LA CIVILIZACION DEL ESPECTACULO
El genial premio Novel de literatura Mario Vargas Llosa, en su libro “la civilización del Espectáculo”, brinda un crudo análisis reflexivo sobre el mundo que nos toca vivir dominado por la fruslería y la chabacanería como elementos predominantes. Esta civilización entiende Vargas Llosa privilegia lo trivial y fatuo por sobre las cosas que realmente son importantes, arte, política, economía, cuestiones sociales son reducidos a ser visto bajo la óptica del escandalo y del espectáculo y no del análisis profundo, la critica seria, a la gente le cuesta pensar, no quiere quemar neuronas preocupándose por cuestiones que son cardinales para la civilización presente y futura, es mejor sumergirse en la vorágine del escandalo y el show informativo que proponen los medios de comunicación.
Algo que en el país refleja fielmente esta corriente de comportamiento humano y que se ha instalado con fuerzas desde hace mas de una década en el Paraguay, es el tratamiento que se le da a la búsqueda de oro en un predio o calle (poco importa) de la ciudad de Capiatá, donde dos poderosas retroexcavadoras con camiones pesados excavan hasta 10 metros de profundidad, creando un cráter gigante en la búsqueda del oro enterrado de la época de la guerra de la triple alianza, lo que se convirtió en un espectáculo que concitó el interés de toda la ciudad de Capiatá y del país, que se ve través de todos los canales de televisión, la gente mira y acompaña la afanosa búsqueda liderado por el gurú mayor, un tal Juan Díaz, que es el supuesto experto en la búsqueda de Plata Yvyguy, como se le conoce a los tesoros, que supuestamente fueron ocultados durante la guerra de la Triple Alianza.
A tanto llega el show mediático que todos los periódicos aun los considerados serios titulan sus portadas con fotos gigantes de al excavación “El oro aun no aparece”, o “hoy puede aparecer el oro”, dándole credibilidad a algo que es un delirio surgido de la mente afiebrada del buscador de tesoro, contagiando a los financistas, el operativo de búsqueda cuesta como mínimo 200 millones de guaraníes y mediante los medios de comunicación impactando también con mucha fuerza en los ciudadanos de toda la republica a tal punto que no sería extraño que de aquí en mas aparezcan émulos de Juan Días y como topos se comiencen a realizar pozos por todo el territorio nacional montado en la fiebre de la búsqueda de tesoro, algo tan frecuente en el devenir de la historia de los pueblos americanos.
Lo malo es que desde estos medios de prensa hubo muy pocas voces reflexivas que pusieran en contexto lo delirante de esta búsqueda y lo improbable del presunto hallazgo de tesoro, nadie hizo una investigación seria del origen del oro, cuanto oro había en el país en la época de López, cuanto fueron enterrados y presuntamente en que sitios y desde allí comenzar a administrar realidades. Es increíble como desde las esferas oficiales inclusive, se tuvo mucha permisividad con estas excavaciones, el Ministerio Publico, la administración de justicia y el mismo gobierno central hicieron la vista gorda y permitieron que continuara el show inclusive cuando ya se esta dañando el medioambiente. Habría que aconsejar si esto continua incluir en la agenda oficial de la Asunción del nuevo mandatario, para que los ilustres visitantes al acto se de un paseo por Capiatá y vean como se busca tesoro oculto, ya que en la civilización del espectáculo todo vale.
Andrés Granje
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