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HA… CHE RETà PARAGUAY ✓

EL SEMENTAL ROJO

CRÓNICAS LUNÁTICAS

Luis Chumaceiro

DESDE CARACAS.- Las noticias sobre el padrote hemisférico, ya no sorprenden. Damiana Morán se convirtió en la tercera mujer, en una semana, en demandar a Fernando Lugo por paternidad irresponsable. Ella presentó a su hijo, de nombre Juan Pablo, y adelantó que otras seis mujeres procrearon hijos con el presidente paraguayo. Su situación es similar a la de Benigna Leguizamón y Viviana Carrillo, con las que tuvo hijos que ya reconoció.

El pana de Chávez resultó todo un personaje de lo real maravilloso americano. Como buen católico, se dice, en contra de los métodos anticonceptivos; de ahí, la numerosa prole, aún siendo sacerdote. ¿Imaginan a cuantas hubiera preñado sin votos religiosos? Es más, defiende su fidelidad al Papado y esta decidido a darle, al próximo que nazca, el nombre de Benedicto, porque al hijo de Damiana le puso el nombre, en homenaje del Papa Juan Pablo II.

 

El círculo íntimo de Chávez se hace, cada día, más selecto. Lugo se une a Ortega, Presidente de Nicaragua, pedófilo violador de su propia hijastra; Raúl Castro, de Cuba, conocido por su preferencia por los jóvenes mancebos; y el nunca bien ponderado, Evo Morales, de Bolivia, apasionado por un marido, cada día más dificil de ocultar. En cualquier momento se anuncia el apoyo a César Gaviria, allá en Colombia, en la carrera presidencial del próximo periodo. El ex Secretario General de la OEA, traicionero veedor del proceso revocatorio de 2004, resultó un insaciable promotor del amor que no se atreve a pronunciar su nombre.

 

Pero volvamos al “Bragueta loca Paraguayo”, como le dirían en Carúpano. El hombre resultó ser una revelación inesperada. Las mujeres están indignadas, no se sabe la causa, y los humoristas sureños, como aquí con el colega barinés, están haciendo su agosto. El día a día en Paraguay se traduce en burlas, sketches, frases, chistes y canciones de lo más divertidas. Una de ellas, a ritmo de cumbia, tiene su estribillo: “Lugo tiene corazón, pero no usó el condón”.

 

Un conocido grupo humorístico está pronto a presentar su obra Los niños cantores de Lugo; otro grupo teatral, encabezado por Carlitos Vera, anunció el próximo estreno de ¡Grande Pa! En la calle, no hay pared que se salve de los grafitis alusivos: “El semental del Paraguay”, “Superpapá” y “Papá de todos los paraguayos”.

 

Algunos personajes de la alta política internacional están realizando trámites ante la O.I.T. para que le confieran la orden internacional al mérito en el trabajo.

 

Pero no todo ha sido alegría para quien fuera obispo de San Pedro. La Iglesia teme que el hombre entre en una etapa de depresión y, en lugar de seguir entretenido con las ardientes paraguayas, le dé por seguir el ejemplo venezolano, creando una iglesia paralela, roja rojita o revolucionaria. Para ello, tendría el apoyo económico de Pdvsa, ahora especializada en fomentar las vocaciones de aquellos que tienen inclinaciones espirituales, al estilo de su presidente, el apasionado Ramírez.

 

Los oligarcas sureños consideran que si sigue creciendo la tasa de natalidad, gracias a los esfuerzos presidenciales, les será, sumamente díficil, ganar otra elección. Por su parte, los militares, siempre preocupados por la moral y las buenas costumbres, han recomendado, a su comandante en jefe, que justifique su situación, alegando una posesión diabólica, promovida por el Imperio.

 

Por lo pronto, el Canciller Maduro anda promoviendo una cumbre entre los Jefes de Estado más promiscuos del continente, casualmente alineados en el ALBA revolucionario. Dicen que el tema versará sobre los hombres que gustan pegarle a las mujeres.

