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HA… CHE RETà PARAGUAY ✓

ALGUNOS COMENTARIOS SOBRE LA SEGURIDAD

  • NORMAN E STARK C

Ante la ola de asaltos que ha sufrido la ciudadanía en estos últimos días, quisiera hacer algunos comentarios sobre el tema de seguridad.

Seguridad versus comodidad. No se puede tener seguridad si no se hacen ciertos pequeños sacrificios a la comodidad. Efectivamente las medidas de seguridad imponen ciertos procedimientos que resultan en controles y restricciones   tanto para los componentes de una empresa, como para sus clientes,  Incomodidades que son vistas como que “molestarán al cliente” o provocarán quejas de los empleados. Pensando con realismo estas pequeñas incomodidades son infinitamente menores que las que produce  un siniestro, tanto durante el siniestro mismo como por sus secuelas posteriores. Es por eso importante concienciar tanto a empleados como a clientes del motivo de tales medidas. En un tiempo me tocó asesorar a un banco internacional, que ya no está en Paraguay, donde tanto sus empleados como clientes veían las medidas de seguridad como incómodas y antipáticas. Lo primero que hice fue dar una serie de conferencias a empleados y clientes habituales para explicarles el motivo de las mismas.

 

Después de eso se tuvo la plena colaboración de empleados y clientes, y desde luego, ningún siniestro.

 

Seguridad versus Economía. Decía Jhon Ruskin, filósofo inglés “Es contra la ley de los negocios pretender mucho dando poco. Normalmente el artículo adquirido no llena las expectativas y así se pierde todo,  el dinero y el artículo”. Debe entenderse que la inversión en seguridad debe ser proporcional al riesgo y al valor de lo protegido. “No pretender obtener mucho por poco”.

 

Seguridad versus optimismo. En seguridad es saludable ser pesimista (esperar lo mejor pero prepararse para lo peor; la seguridad se planea en base a la peor hipótesis). Preguntarse “¿Puedo ser víctima de un siniestro?”. La respuesta sensata y realista  es sí . Y a continuación viene otra pregunta capital “¿Qué oportunidades estoy dando?”. Al responder correctamente esta pregunta (que debe ser repetida periódicamente) se ha iniciado un planeamiento inteligente de seguridad.

 

Veamos ahora algunas facilidades que se dan a los delincuentes:

 

Todas las empresas que se respeten tienen su CCTV, pero nadie mira los monitores respectivos. He visto casos en que la sala de atención al cliente tiene cámaras en cada rincón, y también un guardia de seguridad, o dos. ¿No es más productivo poner a ese guardia en una sala de monitoreo segura desde donde a cubierto de cualquier asalto pueda ver lo que ocurre en la instalación y dar la alarma en tiempo oportuno? Debería tener también una cámara en la tesorería y un dispositivo que le permita bloquear la caja fuerte en caso de alarma. En las  condiciones actuales el gasto en CCTV es muy poco productivo. Además de eso,¿ Se ha pensado alguna vez qué sucedería si se produce un intercambio de disparos entre el guardia y los delincuentes?

 

Cajas fuertes: Las cajas fuertes están  normalmente  ubicadas en una habitación común y corriente, cuyas puertas y cerraduras son endebles. El delincuente que siempre está bien informado va directamente a donde está aquella, es decir a la tesorería. Mi recomendación es que esta dependencia tenga una puerta blindada, y ninguna abertura más, su propio baño y pasa bultos que permitan la entrega de valores y documentos sin abrir la puerta. La tesorería debe ser ZONA DE EXCLUSIÓN, es decir que nadie más que su personal puede entrar en la misma.

 

Ensayos o Zafarranchos de combate: Se deben programar ejercicios de reacción en caso de asaltos en los que participen empleados y guardias, se puede invitar también a clientes habituales a participar de tales ensayos (fuera de las horas de atención al cliente, desde luego). También las empresas de seguridad que cubren estos locales de alto riesgo (financieras, casas de Cambio, Cooperativas, Bancos, etc) deben coordinar los citados ejercicios con la Policía del área a fin de conocer los tiempos de reacción, los puntos de bloqueo, etc. 

