EL PUEBLO PAGA DOBLE
por Alfredo Cantero.
Medio en broma y de veras, como dice la gente, se suele decir que el Paraguay no solamente es un país bendito por la naturaleza sino goza de una extraordinaria resistencia. Ahora que estamos por cumplir 200 años de vida independiente y recorremos la historia de nuestra patria en ese tiempo, encontramos cada periodo de rapiñaje que sufrieron las arcas del Estado.
La festichola comenzó desde el mismo gobierno de los López, quedando luego a discreción de los aliados (brasileños y argentinos) luego de la Guerra del 70. Cuando ellos se fueron, los primeros republicanos en el poder metieron manos al despilfarro con el remate de las tierras públicas y otras propiedades del pueblo.
Y naturalmente si tomamos los últimos 60 a 70 años, es absolutamente admirable que todavía cada generación que llega al gobierno encuentre bienes de qué apoderarse. Miren nada más lo que pasa en la Justicia Electoral. Lo que podemos decir de dicha situación es, sencillamente, si esto no es robo al pueblo, el robo dónde está. Veamos por qué. La Constitución del 92 establece en su artículo 126 recibir “auxilio económico” de organizaciones extranjeras... y, en consecuencia, el Código Electoral del 96 determina la prohibición de que los partidos y movimientos políticos cuyos representantes acceden al Parlamento Nacional reciban “auxilio económico…” de organizaciones o Estados extranjeros, para evitar que a algún millonario se le antoje comprar alguna banca o, peor todavía, la presidencia de la Nación.
Así que cada año, religiosamente, un buen pedazo del dinero que aportan los contribuyentes va a parar en las cuentas de los partidos. ¿Para qué debe servir ese dinero? Uno piensa que debe ser para pagar a los funcionarios administrativos y para solventar las campañas electorales, pero he aquí que no. Otra vez las autoridades de los partidos y movimientos encontraron un hueco en el Código Electoral y no solamente hacen pagar al pueblo el salario de los que trabajan en las oficinas partidarias sino de sus domésticas, maletineros, capataces, jardineros, choferes de sus esposas e hijos; secretarias/os, asesores y, sobre todo, punteros.
Así es que a los 40 ó 50 millones de dólares que del dinero del pueblo se destina para el subsidio y aportes a los partidos y movimientos se deben sumar otros 57 millones de dólares para pagar a unos 10 mil funcionarios que los diputados y senadores nombran para que reciban sueldo de la Justicia Electoral. ¿Trabajan en esta institución los 10 mil? Naturalmente que no, por lo menos 8 mil no están en ninguna institución, y dos mil andan por ahí, sabe Dios en qué menester.
O sea, no solamente el país tiene una resistencia extraordinaria, sino la generosidad del pueblo es ilimitada. Si no fuese así, no se entiende cómo paga tanto a los políticos que de provecho no aportan nada; luego les paga para mantener sus partidos y, encima, les paga un ejército de planilleros que deben andar pintando las paredes de los vecinos, repartiendo afiches en los semáforos y acompañando con batucadas a los candidatos en las campañas.
Si eso no es ser formidable, no sé lo que ha de ser; tal vez, zonzo. Qué ganas de decirles: ¡Que se vayan todos!
4 comentarios
Anónimo -
La ubicación adecuada de locales industriales y de actividades productivas insalubres, peligrosas, malolientes, ruidosas o simplemente incompatibles con la existencia humana en las áreas residenciales y comerciales es una de las principales deudas y tareas de las municipalidades. La ciencia urbanística es su herramienta de análisis, localización y solución de estas problemáticas, y la política urbanística es la forma de encarar esos conflictos en forma práctica y aplicar las soluciones adecuadas a cada caso.
Todas las municipalidades tienen una dirección de Urbanismo y, al menos teóricamente, todas deberían zonificar sus ejidos reservando áreas diferenciadas para las distintas aplicaciones del suelo y actividades económicas. Lo que es agropecuario tiene su ámbito propio, que es el área rural; la mayoría de las actividades transformadoras se ubican en las áreas suburbanas, mientras las residenciales, comerciales y de oficios diversos, en las zonas urbanas. Esto es el abecé del urbanismo y, sin embargo, está muy lejos de ser el abecé de las prácticas políticas municipales en nuestro país.
En el área metropolitana de Asunción, por ejemplo, donde ya no quedan casi tierras que puedan ser calificadas como rurales, porque están completa y densamente habitadas, abundan todavía tambos, gallineros, porquerizas y curtiembres. Pero junto a estos están también los depósitos de materiales de construcción, de chatarra, los desarmaderos, herrerías, talleres mecánicos, gomerías y carpinterías al aire libre o bajo tinglados que no aíslan el polvo, el ruido ni las emanaciones.
Desde calles y caminos se ven también pequeños mataderos, vertederos de materiales orgánicos altamente contaminantes. Todo se instala dondequiera, y aun sin estar permitido, pues en la municipalidad le otorgan patentes para una actividad autorizada, pero luego se dedican a lo que les interesa, sin que nadie vaya nunca a verificar y sancionar el engaño.
La aplicación de la correcta política urbanística es otra obligación pública que está aplastada por la politiquería. La mayoría de los intendentes y concejales no pueden desarrollar ordenadamente su municipio porque en sus campañas electorales contraen una infinidad de deudas electorales y luego se ven con las manos atadas para aplicar las reglas a los infractores que les dieron su apoyo. Quedan los adversarios, y a estos, a veces, la ley les alcanza.