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Anónimo -

SAN PEDRO, EL PUEBLO QUE CONOCE LAS TENTACIONES DEL PRESIDENTE

CLARIN EN PARAGUAY

Antes de llegar al poder, el paraguayo Fernando Lugo fue obispo de una diócesis a 410 kilómetros de Asunción, por 11 años. Allí habría tenido al menos dos hijos. Y se cree que los casos serían más.

Pablo Calvo.

El clero temblaba secretamente de verlo sentado en el sillón arzobispal, porque lo sabían inflexible con la salacidad y la corrupción. Sus dedos no dejaban el misal para barajar los naipes mugrientos del truco o del monte; sus labios no iban del borde del cáliz a los jarrones de aguardiente o de caña; su cuerpo no se desvestía de los ornamentos para desnudarse en la concupiscencia o la lujuria. La castidad estaba incrustada en sus riñones como un hacha. Y como no podía tener hijos con su sangre de hombre, los parió con su sudor y su amor. Todos los pobres fueron sus hijos".



El escritor paraguayo Augusto Roa Bastos, autor del cuento "El viejo señor obispo", murió hace cuatro años, justo cuando la realidad preparaba un plan para competir con su fabulosa imaginación. Otro obispo, Fernando Lugo, iba a dejar los hábitos para saltar a la presidencia del Paraguay. Y tan sólo un año después, el hombre iba a quedar jaqueado por un pecado, el pecado de la carne. Lugo enfrenta hoy demandas por paternidad, un tema que ocultó a la sociedad de su país y ha despertado una crisis política con final abierto.



El escritor y el presidente eran parientes lejanos, porque una abuela de Lugo pertenecía a la familia Roa de Caazapá. Pero pocos conocen ese vínculo, porque la abuela de Lugo nunca fue reconocida por su padre y transitó la vida con otro apellido. En Paraguay, entre 1992 y 2002 se calcula que más de 600 mil nacimientos no fueron registrados. Y 7 de cada 10 inscripciones fueron realizadas por madres sin marido.



Lugo ya reconoció a un hijo, el que tuvo con Viviana Carillo, hace dos años. Ahora afronta una acusación por estupro porque la relación comenzó cuando ella tenía 16 años, según la demanda. Si fuera cierto, no sufrirá mayores consecuencias, porque el artículo 137 del Código Penal establece aquí que "El hombre que persuadiere a una mujer de 14 a 16 años a realizar el coito extramatrimonial, será castigado con pena de una multa".



Luego apareció Benigna Leguizamón, una joven que hacía tareas de limpieza en el obispado de San Pedro, hoy desesperada por el futuro de su hijo de seis años, al que ve "igual a Lugo, pero sin barba" (ver Mi hijo...). Benigna sacudió al Paraguay: "Lugo es un desgraciado, me pisoteó como a una cucaracha, pero sabe que tengo razón. Señor presidente -dijo mirando a las cámaras de televisión-, es hora de que recojas a tu hijo". No será fàcil: a diferencia del primer caso, Lugo prefirió esperar los estudios de ADN para constatar el parentesco. Ella avisa. "Vayan a San Pedro. Ahí está toda la verdad".



Para llegar a San Pedro de Ycuamandyyú, 410 kilómetros al norte de Asunción, hay que pasar por un pueblo que se llama Emboscada y otro que se llama Liberación. Al costado de la ruta se ven promociones de corridas de toros y hormigueros gigantes de tierra colorada, habitados por millones de termitas. Los autos cargan nafta con el motor encendido y los diarios exhiben titulares impensados hace un mes: "Ya no dan permiso a las doñas para ir a misa"; "Menos gente se confiesa"; "Forman una comisión para atender a las mujeres de Lugo"; "Aparece la tercera pichucha: 'Lugo es 10 en sexo'".



