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HA… CHE RETà PARAGUAY ✓

PARE DE SUFRIR

El padecimiento que soporta el usuario del transporte público no tiene fin,  la regulada que realiza para forzar al gobierno a concederle el aumento del precio del pasaje por el pésimo servicio que brinda es ultrajante e indigna a una población que por demasiado tiempo aguanta esta situación irregular y que debe llegar a su fin. En esta semana por esta maldita regulada hubo niños que llegaron tarde a las escuelas, hombres y mujeres que aparecieron hasta una hora después del horario de entrada como consecuencia de la ausencia de vehículos sin que lamentablemente tengan ninguna sanción económica, constituyéndose en un atentado contra las ganas de trabajar del pueblo paraguayo.

Lo peor es que en este caso ni el conteo de pasajeros transportado encargado a la Facultad de Ingeniería de la UNA, para establecer el costo del pasaje favorece las desmedidas aspiraciones de los empresarios del transporte, sin embargo por medio de las  presiones desmedidas que ejercen entre ellas la de dejar de a píe a los usuales pasajeros, están a puertas de conseguir una vez más sus fines, sin que nadie pueda impedir el desenlace que ya está anunciada de antemano. Es más de hecho ya tienen el aumento deseado de 100 guaraníes más por medio del subsidio ya prometido, lo que ellos quieren ahora es que se le conceda un subsidio mayor de 200 guaraníes por pasajero.

 

El hecho de no tener transporte colectivo alternativo, como trenes de corto distancia, tranvías o metrobus, acentúa la situación cuando los transportistas comienzan el paro parcial que serian las reguladas hasta conseguir sus objetivos. Extraña en el caso de la Administración Cartes, el porqué de la pusilanimidad oficial, ya que suponemos que un gobierno que tiene raigambre extra partidaria, Cartes es un Outsider a los partidos políticos, básicamente no recibió los mismos favores que los dirigentes políticos en su campaña proselitista, no debe a cada transportista una vela  y en consecuencia debe actuar como corresponde. Los transportistas aplazaron la huelga que debieron empezar en la fecha por quince días con lo cual la angustia continuará para la población.

Esta actitud claudicante de las autoridades permite que los abusos se sigan perpetuando solamente queda en manos de la población constituida  en ciudadanía exigir un mejor transporte público, obligando por medio de las protestas  a las autoridades a tomar decisiones radicales que deben pasar por el fin de las licencias permisionarias a estos empresarios y el fomento para la concesión a otras formas asociativas o empresariales para hacerse cargo del transporte público en el país. La población tiembla de solo pensar que estos mismos empresarios que tantas molestias generan y que tan mal hace pasar a la población sean los mismos que tengan a su cargo la explotación futura del metrobus como anunciaron desde el gobierno.

por Andrés Granje

 

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