evento
y la temática a desarrollar.
Esta misma metodología de trabajo se repite en el II Encuentro de la Nación
Guaraní que tendrá como sede el territorio ancestral del pueblo Pái` tavytera
ubicado en el departamento de Amambay, en el marco del la conmemoración
del Bicentenario de la Independencia del Paraguay.
El comité organizador, integrado en su totalidad por líderes de los pueblos indígenas,
se reunió con frecuencia la Secretaria Nacional de Cultura, donde en
una ocasión la líder Aché María Luisa Duarte subrayó:
Nosotros vivimos aquí hace mas de 500 años; vamos a decir ¡Presente! En el Bicentenario,
pues aquí estamos todavía y vamos a seguir estando.
Soluciones de fondo
El Gobierno Nacional, a través de la Secretaria Nacional de Cultura, apoya la
consolidación de este espacio político que contribuirá a la búsqueda de soluciones
de fondo mediante políticas públicas, surgidas en este caso de un diálogo
directo entre el Estado y un sector históricamente marginado; cuasi oculto o
estereotipado en el relato oficial de nuestro pasado lejano y reciente, que obvia
o minimiza el valioso aporte de los pueblos Guaraní a la cultura paraguaya y a
la regional.
Repensar la historia nacional
Este II Encuentro, que se realiza en el marco del Bicentenario, patrio convoca
a una reflexión sobre el significado de los términos independencia y soberanía
como derechos inherentes al ser humano, porque a 200 años de la gesta independentista
que se conmemora, nunca han podido ser ejercidos por los primeros
habitantes de este continente.
Ese es posiblemente el gran desafío en cuanto a inequidad que el Paraguay y las
naciones de la región tienen la obligación de reconocer y afrontar para la construcción
colectiva de una nueva cultura, incluyente y respetuosa de la diversidad,
capaz de cimentar sociedades donde no tengan cabida ninguna forma de
discriminación y exclusión.
Pero, pese a los conflictos y asimetrías que marcan los vínculos históricos entre
los Guaraní por un lado y la sociedad y el Estado paraguayo por el otro, los actuales participantes confían en que el II Encuentro de la Nación Guaraní, constituya una oportunidad para discutir y articular acciones capaces de quebrar las barreras existentes e imaginar formas más equitativas de convivencia.
En la celebración del Bicentenario patrio no debemos olvidar que el Paraguay
no es solo la historia de los que arribaron a este continente sino también la historia
de los que ya vivían aquí desde hace 500 años.
Cabe recordar que a la llegada de los europeos en el siglo XVI, los guaraníes
constituían la etnia mayoritaria en el territorio que hoy conforman Brasil, Argentina,
Bolivia y Paraguay. Hoy, la que otrora fuera una nación indígena ha
quedado reducida a comunidades y pueblos distribuidos el noreste de Argentina
(Corrientes, Misiones, Entre Ríos y parte de las provincias del Chaco y Formosa);
el sur y suroeste del Brasil como Paraná y Mato Grosso del Sur; el sureste
de Bolivia. El Paraguay cuenta con una población mayoritaria Guaraní; su presencia tiene un mayor peso demográfico, cultural y lingüístico. Pero, a pesar de
esta reducción de los espacios geográficos y políticos, cabe sostener como horizonte utópico la perspectiva de una gran nación guaranítica, base del Mercosur y heredera del término Paraguay, nombre con que era conocido no sólo el sitio que hoy ocupa Asunción, sino toda la Cuenca del Plata.
Desde esta conciencia de Teta Guasu, los pueblos guaraníes asumen la región como espacio original de una de las culturas más extendidas y antiguas de América.
Construcción del oguasu u oga jekutu
Vale la pena resaltar que en lugar de estructuras perecederas (como espacios
realizados con carpas, utilizados en el I Encuentro), esta vez las reuniones tendrán
lugar en ocho grandes oguasu, o casas-templo tradicionales de modo que,
después del evento, queden como patrimonio de las comunidades para realizar
ritos, festividades u otras acciones que requieran un espacio protegido (campañas
de vacunación, programas educativos, etc.) Así lo ha decidido el comité organizador
indígena y esta decisión coincide, con la idea de dejar obras que conserven
y promuevan el patrimonio cultural, uno de los ejes de las celebraciones
del Bicentenario en el Paraguay; en otras palabras, se pretende un Bicentenario
para y con la gente, en este caso, los pueblos guaraní. Con los citados oguasu los
mayores están transmitiendo conocimientos a los jóvenes que lo construyen, y
quedarán además de sus diferentes usos como únicos testimonios de la construcción tradicional de la Nación Guaraní.
