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HA… CHE RETà PARAGUAY ✓

PARA SEGUIR CRECIENDO

Según un informe de las Naciones Unidas, el crecimiento económico del Paraguay continuará entre los más altos de la región en el 2011. De acuerdo con el documento, la expansión llegará al 5%, por encima del promedio estimado para esta parte del mundo. El nivel de las exportaciones se mantendrá, se espera que la industria siga en buena racha y también que las remesas procedentes del exterior aumenten. Aunque no son cifras similares a las que cerraron el 2010 -cuando se llegó a un histórico 14,5% de crecimiento-, los pronósticos son verdaderamente alentadores. Estas perspectivas positivas -que los analistas incluso prolongan hasta el 2012- hacen necesario insistir en la ocasión inmejorable que tienen tanto el gobierno como el sector privado de aprovechar al máximo la bonanza coyuntural para optimizar la infraestructura del país y realizar mayores inversiones. Este es el único camino para superar el atraso crónico, la pobreza y la marginación social.

Es fundamental que el Paraguay no deje pasar la oportunidad histórica que se le presenta en estos años. No hay que olvidar que la economía nunca se comporta de forma lineal, ya que alberga en su seno poderosas fuerzas que no operan concertada ni armónicamente. A un buen periodo puede suceder otro lleno de dificultades, razón por la cual es indispensable explotar al máximo los contextos favorables, como el que en la actualidad vive nuestro país. En este sentido, el asunto central de la economía paraguaya es la generación de empleo. Con un sustancial incremento en la cantidad de mano de obra ocupada se logran beneficios globales que van desde la dinamización del mercado interno y la elevación del consumo hasta la formalización de la economía. Los buenos números que hoy ostenta el Paraguay, sumados a su innegable estabilidad macroeconómica, deben ser utilizados como elementos esenciales de una estrategia que busque en el exterior la atracción de nuevos capitales e inversiones.

 

En este punto le corresponde al Ministerio de Relaciones Exteriores un papel clave que en el presente no está cumpliendo a cabalidad.

 

Otro eje de la acción del Estado en la consolidación del crecimiento económico tiene que ver con el fuerte estímulo al emprendedurismo. Es fundamental allanar el camino a los micro, pequeños y medianos empresarios, derribando las barreras burocráticas y propiciando facilidades fiscales para la apertura, habilitación y funcionamiento de sus emprendimientos. Este sector es de lejos el mayor generador de fuentes de trabajo en nuestro país y, en atención a esta importancia social, merece el pleno respaldo de las autoridades. La disposición de líneas de crédito accesibles y un adecuado asesoramiento técnico y financiero pueden ser en este sentido de un enorme impacto.

 

Las excelentes perspectivas económicas hacen todavía más urgente la superación de algunas graves deficiencias de nuestra estructura. La solución definitiva al problema del abastecimiento de cemento, la mejora radical de las terminales aeroportuarias -por la vía de la concesión o de la inversión directa del sector público- y la garantía de navegabilidad del río Paraguay todo el año son solo algunas de las tareas que el Estado debe afrontar en el más breve plazo si no quiere que los indicadores y estadísticas positivas se conviertan en un buen recuerdo antes de tiempo.

http://www.lanacion.com.py/articulo.php?para-seguir-creciendo&edicion=2&sec=29&art=9331

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Anónimo -

ESCASAS PERSPECTIVAS DE MEJORA DEL MERCADO DE TRABAJO EN EUROPA Y EE.UU. AFECTARAN REMESAS
Seguiremos creciendo, pero con menor ritmo


Una América Latina con ritmo más lento de crecimiento económico en comparación con el 2010 es lo que se espera ver este año. ¿La causa? Una desaceleración de la demanda mundial y una eventual reducción del espacio fiscal, que conducirán a una moderación del desempeño de los países, avizora NN.UU.

Una América Latina con un menor ritmo de crecimiento económico con relación al 2010 es lo que se espera ver este año a causa de una desaceleración de la demanda mundial y de una eventual reducción del espacio fiscal, que frenarán el desempeño de los países, inclusive, el próximo año. El producto interno bruto (PIB) de la región creció 5,6 por ciento en 2010, tras la contracción del 2,1 por ciento que se experimentó en 2009. No obstante, se espera que ese crecimiento económico disminuya a 4,1 y 4,3 por ciento en 2011 y 2012, respectivamente. Nuestro país no será la excepción, ya que, después del 14,5% del año pasado, crecería solo 4% en el presente.

Las economías de América Latina y el Caribe registraron una extraordinaria recuperación económica en 2010, mayor que la esperada, según un informe de las Naciones Unidas divulgado la semana pasada sobre la situación y perspectivas de la economía mundial 2011.

Pese a esa desaceleración, las perspectivas económicas son favorables en comparación con los niveles históricos de la región.

En el informe se plantea que las medidas de estímulo económico adoptadas por los gobiernos de la región en respuesta a la crisis mundial han sido, en su conjunto, un factor importante en la recuperación económica. Las medidas han ayudado a restablecer la confianza y a fortalecer la demanda interna durante 2010, apuntan.

El crecimiento del consumo privado fue, en general, firme, estimulado por la caída de los tipos de interés, salarios reales más altos y subsidios y transferencias de los gobiernos. Las exportaciones también crecieron a medida que el comercio mundial se fue recuperando del desplome que sufrió a principios de 2009, mientras que los precios de los productos básicos volvían a su nivel anterior. Esto último contribuyó a la recuperación económica de América del Sur en particular.