La tercera protagonista de esta novela es Damiana Hortensia Morán, divorciada luego de un matrimonio de 17 años. Quedó embarazada de Lugo, asegura, pese a que tenía puesto un DIU. Aún lo ama y lo considera "un fenómeno". Damiana es militante del oficialismo y todavía evalúa si hará una demanda judicial contra el presidente: "Van a aparecer seis niños, o sea, tres más que ahora, pero son temas que se resolverán en el plano privado. Lo importante es que no se interrumpa el proyecto país", dice.



Tres, seis, 17 hasta ahora es el número más alto de hijos que se le atribuyen al jefe de Estado. "Se dijo eso en la campaña electoral, que tendría 17 hijos. En ese momento yo no le presté atención, 'deja la sotana para eso', pensé, pero ahora me preocupa", dice Graciela Diaz, concejala de San Pedro y presidenta de las Mujeres del Partido colorado, que fue destronado por Lugo en 2008, luego de permanecer 61 años en el poder. Las palabras son vigiladas por el marido de la concejala y catequista durante el obispado de Lugo. Con una sonrisa, el hombre sujeta a un dálmata y advierte: "Cuidado con el perro, come periodistas que vienen a buscar cosas raras".



Lugo había donado su sueldo, unos 4.000 dólares, al Instituto Nacional Indígena. Pero tuvo que que pedir que desafectaran el 25 por ciento de la donación, 1.000 dólares, para destinarlos a la manutención de su primer hijo reconocido. Si se confirman los otros dos casos, el Instituto Indígena se quedará sin financiamiento. Y si se confirman muchos más, Lugo tendría que pasarse la vida de reelección en reelección, para poder cumplir con todos.



En un intento por aliviar tensiones, se anunciaron medidas en favor de la infancia (campaña de vacunación, mejoras en la gestión educativa), pero la que más llamó la atención fue la que prometía un plan de "Paternidad Responsable", aún sin demasiado contenido.



"Perdón, me provocó risa", se disculpa un vecino de San Pedro que casi se atraganta con un tereré, que es como el mate, pero se toma helado. En eso, la puerta de la Iglesia Catedral San Pedro Apóstol se abrió y, detrás de su estela apareció Cristina Peralta, la mayordoma. "Lo que pasó no nos afecta. La gente sigue viniendo como antes, se confiesa en la misma proporción. El 80 por ciento de los habitantes es católico y eso no ha variado", asegura, con tres santos de testigos. Del lado de afuera, como olvidada, ha quedado tumbada la cruz usada durante las recreaciones de Semana Santa.



La diócesis de San Pedro fue creada en 1978 por el papa Pablo VI, poco antes de morir. Tres años antes, Lugo había hecho sus votos perpetuos. Y 31 años después, su hermana Mercedes -primera dama del Paraguay, porque el presidente sigue soltero-, pide que se termine el celibato para los curas. "Al reconocer al (primer) niño, mi hermano fue un valiente, un ejemplo de honestidad para muchos que se sienten muy machistas. En el mundo hay miles de estos casos".



Lugo, de 57 años, permaneció en San Pedro entre 1994 y 2005. En diciembre de 2006 renunció al sacerdocio y pidió recuperar su condición de laico, pero el Vaticano rechazó la petición, que recién le fue otorgada por Benedicto XVI en julio de 2008. Hoy, la Iglesia paraguaya atraviesa una puja interna. El obispo de Ciudad del Este, Rogelio Livieres, denunció que la jerarquía católica sabía o sospechaba lo que pasaba con Lugo, pero calló. Le contestaron que no era tan así, que no se habían hecho denuncias firmes. Y Livieres llamó a mejorar la selección de los sacerdotes: "Cuando alguien es un joven verde, va a ser un viejo verde", declaró a la prensa local.