PROGRAMA
II ENCUENTRO DE LA NACION GUARANÍ
Yvy maraẽy Teta Guarani mbaretevera
La tierra sin mal para el fortalecimiento de la Nacion Guarani
MIERCOLES 23 DE MARZO
19:00 Llegada de los participantes. Bienvenida según la tradición Paî.
Inscripción de participantes. Consejo y apoyo logístico.
19:30 Cena. Consejo y apoyo logístico.
20:00 Reunión entre los consejos continentales.
22:00 Descanso.
JUEVES 24 DE MARZO Bienvenida e Inauguración del encuentro
05:30 a 07:30 Desayuno. Consejo y apoyo logístico.
07:30 a 08:00 Inscripción de participantes. Consejo y apoyo logístico.
08:00 a 08:30 Apertura y acto espiritual a cargo del líder religioso de la comunidad Paî.
08:30 a 09:15 Palabras del líder de la comunidad, un miembro del consejo Guaraní Paraguay
y un representante de la institución cooperante Secretaría Nacional de Cultura.
09:15 a 09:30 Bienvenida, explicación y antecedentes del II Encuentro.
Representante del Consejo Guaraní Paraguay. (Ángel Vera)
09:30 a 10:45 Primer Panel: TERRITORIALIDAD
Expositores de Paraguay, Argentina, Brasil y Bolivia
Moderador: Catalino Sosa
Autonomía y libre determinación. BOLIVIA
Demarcaciones-reconocimientos políticos. BRASIL
Garantías jurídicas: Aplicación y/o cumplimiento de las leyes, convenios y tratados internacionales; y garantía al derecho consuetudinario. PARAGUAY (Alberto Vázquez y Ángel Vera)
Acuífero Guaraní. PARAGUAY
Derechos de posesión y uso de los recursos naturales: Aire, suelo y subsuelo. ARGENTINA
10:45 a 11:00 Moderador (Crecencio Cáceres-María Luisa Duarte). Explicación de la metodología y organización de Mesas de Trabajo por PUEBLO.
11.00 a 11:15 Media mañana.
11:15 a 12:15 Trabajo grupales sobre el tema por pueblo.
12:15 a 13:15 Síntesis de propuesta por país.
13:15 a 14:45 Almuerzo
14:45 a 15:45 Presentación de conclusiones por país.
15:45 a 16:45 Plenaria y preguntas (Equipo de redacción-síntesis).
16:45 a 17:20 Merienda
17:20 a 19:20 Diferentes actividades culturales.
19:30 a 20:30 Cena
20:30 a 22:30 Noches culturales
22:30 Descanso
VIERNES 25 DE MARZO
05:30 a 07:30 Desayuno
07:30 a 08:00 Apertura y acto espiritual a cargo del líder religioso (BRASIL)
08:00 a 09:00 Lectura y aprobación del documento de la sesión del día anterior.
09:00 a 10:00 Segundo Panel:
LIBRE TRÁNSITO DE LA NACIÓN GUARANÍ DENTRO DEL MERCOSUR
Moderadora: Alba Duarte
El reconocimiento político de los países del MERCOSUR a la Nación Guaraní como transfronterizo.
PARAGUAY (Mario Rivarola)
El cumplimiento de los principios de los tratados, declaraciones y acuerdos de los estándares
internacionales BOLIVIA
El reconocimiento a la identidad del pueblo Guaraní en cada país para el libre tránsito de
personas, posesiones personales y de uso tradicional y artesanía. BRASIL
10:00 a 10:15 Moderadora: Filomena Portillo. Explicación de la metodología y organización de Mesas
de Trabajo por PUEBLO.
10:15 a 10:30 Media Mañana
10:30 a 11:30 Trabajo Grupales sobre el tema por pueblo
11:30 a 12:30 Síntesis de propuesta por PAÍS
12:30 a 14:00 Almuerzo
14:00 a 15:30 Plenaria y preguntas (Equipo de redacción-síntesis)
15:30 a 16:00 Lectura de Pronunciamiento sobre Bicentenario
16:00 a 17:00 Merienda
Auspicia En el marco de
17:00 a 19:00
Moderador: Pedro Guainer
Lectura de Seguimiento de CREACION DE UNA INSTANCIA PERMANENTE DE LA NACIÓN GUARANÍ DENTRO DEL MERCOSUR
Discusión. Propuesta final.