En las llamadas ciudades dormitorio, de los bordes del área metropolitana asuncena, se ven todavía vacas y caballos que pastan tranquilamente en autopistas, avenidas, banquinas, paseos, y hasta penetran en jardines residenciales. Producen peligro para el tránsito, suciedad y perjuicios, pero no se los puede capturar y encerrar porque los propietarios de los animales fueron contribuyentes en las campañas electorales, son compadres de algún concejal o son algunos de los mismos concejales. Así, vimos caballos que pastaban alegres en los jardines del Oratorio de Asunción, en plena calle Palma, y cerdos que se alimentaban muy contentos en la plaza del Cabildo.
Si las autoridades municipales no pueden corregir el extendido y crítico problema del deterioro de los barrios residenciales y mixtos, por causa de los que ejercen abusivamente actividades incomodantes, poluyentes o peligrosas, incompatibles con la vocación natural de estas áreas, deberían ser los vecinos quienes se organicen con firmeza y tenacidad para presionar a través de los medios de comunicación sobre las autoridades comunales a fin de ordenar urbanísticamente la ciudad, que se apliquen las reglas existentes y se reúnan esas actividades en un área especial, donde sean inocuas para el resto de la población.
Los gallineros, talleres, desarmaderos, mataderos, curtiembres, porquerizas, carpinterías mecánicas y demás actividades de ningún modo compatibles con la calidad que deben tener las zonas residenciales o comerciales de las ciudades y barrios, deben ser emplazados, con las consideraciones que corresponden, para que se muden a las áreas que les sean asignadas en cada municipio, planificando con municipalidades vecinas ponerse de acuerdo para crear estas áreas en territorios colindantes, a fin de ordenar mejor no solo su municipio, sino varios al mismo tiempo.
Para impulsar la campaña, de entrada habrá que derrotar a la politiquería de intendentes y concejales. Contra esto, hay que repetir, solo podrá prevalecer la acción inteligente y concertada de los vecinos, sus organizaciones y la prensa. Deben hacerlo, porque son sus intereses más directos, su forma de existencia y calidad de vida, los que están siendo burlados y perjudicados.
14 de Febrero de 2011 00:08
http://www.abc.com.py/nota/los-intendentes-no-defienden-la-calidad-de-vida-de-los-ciudadanos/
Alberto Fernández -
Es indignante el intento de manipulación de los políticos de turno a través de los medios masivos; por ejemplo, las ganas de cepillar de los presentadores, a la intendenta Sandra de CDE durante los festejos en la explanada de la Catedral. El día 2/02, actuaron exclusivamente artistas nacionales como Liza Bogado, Generación, J. Castro y Perfil. Hasta aquí, genial. El asunto empieza a oler a podrido cuando cada artista en el escenario elogiaba hasta el hartazgo a Sandra y a su esposo Javier, sin mencionar la zalamera referencia a los Zacarías entre artista y artista. Ni por acaso se acordaron del patrono San Blas. Sandra no está en campaña política, pero su esposo sí. Quien paga a los artistas es la Municipalidad de CDE, es decir el pueblo, no Sandra ni Javier y los elogios para ambos fueron campaña proselitista gratuita para Javier; a las 23:30 horas Javier sube al escenario con su esposa a invitación de Castro para bailar ante unas 40.000 personas la polca Felicidades interpretada por el tenor. ¿Quién se luce gratis? Obviamente, no San Blas, sino Zacarías, candidato de Esperanza Colorada casualmente. Para colmo, a las 00:30, los presentadores piden públicamente a los fiscales Natalia Montanía y Edgar Torales, presentes en el lugar, la liberación, solo por esa madrugada, del control del alcotest, supuestamente a pedido de los muchachos por las fiestas de CDE. Una especie de rebelión colectiva con permiso. Realmente patético.
Javier Torres -
Estoy indignado por haberme enterado de que los choferes están planificando una huelga de transporte.
No sé si entendí bien el problema, pero en resumidas cuentas, lo que entiendo es que quieren que sigan funcionando chatarras. Me preguntó por qué el Gobierno no da un corte definitivo al problema del pésimo transporte público.
Ah, claro, es que porque ellos ahora viajan en primera clase y les importan un comino los ciudadanos de a pie .
Julio César Galeano -
Está claro que uno prepara el menu que quiere el cliente. Y esta afirmación es elocuente y se comprueba con solo mirar el noticiero diario en todos los canales. Es impresionante el tiempo que dedican a: Accidentes de tránsito, hechos delictivos, desgracias familiares, suicidios, homicidios y todo hecho relacionado a estos temas. ¿Cómo piko luego vamos a ir adelante si la prensa escrita/radial/televisiva apuntan a recopilar/informar más sobre los hechos arriba indicados? Y esto también se confirma cuando se hace una convocatoria a la prensa para cubrir eventos/jornadas de interés del país/general sobre capacitaciones, de planificación de lanzamiento de obras de progreso. La respuesta: poquísima concurrencia, para no decir nada o ausencia total. Entiendo que el rol de la prensa no está abocado a cubrir netamente estos espacios pero por lo menos deberían crear un equipo a cubrir estos eventos de manera a que el pueblo los vaya conociendo, concienciando sobre temas importantes y útiles.