 

En mi experiencia en temas de seguridad, cuando proponía a algún cliente estas inversiones, insignificantes, en comparación con las probables pérdidas, estos me contestaban, “Pero el seguro cubre todo esto”. Yo les pregunto: “El seguro resucita muertos? ¿trata el trauma post siniestro? ¿ devuelve la confianza de los clientes? ¿Castiga o desalienta  a los delincuentes?

 

Finalmente, a las empresas que manejan grandes sumas de dinero, recuerden al filósofo ingles Ruskin en materia de inversiones de seguridad.

 

 

Cnel. R. CIC 121706

 

 

3 comentarios

Anónimo -

VIOLENCIA CRECIÓ EN PARAGUAY EN LOS ÚLTIMOS NUEVE AÑOS
Los actos de violencia contra la integridad y seguridad física de las personas, aumentó en Paraguay en el 87 por ciento en los últimos nueve años, informaron hoy medios de prensa.
Un estudio de la Policía reveló que de 2001 a 2009 hubo un crecimiento "objetivo del delito" de nueve mil 735 casos, según publica el periódico Última Hora.
Si en 2001 ocurrieron mil 400 casos de hechos punibles la cifra llegó el pasado año a los 11 mil 135, precisa la fuente.
Las estadísticas del cuerpo armado indicaron también que la tasa de robos y asaltos creció en el mismo período en 43 por ciento.
Un estudio comparativo de la Policía reveló que en el 2009 se produjeron 12,17 homicidios por cada 100 mil habitantes, mientras que en el 2001 se elevaron a 16,31.
La tasa más alta de este delito ocurrió en el 2002 al ocurrir 19,02 muertes por cada 100 mil habitantes, inferior a la media de América Latina cifrada en 25,6.
Última Hora señala que para la Organización Panamericana de la Salud, los índices aceptables son de cinco homicidios.
El gobierno paraguayo presentó la semana pasada un documento sobre política de seguridad ciudadana con el objetivo de disminuir el crecimiento de la criminalidad y violencia.

Anónimo -

Inversiones en la Policía
Es cierto que el problema principal de la Policía es la corrupción, pero no hay que olvidar también otros aspectos que dificultan la tarea de proteger la seguridad de los ciudadanos. Entre ellos está por ejemplo el tema de los equipos y las armas. Es verdad que se hicieron inversiones en este sentido, pero todo lo que es nuevo siempre va a los mismos lugares, donde tiene más impacto en los medios de comunicación y en la prensa. En el interior del país o en ciertas zonas del Área Metropolitana los policías no tienen prácticamente forma de hacer frente a los delincuentes. Las patrullas nuevas, las armas nuevas se quedan allí donde la mayor parte de la gente puede verlos. Así se cree que mejora supuestamente la imagen de la Policía. Las inversiones tienen que llegar a todos los rincones del país, porque tanto derecho a la seguridad tiene un habitante de Puerto Casado, por ejemplo, que un vecino del barrio Carmelitas de Asunción.

Los delincuentes tienen cada vez mejores vehículos, mejores armas y mejores equipos de comunicaciones. Esto es así en todo el país, especialmente en las fronteras. Sin embargo, no ocurre lo mismo con las fuerzas de seguridad, que tienen armas y equipos que muchas veces ya no sirven para nada. No se le puede pedir a estos agentes que arriesguen sus vidas en una batalla que de todas formas ya está perdida.

Salvador Sánchez

Anónimo -

Filizzola: ¿Por qué te oponés a los búnkers?
Los búnkers son la única solución al problema de los asaltos, ya que reducir al guardia es facilísimo. El guardia anda siempre por ahí nomás, tomando tereré o pelando una naranja. Luego, a la primera amenaza, se rinde, pues sabe que no tiene ninguna chance contra tres o cuatro asaltantes que le apuntan. Distinto hubiera sido si disponía de un búnker, pequeñito nomás, de un metro cuadrado, dentro del cual esté el guardia armado con armas largas, con la inexpugnabilidad del búnker.

Cosa más sencilla que esa no hay, y usted ni siquiera la considera. De lo contrario, la hubiera puesto a consideración de bancos, financieras y gasolineras. Ellos tendrían la obligación de construir esos búnkers, usted de habitarlos. Y entre los dos hacer que el guardia sirva para algo. Así como están, son unos inútiles.

Saludos

JORGE AUGUSTO ZELADA