19:00 a 19:30 Pronunciamiento de los Jóvenes Guaraní
19:30 a 20:30 Cena
20:30 a 22:30 Noches culturales
22:30 Descanso
SÁBADO 26 DE MARZO
05:30 a 07:30 Desayuno.
07:30 a 08:00 Apertura y acto espiritual a cargo de líderes religiosos de todas las representaciones en
ceremonia única de clausura.
08:00 a 09:30 Moderador: Ricardo Mbekroróngi.
Lectura y aprobación de documentos de la sesión anterior.
09:30 a 11:00 Dialogo de las mujeres guaraní con la Ministra de la Mujer, Doña Gloria Rubín
Tema: Identificación de Intereses y capacidades para un trabajo conjunto.
11:00 a 15:00 Tiempo para otras actividades de integración.
15:00 Acto de clausura en Conmemoración de los XX Años de la Firma del Tratado de Asunción.
Palabras de bienvenida del Maestro de Ceremonia
Palabras de apertura. Ministro, Ticio Escobar
Lectura y entrega de la Carta Declaración del II Encuentro Guaraní
Palabras de un representante del II Encuentro
Palabras del Excelentísimo Presidente, Don Fernando Lugo
Palabras de cierre del Excelentísimo Señor Presidente de Bolivia, Evo Morales
Acto espiritual
Recorrido por el complejo de arquitectura tradicional guaraní OGUASU.
Brindis con menú Pai Tavytera
Fin del acto
ANEXOS
(Documentos y reflexiones que otorgan un marco conceptual y jurídico al Encuentro de la Nación Guaraní)
Investigacion de Bartolomeu Melia. Asesor de la Comision Nacional del Bicentenario. Investigacion realizada para la ocasión.
1848
Decreto del 7 de octubre del Presidente Carlos Antonio López
Bartomeu Melià, s.j. (*)
El Decreto de 1848 es un triste hito de la vida independiente del Paraguay. No otorgó libertad ni ciudadanía completa a los pueblos indígenas, anticipando lo que serían en adelante las políticas públicas de Estado: una sistemática usurpación de sus territorios y bienes, discriminación social y negación de sus culturas.
Cuando el Paraguay llevaba pocos años de independencia y habiendo superado el período de terrible dictadura instaurada por el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, el presidente Carlos Antonio López declaraba en 1848 ciudadanos libres a los Indios naturales de toda la República.
El Decreto pretendía instaurar un tiempo nuevo de libertad lo cual era laudable, pues durante el régimen de conquista, es decir, el periodo colonial hasta 1811, fue una etapa de engaños, de humillación, de abatimiento, de abusos de todo género y de privaciones, atribuidos al pupilaje bajo el cual habían sido tenidos los indios naturales, especialmente los guaraníes.
Sin embargo, los considerandos en que se basó ese decreto constituyeron una manera de encubrir su verdadera intención. Su aplicación tuvo efectos contrarios a su postulado.En primer término, los pueblos de indios a los que se refería el Decreto constituían las 21 comunidades en las que vivía aún la mayor parte de la población paraguaya. Eran los antiguos pueblos de guaranies fundados a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII: Ypane, Guarambaré, Ita, Yaguarón, Atirá, Altos, Tobatí, Itapé, Cazapá, Yutí, Belén, San Estanislao, San Joaquin, Santa María, Santa Rosa, San Ignacio, Santiago, San Cosme, Trinidad, Jesús y el Carmen,
antigua comunidad de Encarnación o Itapúa. Diez de ellos habían sido instituidos por los conquistadores o por los franciscanos; los otros once eran de creación jesuítica, pero los padres jesuitas habían sido expulsados ya en 1768, originando cambios notables en su gobierno y organización.
Por tales motivos, esas comunidades presentaban características bastante diferentes, pero habían sido puestos al mismo nivel por el presidente López como pueblos que demasiado tiempo han sido engañados con la promesa fantástica de lo que llamaban sistema de libertad de los Pueblos.
La libertad y ciudadanía se harían efectivas, decía don Carlos Antonio López, haciendo desparecer la comunidad y los instrumentos de su gobierno como los Cabildos, los Justicias, los Corregidores y Administradores.
También es significativo que en los artículos del Decreto apenas figura la palabra libertad, tan proclamada al principio. Su intención era más bien determinar y definir otras normas y nuevas instancias de gobierno. Entraron así en vigor las Comisiones, que de hecho eran instancias de fuera, para
controlar la comunidad.
El artículo 21, fue aplicado de inmediato, puede ser tomado como centro y eje de todo el Decreto:
Se declaran propiedades del Estado los bienes, derechos y acciones de los mencionados veinte y un
pueblos de naturales de la República.