Verdes tiene los ojos una nena rubia, de cuatro años, que juega descalza en un patio de tierra, no muy lejos del Obispado sampedrino. Es otra de las criaturas que se le adjudican al presidente. Su mamá, Raquel Torres, se gana la vida en España, como empleada doméstica. La familia admite que entre ella y Lugo hubo una relación muy cercana, pero prefiere la cautela. "Tenemos los teléfonos pinchados. Raquel ya es mayor y ella sabrá qué dice sobre esta situación. No descarto que le hayan ofrecido denunciar a Lugo desde la oposición. Acá hay influencia política detrás", sugiere su hermano, David. Su mamá está preocupada por la tranquilidad de la nena, pero se da tiempo para un chiste: "Soy Yolanda Méndez Caballero, casi pariente del presidente".



Habría otro secreto guardado. Hay más niños en la familia de Raquel. Y Lugo no fue el único sacerdote que conoció en su vida, comentó David, mientras su hilo de voz se desvanecía.



En la plaza del pueblo, 35 chicas ensayan como bastoneras, un carro tirado por un burro se cruza con las motos de los jóvenes que hacen cursos en el Obispado y caminando pasa Cecilia Leguizamón Elizeche, tía de Benigna Leguizamón. "Ella está segura de lo que hace", explica. La invitación a conocer la casa donde Benigna pasó su juventud es acompañada por unos bocaditos de chipá, que tiene forma de dona y se hace con maíz, almidón, queso y huevo.



Angelina Elizeche Silva, abuela de Benigna, revisa fotos para ver si hay alguna del niño. Le ha subido la presión con la aparición de su nieta casi en cadena nacional: "Espero que se aclare todo y podamos volver a vivir en paz".



De regreso en Asunción, el viernes, Lugo prepara la conferencia en la que pedirá disculpas al pueblo paraguayo por sus actos privados. En la mesa hay pimpollos de rosas rojas. Hay tres banderas de Paraguay a sus espaldas y una decena de guardaespaldas entre las cámaras y los anotadores. Los periodistas extranjeros no pueden hacer preguntas. Lugo hablará de los "insomnes del poder" que lo quieren echar. "Yo, persona humana imperfecta, asumiré todas las responsabilidades", dirá con sus manos en rezo. Y buscará metáforas en el desierto: "Verán a este presidente como un padre". Amén.



http://www.clarin.com/suplementos/zona/2009/04/26/z-01905909.htm

Anónimo -

PADRE, SOMOS SUS HIJOS
Flavia Mameli (ARTEMISA)
El escándalo que involucra al actual presidente de Paraguay Fernando Lugo no deja de sorprender al mundo. El primer mandatario ya reconoció a un hijo de casi dos años, y otras cuatro mujeres aseguran que el ex obispo también es padre de sus niños. Mientras tanto, Lugo declaró que no renunciará a su cargo y aseguró que colaborará con la Justicia para establecer los casos. Una historia en la que se combinan el poder de de la política y la Iglesia, el derecho a la identidad y la voz de las mujeres.
El martes 21 de abril pasado el presidente de Paraguay Fernando Lugo reconoció formalmente la paternidad de Guillermo Armindo Carrillo, quien cumplirá dos años el próximo 4 de mayo. El niño fue concebido por Viviana Carrillo – quien entonces sólo tenía 16 años – y por Lugo cuando él todavía se desempeñaba como obispo de San Pedro, una de las áreas más pobres del país.

Lugo renunció al sacerdocio en diciembre de 2006, fue elegido presidente en abril de 2007, y asumió el cargo en agosto del mismo año representando al partido Alianza Patriótica para el cambio. Por ello, la dimensión del escándalo es doble: se lo acusa de violar el celibato mientras fue sacerdote, y de ocultar su paternidad durante la campaña y asunción de su mandato.

Tras la noticia difundida el martes 21 comenzaron a aparecer detalles que derivaron en una discusión que involucra el poder de la iglesia y la política, la moral de los sacerdotes, el celibato y la voz de las mujeres.

Pero horas después de que Lugo reconociera la paternidad del hijo de Carrillo, dos mujeres más denunciaron que sus niños también serían hijos del primer mandatario.

