CONSEJO DE ANCIANOS
El oyente de radio Libre, Severino Coronel, cuyas opiniones sobre los temas que abordamos en esta emisora son siempre muy respetadas, al igual que todos los amigos que participan en el programa en este esquema de comunicación plural e incluyente que inauguró radio Libre, habló días pasados de valores que se van perdiendo de forma acelerada, la falta de respeto entre los componentes de la familia, las agresiones y las desatenciones de los padres a hijos, la desobediencia y el irrespeto de los hijos a padres, disputas entre cónyuges, la facilidad con que se separan los matrimonios que cada vez parece estar unidos por vínculos mas débiles y de plásticos, basados en arreglos de conveniencia antes que en el entendimiento, el amor o la comprensión mutua para luego afrontar todos los sinsabores y problemas que existen a lo largo de una vida en común.
Mencionó la falta del consejo certero que brindaban antes las personas de más edad en las comunidades antiguas, inclusive mencionó el concejo de anciano de las parcialidades indígenas. Al respecto no podemos menos que recordar al gran escritor argentino uno de nuestros preferidos, Ernesto Sábato, que en un libro fundamental denominado “Antes de partir”, escrito de una manera intimista y reflexiva en los últimos años de su vida, no como una biografía sino como el relato de sucesos, de experiencias que consideraba fundamentales en el devenir personal y del tiempo que vivió y sucesos que a lo largo de su existencia le conmovió profundamente, narrado con una sinceridad y una probidad intelectual extraordinaria que solamente un escritor de la talla de Sábato lo puede hacer.
En ese libro, explicando el porqué se decidió a escribir señala que quiere dejar un testimonio de su vida , escrita en sus horas postrera cuando aun tiene la lucidez suficiente para hacerlo y por que entendía que el aporte de la sabiduría que da los años es importante para que los que vienen detrás las nuevas generaciones, aprendan de estas experiencias, menciona igualmente que en la antigüedad los ancianos eran colocados en el centro de la reunión con los hombres jóvenes, niños y adolescentes que se sentaban a escucharlos, sobre los diferentes temas que los jóvenes quisieran conversar porque eran la fuente primera y pura de la sabiduría de la tribu, a tal punto que Sábato señalaba que cuando un anciano sabio fallece es como que una biblioteca repleta de libros se incendiara.
Lamentablemente en el mundo y especialmente en nuestro país esa tradición de oír y respetar las voces señeras de las personas de más edad, se va perdiendo de manera acelerada, como bien nos hizo notar nuestro oyente. De hecho en el Paraguay, la ausencia de referentes se nota en todas las esferas de la vida nacional, la ausencia de guía, se siente en el magisterio, en la Iglesia Católica, en la política, en fin, en todos los estamentos la orfandad de voces que reflejen conductas de vida impecable que se conviertan en voces autorizadas e iluminadoras de los senderos a transitar en base a la experiencia de esta gente y de su reflexión serena o apasionada no esta presente, lamentablemente la vida nacional se ha convertido en lo que en la primera parte del siglo pasado el poeta Argentino Santos Discepolo calificó como el Cambalache.
Andrés Granje
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