A través de este tristemente famoso Decreto del 7-X-1848, el presidente Carlos Antonio López suprimió la institución del táva comunal, declarando extinta la comunidad lo cual permitió al Estado apropiarse y disponer de las tierras de los 21 pueblos de indios, a quienes se concedía por irónico trueque- la ciudadanía.
La asimilación de todos los habitantes del Paraguay en una única ciudadanía, negaba por vía de derecho positivo la realidad pluriétnica del Paraguay.
Despojados de sus tierras, los indígenas se vieron también excluidos de la posibilidad de elegir y ser elegidos, ya que sólo podía ejercer este derecho quien poseyera algún inmueble en propiedad.
La negación de la identidad étnica y de la posibilidad de organizarse socialmente atendiendo a un
sistema propio, dio lugar durante estos doscientos años a un presupuesto político que guiarían el
pensamiento y la práctica de los distintos gobiernos. Sería igualmente una actitud constante de la sociedad dominante frente a los pueblos indígenas.
En 1856, el francés Martín de Moussy al recordar su visita al Paraguay, lanza contra López un duro juicio. Es preciso no ocultarlo: el Paraguay de hoy es una inmensa Misión, cuyos mayordomos son el
señor López y sus hijos, con la diferencia que los socios no están ni mantenidos ni vestidos, ni tienen sobre todo parte alguna en el beneficio general. Se comprende que el mecanismo de semejante administración es simple y poco costoso. Así es que el Paraguay ofrece ahora el espectáculo de un gobierno
fabulosamente rico mientras que la Nación no tiene nada que comer.
La Constitución de 1870, promulgada después de la Guerra de la Triple Alianza, cuando el Paraguay
estaba todavía ocupado por los extranjeros, legalizaba una posición discriminatoria contra los
indígenas, dando atribuciones al Congreso de proveer a la seguridad de las fronteras; conservar el
trato pacifico con los indios y promover la conversión al cristianismo y a la civilización (Art. 72, inc.
13); nunca reconoció sus territorios. Dos grandes empresas, entre otras, se hicieron con una porción
considerable del territorio nacional: la firma Carlos Casado, en el Alto Paraguay, y La Industrial Paraguaya S.A, en la zona de Alto Paraná.
Este tipo de legislación reflejaba e incentivaba una mentalidad y actitudes sociales tan discriminatorias e injustas contra los indígenas, que la Corte Suprema de Justicia tuvo incluso que recordar que todos los indígenas, en su calidad de habitantes del territorio nacional, gozan, al igual de las personas
civilizadas, de los derechos y garantías que las leyes reconocen a estas últimas (Circular N° 1 del 3 - XI - 1957).
Consideradas como parcialidades y ya nunca más como naciones, ni pueblos los indígenas fueron tratados como sobrevivientes en vías de asimilación a la única ciudadanía paraguaya. Aunque se habla todavía de la formación de colonias, el reconocimiento de la tierra indígena, cuando
es considerado, pasa a segundo plano.
La Constitución de 1992 incluyó varios artículos verdaderamente revolucionarios, resultado de propuestas trabajadas por los mismos indígenas en diversos encuentros. Por ejemplo, el artículo 62 establece:
Esta Constitución reconoce la existencia de los pueblos indígenas definidos como grupos de culturas anteriores a la formación y constitución del estado paraguayo.
En consecuencia, se tendría que haber reconocido sus territorios, pero apenas se les reconoce el derecho a la propiedad comunitaria de la tierra, que el Estado debe proporcionar en forma gratuita.
Estas disposiciones quedaron en letra muerta desde el momento en que la devolución de esas tierras dependía expropiaciones que requerían de indemnización por parte del Estado.
La compra de tierras y las indemnizaciones, han hecho prácticamente imposible las devoluciones de tierras y territorios usurpados a los pueblos indígenas.
El espíritu del Decreto de 1848 de Carlos Antonio López, que se creyó competente para pasar a propiedad del Estado los bienes, derechos y acciones de los pueblos indígenas, sigue más vigente que nunca, con el agravante de que el Estado dilapidó en un siglo y medio la casi totalidad de sus tierras y no está ya en condiciones de devolverlas a sus dueños.
Entretanto, en los últimos tiempos, se ha permitido la creación de verdaderos territorios culturales y económicos autónomos, como son las colonias menonitas y las extensas áreas de tierra en manos de empresarios terratenientes, muchos de ellos venidos del exterior, y todo ello, a costa de las comunidades
indígenas y campesinas. El Estado, en una actitud suicida e irresponsable, no ha podido ni querido evitar la depredación del hábitat, la contaminación ambiental, la explotación económica y la alienación cultura, que afecta no solo a los pueblos indígenas sino a toda la nación paraguaya.