Una de ellas es Benigna Leguizamón, madre de Lucas Fernando de 6 años, quien ya inició el trámite de paternidad ante la Justicia paraguaya. La otra es Damiana Morán, una conocida dirigente sindical con quien el ex obispo habría mantenido una relación durante la campaña presidencial que lo llevó a ganar las elecciones y a asumir la presidencia a mediados de agosto de 2008. Morán, a diferencia de Carrillo y de Leguizamón, aseguró a los medios que no presentará una demanda para que Lugo asuma la paternidad de su hijo Juan Pablo, nombre que le dio en honor al anterior papa. Además, la mujer paraguaya de 39 años afirmó días pasados a la prensa local: ''Hay seis hijos que son del presidente Fernando Lugo y quiero que él se haga cargo de todos y que les mantenga como tiene que ser''.

La historia no termina ahí: poco tardaron los reclamos de paternidad por parte de dos mujeres más. Incluso, en Paraguay corren versiones que afirman que el ex obispo tendría unos 12 hijos.

Ante el escándalo instalado en el país, el viernes 24 pasado Lugo dio un discurso desde el palacio de gobierno de Asunción en el que señaló que no permitirá que los trascendidos relacionados con su vida privada ''afecten el interés nacional'', y aseguró que colaborará con la Justicia para esclarecer los casos. ''No estuvo en mi intención ofender a nadie y si alguien de la comunidad eclesial se ha sentido molesto o agraviado por esta situación a mí no me cuesta pedir perdón cuando reconozco que he faltado a la Iglesia, al país, a los ciudadanos, a los que han depositado la confianza en mí'', sostuvo.

Pero las palabras del Presidente no pudieron evitar que su imagen como gobernante "honrado" cayera drásticamente durante la última semana, y que la oposición encabezada por los partidos de derecha Colorado, UNACE (Unión Nacional de Ciudadanos Éticos) y Querida Patria acuse al ex obispo por haber eludido su responsabilidad como padre.

Así, el caso que involucra la integridad moral de Lugo resulta por estas horas el mejor argumento de la derecha que gobernó el país durante los últimos 61 años.

Si los tres partidos de la oposición mencionados deciden sumarse a los franquistas liberales – quienes apoyan al vicepresidente Federico Franco -, se podría llegar al mínimo de votos (dos tercios del total) requerido para destituir a Lugo, tal como está contemplado en la Constitución.

Sin embargo, analistas creen poco probable que el affaire acabe con el Gobierno inaugurado en agosto de 2008, aunque muchos paraguayos dicen sentirse burlados por un presidente que era considerado moralmente intachable y que tuvo a la honestidad como primera virtud para llegar al poder.

Por estas horas, la oposición hace todo tipo de bromas de subido tono en relación al ya llamado "semental de la Patria". Por otro lado, los opositores, que suman mayoría en el Congreso, ya barajan la posibilidad de iniciar un pedido de juicio político contra el actual presidente. Así lo demostró una declaración emitida días pasados, en la que se expresó el repudio ''contra las violaciones de los derechos de los niños a consecuencia de la irresponsabilidad del presidente Fernando Lugo ante su múltiple paternidad''.

Pero el ministro del Interior Rafael Filizzola desestimó la posibilidad de la medida prevista por la oposición: ''La Constitución establece claramente cuáles son las razones por las cuales se puede enjuiciar a un presidente y una cuestión personal no puede ser una causa'', subrayó.

Mientras tanto, la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA), colectivo de 26 organizaciones de la sociedad civil que trabajan en el sector de los Derechos de niños, niñas y adolescentes, emitió días atrás un comunicado en el que ratifica que los niños “tienen derecho a la nacionalidad, a un nombre que se inscribirá en los registros respectivos, a conocer y permanecer con sus padres y madres y, a promover ante la Justicia las investigaciones que sobre sus orígenes estimen necesarias, sin distinción de clase o cargo que se ocupa”.

