EL VALOR COMERCIAL DE LAS PALABRAS
Conociendo a varios profresores de la Univerdad, meditábamos sobre lo que ha pasado con los estudiantes. Hace 15 años algunos debatían ideas, recordabamos alumnos que obligaban a estudiar más para resolver sus preguntas.
Se hace un negocio multimillonario a partir de palabras simples, que en el pasado tenían su propio significado.Aunque para entonces la mayoría eran estudiantes con bajo nivel de lectura, por tanto, bajo nivel cultural, referido al conocimiento de las palabras.
Esos retos eran buenos, en los últimos 5 años los estudiantes llegaban a clase y no tenían ni idea de lo que estaban leyendo, no hay una clara concepción de su entorno, por tanto, su baja capacidad de análisis sorprendìa y no es que seamos intolerantes o que no seamos capaces de entender sus nuevas significaciones, lo que sucede es que en muchos casos no los hay.
Una conclusión es que las variaciones sociales, culturales, económicas y educativas, los están volviendo analfabetos, primero se les facilita el conocimiento en forma digerida, segundo el sistema educativo ha variado tanto en cuanto a disciplina que los docentes no tienen la oportunidad de exigir mayor dedicación a las personas estudiantes, tercero si los docentes exigen disciplina, los padres de familia lo denuncian, lo cual pone en serios problemas al docente, pues la educación aplica la frase de que “el cliente tiene la razón” y en razón a esta frase los reclamos no se hacen en la parte académica, sino más bien en Mercadeo y en Servicio al Cliente, cuarto como el negocio es tener satisfecho al cliente no importa si aprende o no, más bien esas deficiencias abren nuevos nichos de mercado, y para satisfacer a los clientes se abre nuevos aprendizajes para brindarles la formacion que hace falta.
En el 2008, en el Congreso “Comunicación y Transmisión Digital” el Dr. Benjamin Fernández Bogado, comentaba en su conferencia ¿Estamos contruyendo una nueva Babel? ¿Estamos abandonando el espacio de la palabra? …“Les digo a mis colegas de los medios escritos, que la razón por la cual la gente lee muy poco, no es porque accede a la información en otros medios, sino porque los periodistas estamos escribiendo en un lenguaje que no es reconocido por nuestros lectores. Hablamos un lenguaje que no es el que habla la gente. Estamos recreando una unidad de medida de relación de las personas que no tiene comparación con el lenguaje que utiliza la gente.
Un periódico como Costa Rica Hoy generalmente habla entre 800 y 900 palabras en un artículo para una población que solo usa 300 ó 200 palabras.
De estas reflexiones nos parece que nace el principio del analfabetismo que nos aplican a todos… El nivel de confusión en el manejo de las palabras, es un factor que ha disminuido la calidad de nuestras democracias y las ha dejado al arbitrio de los demagogos. Así como los griegos hablaban de que la palabra la construía “agos” gente que elevaba la condición de la persona, hoy el demagogo pervierte el sentido de la oración, del poder sobre la base de palabras que realmente las llenan sin ocupar ningún espacio frente a masas inertes e incapaces de poder verbalizar lo que les frustra, lo que les acosa y lo que les vuelve incierto”…
Hoy por hoy se nos hace creer que no comprendemos los términos más sencillos, por eso es necesario valorar las palabras y cuantificar su valor económico en términos de inversión. Por tanto, se hace un negocio multimillonario a partir de palabras simples, que en el pasado tenían su propio significado, de acuerdo, a la cultura y hasta las personas más sencillas las entendían y aplicaban en su justa medida.
Hoy los mercaderes de la palabra le dan significados muy rentables, cuando solo nos ponemos a contabilizar en palabras tan sencillas como: competencia. Antes las personas expresaban, por ejemplo: fulano de tal es muy competente, y se sabía a que se refería, o a ese lo despiden por incompetente. Esa palabra tan sencilla ha revolucionado a nivel mundial un negocio pedagógico, en la cual a las personas se les educa para la vida, por tanto se crea toda una metodología. En el pasado algunas competencias como los valores y la sana convivencia eran incorporadas en los hogares, y por las escuelas, conocimientos académicos y educativos. Actualmente esa palabra produce miles de millones en todo el mundo porque las personas deben ser formadas en competencias.
Hay otras palabras que demandan inversiones multimillonarias alfabetizando a las personas para que aprendan su aplicación algunas de ellas son: Calidad, seguridad, sostenibilidad, paradigma, credibilidad, imagen, estrategia y otras compuestas como contabilidad creativa, investigación, etc.
Solo pensemos en la palabra seguridad y su antónimo, son productoras de miles de millones en nuestro país y en el mundo entero, ya que es una necesidad que se proyecta a nivel demagógico, se fomenta el antónimo para lograr altos niveles de inversión en la búsqueda de la seguridad, pero a la vez se aplica para no lograr satisfacer esa necesidad que diariamente produce miles de millones en la busqueda de nuevos artefactos, tecnologías y estrategias para estar seguros de que estamos inseguros.
Otra palabra que genera votos, limosnas y produce mucho dinero a ciertas organizaciones es pobreza. Bueno la dejamos hasta aquí para que ustedes también busquen el significado económico y creativo que genera el analfabetismo en términos tan simples que antes entendíamos y estaban implícitos en nuestro vocabulario pero que hoy nos los explican a un alto costo, creemos que cuanto más tiempo pase, más caro será recuperar el nivel de entendimiento de los significados. También invitamos a buscar términos que tenemos que pagar para comprenderlos porque la moda es usar términos en otros orígenes idiomáticos y contextos y su adaptación a nuestra cultura son muy rentables. Esperamos que logren agrandar la lista de términos por los que pagamos mucho dinero, porque ellos están implícitos en los costos de producción de lo que consumimos.
EDITORIAL DEL DIARIO "COSTA RICA HOY" DE FECHA 21 DE OCTUBRE DE 2010
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