Los guaraní han estado siempre demarcados del Estado. Si no son sociedades contra el Estado, como las quería Pierre Clastres en 1974, son ciertamente sociedades sin Estado o sociedades a pesar del Estado.
Pero hay una manera de ser y actuar del guaraní que en cierta manera trasciende fronteras. Los Estados no lo saben, pero en seguir siendo lo que son, en hablar su lengua, en vivir con fuerza la filosofía de la palabra y la teología de la palabra inspirada, hay una fuerza que les ha dado buenos resultados.
En la época pre colonial los pueblos que serán después conocidos como guaraní eran considerables.
Dentro del proceso colonial, al mismo tiempo que ocurría la desaparición de muchos grupos, otros eran llevados a convertirse en guaraní genérico, asimilado al mundo colonial. Su territorio tradicional no era ni
siquiera tenido en cuenta.
Con la aparición de los Estados modernos, los guaraní se han visto distribuidos entre Brasil, Paraguay, Argentina y Bolivia, que tienden a crear para ellos políticas diferentes que dividen incluso a los de una misma etnia.
Todos los Guaraní tienen ahora su muro de Berlín que los separa y divide, volviéndolos extranjeros y extraños
para sí mismos.
El muro, no solo virtual, separa a los Pâi Tavyterâ de Paraguay de los Kaiowá del Brasil, a los Avá Katú (o Chiripá) del Paraguay y los Ñandeva del Brasil, lo Mbyá del Paraguay, del Brasil y de Argentina /y hasta del Uruguay), los Mbya o Guaraní Occidentales de Bolivia y de Argentina de los mal llamados Guarayos del Paraguay, los Isoseños de Bolivia de loso Tapieté o Ñuguará (o Ñandéva) del Paraguay.
Si bien las visitas a parientes de país a país, así como los recursos de la lengua y las prácticas rituales aseguran
por ahora una cierta unidad que salta el muro. Esta unidad se manifiesta más a través de las estructuras lingüísticas comunes, tradiciones religiosas y eso que podríamos llamar el teko guaraní el modelo de
ser guaraní--, que es toda una experiencia de vida y actos de comunicación propios y reales.
Del territorio a la tierra y la expoliación de la tierra
En los países en los que que4daron repartidos los guarní, el proceso de apropiación de tierras ha seguido distintos caminos. Además de la pérdida del territorio continuo, común a todos los indios de toda América
Latina, en mayor o menor grado, lo más visible y lo más sensible precisamente para quienes habían sido llamados monteses o selváticos, es la pérdida de la floresta. El avance de la deforestación ha tenido ritmos
diferentes en cada país, pero el imperio del mismo modelo pretende igualar los horizontes.
(*) Sociedades a pesar del Estado
Bartomeu Melià, s.j. (*)
(*) Investigador. Miembro del Comité Asesor de la Comisión Nacional del Bicentenario.
Conclusiones del I Encuentro que antecedió a esta segunda asamblea.
I Encuentro de Pueblos Guaraní de América del Sur
Parana, Brasil. Febrero 2010
CONCLUSIONES
Creación y mantenimiento de una Secretaría Especial de Representación del Pueblo
Guaraní vinculado al Mercosur Cultural;
Creación de un foro permanente de discusión en defensa de los derechos de los
Guaraní, en el ámbito del Mercosur Cultural;
Realización de actividades que promuevan el intercambio cultural entre las diversas
comunidades Guaraní de Sudamérica;
Garantizar la realización de Seminarios y Encuentros (Aty) del Pueblo Guaraní entre
Brasil, Argentina, Paraguay y Bolivia;
Garantizar y respetar el libre tránsito cultural, de acuerdo con las tradiciones de los
pueblos indígenas en las fronteras entre Brasil, Argentina, Paraguay y Bolivia;
Garantizar la demarcación y/o devolución de tierras y territorios tradicionalmente
ocupadas por el Pueblo Guaraní;
Garantizar programas de políticas públicas como gestión territorial (reforestación,
proyectos agrícolas, otros), salud, educación diferenciada, medios de comunicación
y otros;
Garantizar la participación de las delegaciones Guaraní de Brasil, Argentina y Paraguay
en la reunión de Bolivia sobre cambio climático en abril 2010;
Garantizar la punición contra la discriminación, preconceptos y violencia practicadas
contra el Pueblo Guaraní.