Además, la CDIA insta a trabajar en un proceso en el que se puedan ''erradicar prácticas tradicionales de discriminación hacia las mujeres y vínculos de personas, en su mayoría hombres adultos en posición de poder o autoridad en relación a adolescentes mujeres, que desencadenen en abusos''.

Por último, el comunicado subraya que la sociedad paraguaya todavía se encuentra inmersa ''en una cultura patriarcal, perpetuando roles de victimización y de falta de oportunidades reales de desarrollo e inserción igualitaria en la sociedad y en el mercado laboral''.

Dejar de negar

Uno de los puntos más fuertes del debate iniciado con el escándalo es el que gira en torno a la paternidad no asumida por los varones paraguayos.

En medio del revuelo, el miércoles 22 de abril la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia anunció el lanzamiento de una campaña de paternidad responsable en un país donde uno de cada cuatro menores no es reconocido por su padre.

''Lo que nosotros decimos es que esto sirva para movilizar a los cientos de miles de hombres paraguayos que están negando la paternidad y el apoyo a sus hijos'', señaló a la prensa local la titular de la Secretaría de la Mujer, Gloria Rubín.

Además, y en relación al caso que mantiene convulsionado al país, Rubin criticó a quienes se ''rasgan las vestiduras'' en denunciar al jefe de Estado, que nunca trabajaron a favor de las mujeres, y que se han negado a apoyar una ley de paternidad responsable, ''que está durmiendo en el Parlamento'', y que también se han negado a tratar una ley de salud reproductiva.

Anónimo -

EL MÁS PEOR, CONSUELO DE LUGUISTAS
José María Costa
¿Ahora debemos contentarnos con que “Stroessner era peor”?
Indigna ver cómo se defiende lo indefendible. Pero aún más, cuando dicha defensa parte de quienes han sostenido históricamente banderas democráticas contra la corrupción, el engaño y la mentira pública como instrumentos de poder.

La paternidad (o paternidades, según van pasando los días) irresponsable de Lugo ha dejado el amargo sabor del engaño y la traición de parte de una persona que se escudó en la credibilidad pública de la Iglesia y en la mentira privada de su vida para proyectar una imagen de irreprochabilidad pública. Y por si faltaba mayor desparpajo en el culebrón presidencial, aparecieron los defensores de lo indefendible con discursos que sumaron bofetadas a la inteligencia de la gente.

Una diputada lo defendió diciendo que Stroessner hacía peores cosas… Varios analistas políticos y “opinólogos” todavía encantados por el brillo del poder echaron mano a que “peores cosas” han sucedido en la historia del país como para ocuparse de una “cuestión privada” (¡¡??). Alguno quiso relativizar la traición de Lugo señalando que hasta Hitler tenía una vida privada impecable pero fue el mayor genocida de la historia moderna. Y hubo quienes reclamaron que había cuestiones “más importantes” por discutir “por el bien del país”. Como si fuera que el engaño público y la violación de derechos humanos básicos por parte del Presidente de la República fueran “cosas privadas” o no “tuvieran importancia”.

¿Tan alienados nos dejaron las décadas de incultura política promovida por el estronismo? ¿Tan poco racionales puede volvernos el fanatismo y esa tradición del “kele’e” politiquero? ¿Tan poco valemos como ciudadanos que debemos seguir pensando que “lo menos malo” es la “mejor opción” y no nos animamos a reclamar con firmeza la honestidad y la transparencia a los depositarios del mandato popular?

Quienes dieron dimensión amarillesca al escándalo presidencial sabrán por qué lo hicieron. Y quienes quisieron escudar en ello la decepción –no asumida públicamente- del fracaso del portaestandarte de la moralidad y la honestidad en la política, también sabrán qué grado de responsabilidad deberán asumir si a la presente se van sumando otras traiciones y deshonestidades presidenciales. Lo cual quizás ni siquiera los profesionales “justificadores” estén tan seguros de que no vayan a aparecer.

