AUMENTO CÍCLICO
Una vez más a fuerza de cansar a la audiencia volvemos sobre un tema recurrente en estos comentarios, la no utilización intensiva de la energía eléctrica en el país, para generar actividades lucrativas. Haciendo una autocritica es verdad que siempre nos acordamos del desperdicio que significa la no utilización de este recurso generado por las represas hidroeléctricas de los cuales somos socios propietarios como Yacyreta e Itaipú, cada vez que anuncia un nuevo aumento en el precio de los derivados del petróleo. Nos ufanamos de poder vender los excedentes de la electricidad a nuestros socios Brasil y Argentina y luego tenemos que comprar gas licuado a petróleo para poder encender nuestras cocinas y hornos, regalando divisas por una importación que nunca debe llegar a estas dimensiones.
Pedro Balotta Presidente de la Cámara de Exportadores de Gas, informó sobre un nuevo aumento en el precio del gas licuado a petróleo de uso familiar y para automotores, señaló que esto se debe al incremento del costo del producto por parte de los proveedores. Paraguay utiliza al mes unos 9 millones de kilos de gas. El 60 por ciento se compra de la Argentina y 40 por ciento de Bolivia. El incremento será tanto para el de uso doméstico como el de uso vehicular. El doméstico será de 200 guaraníes por kilo y 110 guaraníes por litro el vehicular. Por lo menos por esta vez afirman que se tiene garantizada la provisión del producto para el otoño e invierno. No como en ocasiones anteriores, que invariablemente primero se daba un desabastecimiento para luego decretar el aumento.
Si utilizáramos a plenitud nuestra energía eléctrica no tendríamos necesidad de contratar tantos metros cúbicos de derivados de petróleos sea en forma de gas o de combustibles y no es ser liricos o soñadores sino simplemente ser inteligentes, utilizando eficazmente los elementos con que se cuenta y que no son despreciables, al contrario, son riquezas muy valoradas porque se trata de energía renovable y limpia que no contamina y tiene la misma potencia que cualquier otra energía. Todas las flotas del transporte público y los vehículos particulares, las herramientas y maquinarias debieran de moverse a electricidad, países con menor generación de electricidad utilizan este sistema con mayor éxito que nosotros.
Para hacerla realidad debiera existir una política energética diferente, privilegiando el uso de la electricidad, lo que debe significar igualmente un abaratamiento de la energía, siguiendo la lógica simple de la economía, a mayor cantidad de consumo abaratamiento de precio. Obviamente todo esto debe ir acompañado de otras medidas importantes como la garantía que el estado debe brindar de que el suministro será de buena calidad y continúa sin cortes provocados en la actualidad por el primer viento fuerte o llovizna que azoten nuestras ciudades. Se debe igualmente destinar fondos para las investigaciones universitarias y créditos para las industrias tendientes a fabricar nuestros propios productos desde automóviles eléctricos hasta planchas y cocinas eléctricas para el hogar.
Andrés Granje
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