¿CUÁNTO DEBE COSTAR EL PASAJE?

La ciudadanía está disconforme en contra del aumento del precio del pasaje. Nadie cuestionaría este aumento si los ómnibus estuvieran en condiciones, si el servicio fuera bueno, lo que molesta e indigna a la población que sale a la calle a exigir que baje nuevamente el precio del pasaje,  es que los ómnibus son obsoletos y  las prestaciones son definitivamente  deficientes al punto  que no existe unidades a la noche y a las 21 o 22 horas dejan de funcionar, este hecho hace que sigamos siendo la gran aldea y que aun no podamos desprendernos y ser la urbe importante y cosmopolita que queremos para la capital de la república, igualmente las ciudades de la gran Asunción, donde incluso abandonan antes la cobertura del itinerario.

Por eso las protestas de usuarios que como nunca se tuvo por las calles asuncenas y que irán creciendo en número, en la medida que el ejecutivo no encuentre las medidas alternativas para mitigar el impacto del nuevo precio del pasaje. La ciudadanía está fastidiada, cansada, con bronca por los reiterados  abusos de los transportistas, decir que la reacción es solamente por este último aumento de pasaje, no refleja la profundidad del enojo popular que ve como una vez más los transportistas se burlan de la población con la complacencia de las mismas autoridades que nunca pudieron remediar la situación injusta por lo que habitualmente pasan los prestatarios del servicio público, desde décadas atrás.

El siglo de las comunicaciones puso al servicio de la gente tanta información, la gente se nutre de conocimientos por las formas tradicionales, radios, televisión y prensa escrita, inclusive periódicos digitales, pero también  por medios de las redes sociales, una manera novedosa y democrática para  acceder rápidamente a la información, con todos estos elementos la gente, mira, compara, comenta, analiza, saca conclusiones y se forma opiniones, por eso tanto las autoridades nacionales como los grupos de empresarios expoliadores y rapaces deben entender que los tiempos cambiaron, que esta es una sociedad distinta, participativa e informada, que se indigna y reacciona, que ya no está dispuesta a obedecer como borregos las imposiciones injustas de los eternos privilegiados.

Por eso también desde las esferas del poder, los gobernantes deben demostrar mucho talento y capacidad para dar soluciones inteligentes a viejos problemas, no hacer lo que siempre hicieron sus antecesores, usar lentes oscuros y ponerse de espaldas a los problemas esperando que los mismos se disipen en intensidad,  aunque se sabe que las situaciones no resueltas se vuelven crónicas,  persisten y se agudizan en el tiempo. Una cosa es cierta el sistema vigente de transporte público  ya no puede continuar, la obsolescencia es notoria y no se trata solamente de conseguir mejores unidades, sino todo el entorno y los componentes que forman parte del sistema esta perimido y debe ser renovado en su totalidad para mejorar el transporte público en el Paraguay.

 

Andrés Granje.