La ciudadanía no merece el engaño ni la traición. Lugo dijo “su verdad” después de haber sido presionado… pero ya nadie puede asegurar, con la experiencia ocurrida, que ésta sea “toda la verdad”. ¿Cuánta basura aún puede estar oculta bajo la alfombra? ¿O bajo la sotana colgada? ¿Y quiénes de sus colaboradores y sostenedores son o han sido cómplices en este encubrimiento que se aprovechó de la credibilidad ciudadana?

Definitivamente, el escándalo ha sido –y parece que seguirá siendo- mayúsculo e internacional. Un culebrón que se fraguó única y exclusivamente porque a una persona, que no midió la consecuencia de sus actos, no le importó el sufrimiento de mujeres e hijos, ni haberlos desamparado por años, ni haber incumplido sus deberes de padre, ni haber violado los derechos humanos básicos de mujeres y niños, ni haber faltado a sus promesas episcopales. Y esa persona es Presidente de la República. ¿Todavía alguien puede invocar que esto no es importante o es “algo privado”?...

Por el bien de Lugo, por el bien del proceso político, por el bien del Paraguay –como diría alguno- sería recomendable que haya más racionalidad y menos fanatismo en los círculos del poder. Y también en los círculos de los encandilados por el poder.

pepecosta@activenet.com.py

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Anónimo -

CASO LUGO: VIUDA DE OBISPO CATÓLICO DICE QUE EL CELIBATO OPTATIVO "LIBERA A LOS HOMBRES"

Por Owen Fernández Farquharson (x)

El debate sobre el celibato eclesiástico está ganando la primera plana. El celibato optativo libera a los hombres y eso perturba a la Iglesia Católica Apostólica Romana. “Es muy difícil conducir una institución piramidal cuando está poblada de hombres libres, cuando un sacerdote empieza a vivir su propia vida, madura y se hace libre” sostuvo Clelia Luro, viuda del obispo católico Jerónimo Podestá, quien en la década de los años sesenta sacudió los ambientes religiosos al hacer pública su condición matrimonial.

El escándalo que estalló en el Paraguay con la proliferación de denuncias sobre la paternidad del presidente y ex obispo Fernando Armindo Lugo, y que tiene como protagonistas principales a la oposición política y hasta a sectores antes aliados del jefe de estado, ha revivido una polémica que parecía dormida. Por lo menos así lo había querido el papa Benedicto XVI cuando manifestó a días de asumir su ministerio que sobre el celibato no se hablaría más. La oposición en el Paraguay liderada por el Partido Colorado busca encender la mecha y sacar ventaja de un tema tan delicado. Una vez más se pretende poner trabas a la gobernabilidad en el Paraguay. Hoy, el celibato pareciera ser el nuevo escollo.



Una razón económica fue lo que justificó el celibato a lo largo de la historia. Si los sacerdotes pudieran casarse, a su muerte no quedaría nada de su patrimonio personal para la Iglesia. Pero hoy en día esta razón no tiene tanta fuerza como en las épocas doradas de la Iglesia Católica. En tiempos de crisis para la Iglesia, la razón fundamental por la que el Vaticano se opone a la integración del hombre y a la mujer en el seno de la Iglesia, no pasa por lo económico. Se trata de que el celibato obligatorio conspira contra la liberación de los valores humanos. “La Iglesia como institución no puede manejar una organización de hombres libres, el celibato optativo libera a los hombres en la Iglesia”, explicó la viuda de Podestá. La Iglesia como institución siempre se resiste a este tipo de liberaciones. La oposición actual hacia la teología de la liberación que intentó alcanzar una liberación en lo social es otro ejemplo de esto.



“Muchos obispos están pidiendo el celibato optativo, porque se les está yendo gente muy valiosa” sostuvo Clelia Luro en un diálogo con MERCOSUR Noticias. La mujer es una voz más que autorizada para opinar sobre este tema, ya que es la presidenta de la Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados, habiéndole dedicado su vida a este movimiento.



