CAOS CON LLUVIA

Una vez más comentamos sobre un tema reiterado en este espacio pero siempre vigente, más en días de lluvias, como ayer, donde la inclemencia del tiempo hizo que se trastocara prácticamente toda la actividad en el país. En efecto, cuando llueve  se suspenden lógicamente todas las actividades en espacios abiertos que es lo lógico y también en espacios cerrados, por las dificultades para llegar a los sitios  donde se desarrollan estos eventos, inclusive es notoria la ausencia de trabajadores en sus empleos, como consecuencia de los obstáculos y peligros que deben sortear por lo que muchos prefieren directamente no acudir, si pueden dejar de hacerlo. Obviamente las actividades académicas y sociales se resienten igualmente en los días de lluvias.

Se imaginan que hasta el local del Palacio Legislativo, según el reporte de medios de prensa tuvo goteras que llenaron  de agua los pasillos e instalaciones de este edificio de reciente construcción, aparte de los inconvenientes que siempre se tiene en las arterias viales con los raudales, la falta de desagüe pluvial en mas de 70 % de las calles y avenidas de las ciudades de la gran Asunción a la que tenemos que sumar la irresponsabilidad y la falta de un mínimo sentido de urbanismo o civismo por parte de la ciudadanía que arrojan sus basuras a los raudales sin pensar que lo arrojado tapara las bocas de tormentas e incentivara las molestias por acumulación de agua y basuras en las calles.

Nadie nunca hizo un estudio de cuanto pierde el país por esta situación en los días de lluvias, mas en esta época donde el fenómeno del niño hace de las suyas y tenemos precipitaciones casi cada semana y en forma muy copiosa, últimamente existe a raíz de la intensidad de las lluvias un problema mayor que es el desprendimiento de tierras por erosión en los costados de los arroyos que circundan la ciudad de Asunción, urgiendo la necesidad de la construcción de muros de contención, ya que con los desprendimientos generalmente se arrastran al precipicio humildes viviendas que se erigen en sus márgenes de forma totalmente irregular ya que esta prohibido por ley la construcción de vivienda en la franja de protección.

Adecuar la infraestructura de las ciudades esta visto que no debe ser tarea solamente de los municipios, rebasados en sus presupuesto por las otras necesidades comunales, prioritarias como la recolección de basuras, bacheos de calles y limpieza de baldíos, entre otras, lo que debe hacer que el gobierno central y las gobernaciones se hagan  cargo de parte de estas obras que necesitan grandes inversiones. De esa manera nuestras ciudades tendrían mayores posibilidades de soportar las precipitaciones pluviales, que cuando son muy pronunciadas aun en las urbes más preparadas causan destrozos, ni que decir en Paraguay donde una tenue llovizna genera   caos en nuestras ciudades.

por Andrés Granje