Demanda interna

En el documento de NN.UU. se resalta que en la mayoría de los países latinoamericanos la recuperación fue impulsada por la demanda interna, lo que hiciera que los volúmenes de importaciones crecieran a un ritmo más rápido que los de las exportaciones. La desaceleración de la demanda mundial y una eventual reducción del espacio fiscal conducirán a una moderación del crecimiento en 2011 y 2012, destacan.

Durante el primer semestre de 2010, Argentina (9,4%), Brasil (8,9%), Paraguay (11,7%) y Uruguay (9,6%) mostraron crecimientos muy fuertes del PIB. Estos resultados fueron totalmente opuestos a los de la República Bolivariana de Venezuela, cuya economía se contrajo un 3,5% en el primer semestre de 2010 debido a una gran disminución de la demanda interna y de la producción de petróleo. El crecimiento del PIB en la región sudamericana alcanzó un promedio estimado de 6,3% para el año 2010, pero se espera una desaceleración a 4,5 por ciento en 2011 debido a la eliminación de las medidas de estímulo y al debilitamiento previsto del crecimiento del comercio mundial.

En el informe de las Naciones Unidas se señala que la recuperación económica en México, Centroamérica y el Caribe ha sido más lenta porque esas economías siguen dependiendo en gran medida del vigor económico de los Estados Unidos. México se recuperó a ritmo constante en el primer semestre de 2010, apoyado fundamentalmente por la demanda interna de automóviles de producción nacional. Sin embargo, se prevé que el ritmo de crecimiento caiga debido a la debilidad de la recuperación y las altas tasas de desempleo en los Estados Unidos. Aunque la economía mexicana haya registrado un crecimiento estimado de 5,0% en 2010, se prevé una desaceleración a 3,4% en 2011. En el Caribe, pese al aumento de las remesas de los trabajadores y a los ingresos obtenidos del turismo durante 2010, también se estima que la situación económica impondrá desafíos considerables durante 2011 y 2012.

La producción y el empleo

El firme repunte en la producción contribuyó también a la recuperación de muchos de los empleos que se perdieron durante la crisis. La tasa media de desempleo en la región descendió de 8,2% en 2009 a 7,8% en 2010, la cual es todavía superior a la de 2008. Los salarios reales han aumentado en varios países, especialmente en Chile, Costa Rica, El Salvador, Paraguay y Uruguay, dada la extraordinaria caída de las tasas de inflación respecto de los niveles de 2008, mientras que el crecimiento del empleo mantuvo cierta presión al alza de los salarios nominales.

Aunque las tasas de inflación aumentaron durante 2010, siguen estando por debajo de los niveles de antes de la crisis. Paraguay cerró el año pasado con una inflación acumulada del 7,2%.

Se espera que las presiones inflacionarias sigan debilitándose a corto plazo en la mayoría de los países. La situación es más problemática en Argentina y la República Bolivariana de Venezuela, donde se espera que la inflación siga registrando cifras de dos dígitos.

Cuenta corriente

Se calcula que el déficit en cuenta corriente en 2010 se encuentre alrededor de 0,5 por ciento del PIB regional, pero cabe esperar que aumente en 2011 y 2012, como resultado del posible debilitamiento de las exportaciones. Durante 2010 la recuperación del comercio mundial y el aumento de los precios de los bienes primarios contribuyeron a incrementar los ingresos de exportación, sobre todo en Venezuela, Colombia, Ecuador y el Estado Plurinacional de Bolivia. Para la región en su conjunto se calcula que los términos de intercambio han mejorado cerca de 7% en 2010.

Remesas

Se estima que la entrada de remesas haya registrado un modesto aumento de 5% en 2010, tras una estrepitosa caída de 12% en 2009. Mientras tanto, las escasas perspectivas de mejora en los mercados de trabajo de Europa y los Estados Unidos para 2011 y 2012 sugieren que las entradas de remesas en la región se mantendrán bajas.

Incertidumbre

En cuanto al desempeño de la economía mundial para este 2011, las perspectivas siguen siendo inciertas y están rodeadas de serios riesgos de descenso. El espíritu de cooperación entre las principales economías se está desvaneciendo, lo que ha debilitado la eficacia de las respuestas a la crisis. Las respuestas monetarias no coordinadas, en particular, se han convertido en una fuente de turbulencia e incertidumbre en los mercados financieros.

La recuperación puede seguir sufriendo reveses si se materializan los riesgos de descenso, en cuyo caso la amenaza de una segunda recesión se cierne sobre Europa, Japón y EE.UU. En el informe de 2011 se apunta que en lo inmediato harán falta más estímulos fiscales para relanzar la recuperación.

Entre las economías desarrolladas, EE.UU. estuvo reparando lo que fue su recesión más prolongada y profunda desde la Segunda Guerra Mundial, pero el ritmo de recuperación fue el más débil de la experiencia posterior a la recesión del país, que fue de 2,6% en 2010, se espera solo hasta 2,2% en 2011, antes de mejorar algo a un 2,8% en 2012, según el informe.

Este ritmo no rebatirá las tasas de desempleo y la recuperación empleos perdidos durante la crisis demorará por lo menos otros cuatro años, añade el informe.