Podestà fue el primer sacerdote casado en enfrentarse al Vaticano con respecto al celibato obligatorio a mediados del pasado siglo. “Jerónimo Podestá fue sumamente obediente, sumiso al Vaticano pero se la jugaba por su pueblo” sostuvo Clelia. Queda claro que no sólo se la jugó por el pueblo sino que luchó por una envidiable historia de amor, que tuvo que combatir los ataques del Vaticano y escaparle en un angustiante exilio a las persecuciones políticas que se iniciaron con el gobierno autoritario del ex presidente militar Juan Carlos Onganía y que terminaron en 1983 con la vuelta de la democracia en la Argentina. Fue en los tiempos del general Onganía, cuando se publicó la encíclica Populorum Progressio (El desarrollo de los pueblos) que empezaron momentos de tensión para esta historia. “Lo que ocurría era que la encíclica era básicamente política, y bajo un gobierno militar como el de Onganía, no estaba permitido expresarse políticamente” afirmó Clelia. Ergo, esta emblemática pareja tuvo que hacerle frente al Vaticano en un tema polémico como el celibato y al propio gobierno argentino en una cuestión de corte político.



“El próximo papa tendrá que cambiar su postura acerca del celibato”. Clelia explicó que la Iglesia Católica no se puede dar el lujo de seguir perdiendo adeptos. “La presencia de la mujer no tiene porqué ser entendido como un impedimento para el hombre”, afirmó una de las portavoces del movimiento de Curas Casados. El movimiento de Curas Casados está consolidado y organizado en distintas federaciones regionales. Hay una Federación Europea, una Federación Latinoamericana que unificó todos los movimientos regionales en el año 1990 y a su vez hay una Confederación de Federaciones que aglutina a las otras Federaciones y confirma el afianzamiento del movimiento de Curas Casados en la región y en el mundo entero.



Además, obispos y cardenales en la región con mucha fuerza en el Brasil están dando su apoyo para que el celibato sea optativo. Sin embargo todavía le resulta difícil a la gente de la iglesia manifestarse en algo tan delicado como el celibato. “Piensan pero no pueden decir lo que piensan” afirmó Clelia. ¿Acaso no son palabras que nos hacen acordar a otra época, a tiempos nefastos? Esto nos demuestra que la Iglesia Católica no tuvo el aggiornamiento esperado y mantiene muchos de los mismos parámetros del pasado.



La cuestión del celibato está dándole un dolor de cabeza al presidente paraguayo Lugo. Justamente en la semana de Pascuas, se vio obligado a admitir públicamente que había concebido un hijo y mantenido una larga relación sentimental mientras oficiaba como prelado de la Iglesia Católica. Como explicó Clelia, no es algo nuevo lo que está ocurriendo en el Paraguay, la diferencia es que ahora ganó en trascendencia.



Es sabido las dificultades que se le presentan día tras día a Lugo para gobernar. El celibato es en la actualidad el conflicto primordial que debe enfrentar. “Es un problema de él. No es grave darle un hijo al mundo. Es una cuestión privada que él que ya está enfrentando. Su error político fue no haberlo afrontarlo antes.” sostuvo Clelia.



Está claro que la oposición paraguaya busca sacar ventaja de esto, que por momentos parece ser un juego político del Partido Colorado. Cuando a la entrevistada se le preguntó por la postura de la Iglesia en el caso Lugo, la respuesta fue contundente. “El Vaticano no se puede meter políticamente porque Lugo es el presidente de la República y fue elegido de forma legítima por el pueblo.” La mujer explicó que la Iglesia prefiere evitar los escándalos por lo que seguramente se retraerá. Y concluyó afirmando que “la Iglesia debe entender que no es sólo Lugo, sino que hay un millón de personas atrás”.



(x) Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. De la redacción de MERCOSUR Noticias.



FUENTE: MERCOSUR NOTICIAS